Se priorizan el trabajo artesanal y los microemprendimientos. Muchos puesteros coinciden en que las ventas “van lentas” y que, hasta el momento, fue en la feria de julio donde hubo más movimiento

Desde que se respira el “espíritu navideño”, mayormente manifestado en el vuelco de la gente al consumo, empezaron a circular por las redes sociales imágenes con consignas como “esta Navidad compre en los pequeños negocios, a los artesanos amigos” o “apoye los microemprendimientos y no alimente a multinacionales”.

Ayllu Maqui significa “comunidad de la mano” en quechua y es el nombre que lleva la agrupación de artesanos independientes de la ciudad.

Todos los años, en vísperas de alguna celebración o de vacaciones de invierno, se instalan en plaza Centenario bajo una carpa que la Municipalidad instala para que levanten los más de 30 puestos.

Los rubros son muy variados. Hay desde remeras pintadas a mano, tejidos, trabajos en madera, hasta grabado de nombres en granos de arroz.

“Los primeros días estuvo bastante bien de gente, pero después fue una decaída tremenda, bajaron bastante las ventas”, comentó Fabricio Vacca, presidente de la Agrupación Ayllu Maqui.

“Respetamos que haya trabajo artesanal. Los puestos están divididos por rubro y cada uno puede ofrecer productos de hasta dos categorías. Eso se fiscaliza, se observa que tenga trabajo del artesano y que no sea tan industrializado el producto final”, aclaró el emprendedor.

Metal, hilo, madera, cerámica, sahumerios, trabajo en caña, pinturas en tela, vitrofusión, entre tantos otros materiales y técnicas que se pueden encontrar a lo largo de la carpa montada en la plaza del centro de la ciudad.

También comparten el espacio con los microemprendedores que están enmarcados dentro del programa del ministerio de Desarrollo Social de la Nación y que, a través del municipio, lograron articular con sus colegas.

Sergio viaja desde General Roca, a unos 140 kilómetros de Villa María, para ofrecer adornos de caña de bambú y algunos trabajos de herrería.

“Tenemos plantación propia, por lo tanto, desde la materia prima hasta la producción del producto es nuestro”, explica.

Sobre el nivel de las ventas, el hombre recordó que el fin de semana pasado “fueron buenas durante el sábado; el domingo y el lunes decayeron muchísimo. Tuvo mucho que ver que los cajeros se hayan quedado sin dinero… la gente se quejaba de eso”.

Por su parte, Patricia, más conocida como Pato, hace 20 años se dedica a confeccionar prendas tejidas en hilo y dijo que el movimiento “es más lento que el de las vacaciones de julio, cuando también estuvimos. A pesar de que fueron menos días, se vendió muy bien; esperamos que repunte esta semana”.

Con respecto a los precios, si bien depende de cada producto, en líneas generales son bastante accesibles, sobre todo por tratarse de mano de obra artesanal.

Aún existen piezas de $10, como el caso de una funda para encendedor, y se puede llegar a pagar hasta $500 por una planta con maceta incluida.

Una de las novedades del paseo de artesanos son las remeras pintadas a mano de Mauricio y Tina, de Valkiriarte.

“Trabajamos mucho por pedido, es nuestro fuerte. Si bien tenemos stock, es más que todo para que la gente conozca lo que hacemos y cómo lo hacemos; recibimos muchas consultas todos los días”, señalaron.

Otra observación que hicieron los artistas fue que “la gente no está acostumbrada a crear, sino a comprar lo que hay en el mercado. Entonces cuando vos le mostrás las opciones, muchos no saben qué elegir”.

Luego destacaron la importancia del uso de las redes sociales para seguir en contacto con la persona que se muestra interesada con el producto. “Estar en Facebook te da credibilidad y la gente confía más”, afirmaron.

Furor feriante

Si bien siempre existieron, es notable el aumento de ferias que hubo en la ciudad.

El furor en su momento fue de las ferias americanas, sumadas a las que se realizan en casas o espacios culturales y aquellas que surgen a partir de decisiones como vender todo e irse de viaje.

Están por todas partes y suele haber más de una por fin de semana. Es el caso de la Feria Anfibia, que convive en plaza Centenario con la de la agrupación de artesanos.

Esta propuesta se viene realizando desde hace un tiempo en Villa María de forma itinerante en distintos espacios, últimamente en Polaroid.

Consiste en reunir a distintos diseñadores independientes de la ciudad, artistas y emprendedores gráficos en un espacio donde además hay música en vivo con DJ e intervenciones.

Se puede encontrar ropa, objetos, ilustraciones, discos de bandas independientes, entre otras cosas.

La carpa está ubicada en la vereda paralela a la calle José Ingenieros y permanecerá instalada allí también hasta el 23 de diciembre con doble jornada todos los días: de 9 a 13 y de 17 a 22.30.

Nómade Nómade, Pedro Son, Rama, Objetos Verne, Istalla, Chulo Discos, Acá Está el Cuco, Zinnia, Mate Cocido, Haro, Benteveo, Metaplasma, Discos del Bosque y Tierra Santa son las marcas que se pueden encontrar en la Feria Anfibia.

Buen clima

Si bien se ubican bajo carpas, las ferias y su funcionamiento están condicionados por el estado del tiempo.

Desde el fin de semana largo del 8 de diciembre, cuando comenzó el paseo, hubo dos lluvias y eso “frena a la gente” aún así mejore en unas horas, según comentaron algunos puesteros.

Así mismo, el calor en exceso suele ser un motivo para que la gente se vuelque a los sectores de la costanera.

Se esperan días agradables durante la semana, aunque pronostican lluvias para la jornada de hoy.

Algunas opiniones

– “El fin de semana pasado las ventas fueron buenas durante el sábado; el domingo y el lunes decayeron muchísimo. Tuvo mucho que ver que los cajeros se hayan quedado sin dinero… la gente se quejaba de eso. Nosotros venimos de general roca con artesanías en bambú, incluso tenemos plantación propia”. Sergio (artesano).

– “Los primeros días estuvo bastante bien de gente, pero después fue una decaída tremenda, bajaron bastante las ventas. Respetamos que haya trabajo artesanal. Los puestos están divididos por rubro y cada uno puede ofrecer productos de hasta dos categorías”. Fabricio Vacca, presidente de la agrupación de artesanos.