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“Empoderamos a las mujeres, buscamos que se pregunten”

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“Empoderamos a las mujeres, buscamos que se pregunten”
Si bien la mayoría de las mujeres busca una doula durante el embarazo, también ellas trabajan durante el puerperio o la crianza del niño

La profesional contó cómo es el proceso para el acompañamiento a las mujeres y cuáles son los miedos más frecuentes durante el embarazo

Si bien la mayoría de las mujeres busca una doula durante el embarazo, también ellas trabajan durante el puerperio o la crianza del niño
Si bien la mayoría de las mujeres busca una doula durante el embarazo, también ellas trabajan durante el puerperio o la crianza del niño

«Una doula es una mujer amorosa, cuya misión fundamental es estar al servicio de otras mujeres en el proceso de venir madre», resaltó Antonella Pantanetti, despejando así el terreno para explicar de qué se trata esta figura de acompañamiento para las mujeres.

Pantanetti es estimuladora temprana, psicopedagoga y educadora en masaje infantil. Y, además, es doula. «Si bien la mayoría de los acompañamientos han sido a mujeres que están en etapa de gestación, el proceso de venir madre es amplio porque no sólo abarca el embarazo, sino también el nacimiento, puerperio, la crianza de un hijo», contó la profesional. El acompañamiento «es espiritual, físico y emocional, lo que se busca es que cada madre se encuentre en este nuevo rol, en esta nueva etapa, saque lo mejor de sí y aflore lo que hay en cada una de nosotras por el simple hecho de ser mujer».

Después de afirmar que el acompañamiento de una doula es «incondicional», Pantanetti explicó: «Hay distintas etapas y es importante entender cuál es el momento para cada mujer. Algunas buscan tener hijos y no pueden, entonces el proceso puede iniciar en esa búsqueda, otras mujeres llegan al inicio del embarazo, otras a la mitad y algunas hacia el final. Lo importante es que por algo se da en ese momento determinado». Y agregó: «El proceso se enfoca en poder conectarte con el nuevo hijo, el rol de madre y el rol de mujer. Buscamos empoderar a las mujeres. No nos tiene que dar lo mismo a las mujeres estar empoderadas que ser mujeres que no se preguntan, que no buscan. Apunta a eso, a una búsqueda de conciencia constante».

 

Cómo es el proceso

El trabajo de acompañamiento, tal como lo contó Antonella, comienza con una entrevista orientada a que ella pueda conocerse con la mamá. «En la doula lo que debe prevalecer es el ser más que el hacer. Es decir, lo importante es lo que yo genere o transmita a las mujeres que transitan por esa etapa». Asimismo, indicó: «No remplazamos a ninguna persona del equipo médico, esto es importante aclararlo. Tampoco actuamos en ninguna rutina médica. Por ejemplo, en el momento del parto, no somos quienes reciben el bebé, de eso se encargan los médicos. Nosotras ayudamos a la mamá en el proceso previo, en el trabajo de parto».

Después de que una mamá decide ser acompañada por una doula, comienzan los encuentros «vivenciales», que en general son con periodicidad semanal o quincenal. «Los encuentros son de información, la mamá llega con muchos miedos y hay cuestiones que no se anima a preguntarle al médico o quiere una información distinta a la que le cuenta la amiga o la que encuentra en portales de Internet». En este sentido, Pantanetti resaltó: «Cada mamá es única y abordamos los procesos de esa manera, nada es general».

 

Los miedos de las mujeres

Antonella comentó que si bien cada trimestre del embarazo tiene sus miedos particulares, «uno en general es el miedo a parir». Sobre esto, contó: «Sienten miedo de lo que implica parir, y no sólo está asociado al dolor, sino a un proceso de entrega total de la mujer. Muchas sienten dudas sobre la modalidad, si vaginal o por cesárea, todo parece girar en torno a ese momento».

En este sentido, la doula oriunda de Bell Ville que trabaja hace ya varios años en Villa María, resaltó que en los encuentros también se trabaja la cuestión física, pero advirtió: «No preparamos para nada, sino que apuntamos a confiar en lo que está adentro nuestro, que eso aflore. Confiar en el cuerpo, en la sabiduría de toda mujer, en el instinto, en la naturaleza». Y asimismo, agregó: «Pero el miedo, aunque es un factor frecuente, está asociado a veces a una falta de información, a una mala experiencia que haya tenido la mamá o a su propia historia, tanto como madre -para quienes no son primerizas- o como hija».

Respecto a las mujeres embarazadas que ya tienen hijos, resaltó: «Cada hijo es distinto y con cada embarazo se renueva la apuesta, incita a que te busques de otra manera y es una circunstancia distinta. La mujer que ya es madre tiene mucha más entrega, también más obligaciones. Entonces, ¿cómo no va a necesitar estar acompañada? Las mujeres siempre necesitar estarlo».

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