Escribe: Daniel Cerutti

En un partido que mostró escasos atributos técnicos y contó con un repudiable final, Sportivo FC de Pozo del Molle demostró que aún sigue en la porfía por lugares de privilegio en su zona, venciendo a Unión de Arroyo Algodón por 2 goles a 1. Los incidentes y agresiones producidos luego del final (donde participaron varios jugadores) pusieron nota discordante en un cotejo que no merecía un final así.

Los de Franco Herrera se pusieron en ventaja a los 38’ de la parte inicial. En una buena proyección por sector izquierdo, Bruno Porta burló a su marcador y despidió un fuerte disparo que fue parcialmente contenido por el guardavalla y el rebote fue capitalizado por Juan Cabrera en disparo oblicuo, que sobrepasó apenas la línea de gol en forma transversal y luego salió, dejando dudas sobre si el balón había ingresado al arco; siendo confirmada la conquista por el juez de línea, cuando el juez desde su posición no podía determinarlo en primera instancia. Una conquista que sin dudas premiaba la presión más constante y profunda del Rojo.

Fue un primer período jugado con predisposición y tendencia ofensiva, con ventaja mínima (1 a 0) para quien había hecho más en procura de lograr supremacía, pero que en el análisis de su transcurrir dejó mucho que desear a la hora de descubrir actuaciones (salvo los “cuidapalos”) tanto a nivel individual como colectivo.

En jugada aislada, y cuando no era previsible, el huésped llegó a la igualdad a los 7’. Tiro libre de Villena que cruzó el área de Maggi, quien titubeó en la salida y permitió el ingreso de Jonatan Aguirre, quien de palomita introdujo el balón en el marco, logrando el empate y poniendo cuota de suspenso e interés para el devenir posterior del partido (1 a 1).

A partir de entonces, se produjeron muchas situaciones de riesgo en ambas áreas, con dos equipos motivados que pugnaron por la victoria, siendo destacable la mejoría de Unión, acicateado por la igualdad obtenida. En ámbito de nerviosismo y excesivo temperamento hubo exigencias frente a los arcos y la victoria fue objetivo concreto de los jugadores. Finalmente, los de Pozo del Molle fijaron superioridad en el marcador sobre los 42’, cuando un tiro libre en posición cruzada efectuado por Gustavo Rodríguez fue conectado con perfecto cabezazo por Jorge Martino, casi sobre la línea del área chica, venciendo a Rodríguez y marcando una diferencia que se prolongó hasta el final. Un 2 a 1 que puede justificarse en virtud del mejor cometido del elenco de Franco Herrera en el primer parcial, donde por momentos sometió a duro asedio a su rival, conjunto que se convirtió en difícil adversario en el periodo complementario.

La figura

Santiago Rodríguez. Tuvo varias atajadas de gran nivel en el primer tiempo, frente a jugadores que llegaron con pelota dominada y en clara opción de gol. Brillante en sus reflejos y capacidad para evitar la caída de su valla y una derrota más categórica.

El árbitro

Gonzalo Reyna. Correcta actuación. Con mesura y seguridad logró superar los momentos de mayor tensión. Bien en las amonestaciones y decisiones, que motivaron reclamo permanente por parte de algunos jugadores. El pésimo comportamiento de algunos jugadores en ambos equipos, inmersos en una gresca casi general al finalizar el encuentro, deslució su cometido. Seguramente el referí dará cuenta de lo sucedido a través de su informe.