La Comisión del Museo Ferroviario dirigió una carta abierta al intendente Martín Gill, manifestando la preocupación por los destrozos y el peligro que significa para los pasajeros que van a tomar el tren

El predio ferrourbanístico, ubicado en el corazón de la ciudad, presenta gran parte de las obras que el Gobierno anterior utilizó para presentarla como la de mayor transformación del país. Sin embargo existe un espacio, que es el más viejo y quizás el original y más genuino, que se viene abajo: la estación de tren. Allí se planificaba la creación del Museo Ferroviario y por el momento todo está en pausa. Por tal motivo, el presidente de la comisión para la creación del Museo Ferroviario, Risieri Bettiol, visitó la Redacción de EL DIARIO para manifestar el malestar que produce esta situación. El representante ferroviario dijo que “si se han hecho tantas obras lindas, por qué olvidar al nervio vital de Villa María, donde la gente y los empleados tuvieron una participación muy importante. Preservar este espacio es fundamental. Me duele muchísimo como maquinista y ferroviario ver el estado actual de la estación de tren, y por eso la comisión decidió escribir una carta para que el intendente pueda recibirnos y atender esta causa olvidada, que le compete a la historia cultural de la ciudad”.

La carta destinada a Martín Gill, dice lo siguiente:

“Con el respeto que su investidura merece, la Comisión del Pro-Museo Municipal Ferroviario de Villa María se dirige a usted con el propósito de solicitarle nos conceda una audiencia para tratar este tema que lleva ya 11 años y que nunca tuvimos respuesta.

A un mes de haber asumido como intendente tenemos la sensación que esta vez podemos sentarnos con usted para hablar de este proyecto, para homenajear a tantos ferroviarios que pasaron por la vieja estación del ferrocarril, que en su momento tenían los días 8 de cada mes su sueldo, y ese dinero era volcado al comercio de la ciudad, logrando que nuestra querida Villa María fuera creciendo a grandes pasos.

Sabiendo que usted tomará este pedido con la seriedad que lo caracteriza y aun más conocimos a su abuelo en su tarea de ajustador de las locomotoras a vapor… el recordado y querido “Machi” Gill.

El último domingo recorrimos la vieja estación, la cual presenta al igual que el túnel de los hermanos Seco, un estado lamentable de abandono, con techos rotos y grandes agujeros que ponen en peligro a los pasajeros que van a tomar el tren.

Por la noche personas sin escrúpulos se encargan de romper vidrios, ventanas, pintando con aerosol cuanta pared esté a su alcance, utilizando de baño la plataforma, orinando y defecando en las mismas, sin que nadie intervenga para evitarlo, teniendo en cuenta que allí se presta un servicio público. Tampoco cuenta con personas de mantenimiento.

Para terminar, queremos expresarle nuestra preocupación ante tal situación, porque el tiempo pasa y va destruyendo la estación y también la esperanza de tener nuestro museo, que sería un gran aporte cultural para la ciudad.

O Será que una vez que esté todo destruido vendrá una máquina topadora, sacará los escombros y con ellos también nuestros sueños del Museo Municipal Ferrroviario de Villa María. Saludamos a usted con el mayor respeto”.

Museo Ferroviario