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El triste estado de las fuentes de la plaza

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El triste estado de las fuentes de la plaza
Las bolsas de basura rotas forman parte del paisaje de la plaza

Rotas y sin mantenimiento. Así están los cuatro saltos de agua de la plaza Centenario  

Todas las fuentes presentan roturas y les faltan piezas
Todas las fuentes presentan roturas y les faltan piezas
Las bolsas de basura rotas forman parte del paisaje de la plaza
Las bolsas de basura rotas forman parte del paisaje de la plaza

Cómo ciudad, Villa María tiene diferentes espacios que podrían considerarse como “la cara visible” para propios y ajenos que visitan este territorio. Así como sin dudas que uno de estos sitios es la costanera, otro emblemático es la plaza Centenario.

Por eso, resulta llamativo ver el precario estado que presentan actualmente las fuentes de ese espacio verde. Las que deberían ser un atractivo juego de aguas, en cada una de las esquinas, lucen gastadas, deterioradas y sucias.

De hecho, ni siquiera todos sus sistemas de agua están en funcionamiento. Por ejemplo, en la esquina de General Paz y Santa Fe y la que se encuentra en la intersección de esa calle con José Ingenieros no estaban lanzando agua.

Sí las otras dos, en Buenos Aires y José Ingenieros y Buenos Aires y General Paz, pero los chorros son desparejos y no todos los picos encargados de expulsar el agua funcionan. Los que sí lo hacen despiden el líquido con distintas potencias y direcciones, hasta salpicando la vereda algunos, como así también están los que tienen un débil y mínimo salto de agua.

Además, la suciedad dentro de cada pileta de agua, que va a parar al fondo, es importante. Y, llamativamente a las 9 de la mañana estaban prendidas las luces de una de las cuatro fuentes.

La plaza está declarada Patrimonio Histórico y Arquitectónico de la ciudad, pero a todas las fuentes les faltan pequeñas piezas que hacen al diseño estético de las mismas, como así también hay partes rotas.

Pero, además, el pulmón verde más importante que tiene el centro de la ciudad presenta esas condiciones, también, a nivel general. Nadie puede negar que los canteros están llenos de flores, pero las torres de iluminación internas evidencian la falta de mantenimiento, se ven sucias y con grafitis, como también los bancos.

Por otra parte, la plaza Centenario amaneció en su primer sábado de enero, en plena temporada de vacaciones (la ciudad no es un destino fuertemente turístico, pero recibe muchos visitantes), con bolsas de basura rotas y su contenido desparramado.

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