Claudio Coria es uno de los artífices de este enorme logro. El profesor y entrenador de Trinitarios, con buenos pergaminos en su carrera (entre ellos ser integrante del staff del recordado Villa María Vóley y ser entrenador del seleccionado argentino de Premenores campeón del Sudamericano 2014), dialogó ayer con EL DIARIO.

Los “Lecheros” cierran un año brillante, luego de ser campeón en Primera, Sub-18 y Sub-16 y ser subcampeón en Sub-14. Pero, a su vez, obtuvieron otros logros en los que Coria hace referencia.

“Estuvo bueno lo logrado, es algo histórico. Creo que se tenía que dar”, dijo el entrenador.

“La serie dura, pero mucho más lo fue la semifinal ante Universidad. La semifinal tuvo un juego mas intenso, ellos tuvieron más volumen de juego. Universidad tiene un juego parecido al nuestro, con mucha defensa. Carlos Paz juega más rápido, tiene menos volumen. Por eso contra ellos, casi todos los puntos largos los ganamos nosotros”, opinó.

“El último partido de la final la figura fue Julián Delgado. Tuvo una serie muy buena. El jueves, Julián hizo 25 puntos. No se sintió tanto la ausencia de algunos jugadores para apostar al doble cambio, que siempre funciona cuando perdemos dos o tres puntos”, señaló.

“Uno de los que tuvieron mucha regularidad en esta final fue Martín Luna, igual que Federico Seia”, destacó Coria.

Sobre el logro obtenido dijo que “Yo me tenía confianza. Teníamos que jugar tres días seguidos, y estábamos bien físicamente. Noté que contra Universidad Nacional los jugadores se recuperaron rápido entre un partido y otros, y llegamos mejor en lo físico al tercero. Creo que se fue dando todo. En el tercer set, arrancamos mal. Estábamos 3 ó 4 puntos abajo, y no reaccionábamos. Luego se dio. Tiene que ver con que acá se entrena todos los días. Están acostumbrados. Tampoco pensábamos que iba a hacer 3 a 0, como terminó siendo”.

Coria dijo más tarde “No había pasado nunca esto de ser finalistas en Primera. Jugamos una gran final. A nivel institución nos apoyaron mucho, en la final invitaban a todos a vernos jugar. Estuvo gente que es muy raro verlos en cada partido. Hubo una buena repercusión”.

“En el banco, durante la final, cinco jugadores eran Sub-16. Hay que mantener el proyecto, el desafío es hacerlo cíclico, que sigan llegando jugadores. Los Sub-18, que por ahí no se van a otro lado a estudiar, si se quedan al menos un par por año nos ayudaría. Ese es el gran desafío”, destacó.

El entrenador destacó que la primera división este año logró “el tercer puesto en el torneo de San Gerónimo y también fuimos terceros en el de Municipalidad de Córdoba”.

Luego destacó que “creo que es el mejor año con los mas grandes. En todos los torneos estuvimos entre los tres primeros. Jugamos casi 60 partidos en todo el año. Los jugadores Sub-18 que estuvieron en el plantel, que también jugaban en Sub-23 y Primera, en algunos casos llegaron a estar en 110 partidos”.

“Este logro a nosotros nos afianza, era algo que nos faltaba. Era esperar el resultado, el crecimiento de los chicos en cuanto a su edad. Este es el mismo que equipo que juega hace dos años, están más grandes, el resultado se fue decantando. En los proyectos a largo plazo, trabajando en inferiores, como lo hacemos nosotros, los resultados llegan”, sostuvo.

“La idea, por ahí, si se da es participar de un clasificatorio a la A2, depende de lo económico, que lo institucional se adecue a la posibilidad de jugarlo. Veremos si se puede dar”, contó y luego se refirió a un plantel totalmente formado en la institución: “Este equipo viene trabajando casi todo el proceso, desde minivóley. Los únicos que se sumaron más tarde fueron Giorgis, con 14 años y Luna, con 17, ambos no estaban ni federados.