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“Este problema nos viene de arriba”

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“Este problema nos viene de arriba”
El agua corre por una de las calles, pero ése no es el peor problema

La localidad sufre la invasión y el paso del agua por sus calles. Las napas freáticas están cada vez más cerca de la superficie y va provocando daños en estructuras edilicias

El agua corre por una de  las calles, pero ése no es  el peor problema
El agua corre por una de las calles, pero ése no es el peor problema

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Con la certeza que define una opinión compartida entre vecinos y funcionarios del Gobierno municipal encabezado por Carlos Salvático, afirmando “que este problema nos viene de arriba”, la población sigue su lucha para contener o desviar el avance de las aguas sobre diversas calles del área urbana, seriamente perjudicadas.

Una tarea dificultosa, donde bomberos, dirigentes institucionales, operarios comunales, miembros del Ejecutivo y vecinos afectados, aguardan también la colaboración efectiva con requerimiento hacia el Gobierno provincial, para afrontar esta situación que se repite los dos últimos años complicando las actividades en todo sentido; aspecto agravado por la implicancia de las napas freáticas que por su elevado influjo producen serios daños en edificios, oficinas públicas y en viviendas de antigua construcción, algunas con peligro de derrumbe.

 

Los mayores daños

José Balbo Mossetto (exconcejal y durante años presidente de la Comisión del Hospital Municipal), afirmó ante nuestra consulta “que la parte céntrica ha sufrido los mayores daños: el Centro Comercial, el Banco de Córdoba, el lugar ocupado por la Mutual de Cayfa (sector que ya fue tabicado el año pasado) y el templo parroquial”. Acotó “que el Centro Comercial asume actualmente trabajos de real exigencia, con el clavado de 56 tubos de acero; tienen una bomba y por su parte superior se le inyecta cemento, cubriéndose las grietas formadas debajo por la cantidad de agua acumulada en su parte subterránea”.

Agregó que “la Cooperativa de Luz está haciendo una línea de 12.000 voltios nueva que atraviesa la calle Dobric, habiendo realizado las bases con hormigonado para los postes y sólo a un metro de profundidad ya está el agua” (en afirmación que corrobora los problemas existentes). En lo relativo al templo parroquial, Balbo Mossetto se explayó sobre los daños (de similar causalidad) que se perciben: “Las columnas internas está hundidas en aproximadamente cinco centímetros, con grietas en el sector frontal; todos estos inconvenientes empezaron a presentarse en estos meses del año pasado con las grandes lluvias que hubo, donde demoraba más en subir la napa, aunque nosotros sabíamos hace cuatro o cinco años que la misma masa hídrica estaba a sólo tres metros de profundidad”.

“En la Iglesia, el peso del campanario y su altura son cosas que influyen en gran medida; en esto no hay posibilidades de derrumbe, pero es un tema que debemos seguir analizando y afrontando a futuro”, sosteniendo “que la misma empresa que hace los arreglos en el Centro Comercial e Industrial se encargará de los trabajos en el templo, con un presupuesto que requerirá más de un millón de pesos”.

 

“Es agua de río”

Con relación al ingreso de las aguas al ejido urbano, sostuvo en apreciación crítica que el Gobierno Provincial deberá hacerse cargo de las soluciones, “puesto que el agua que corre por Pozo del Molle es agua de río: pescados debajo de la tierra no salen, acá hay pescados y nunca tuvimos río”. “Mientras sigan largando agua desde los diques vamos a seguir teniendo estos problemas: hay dos calles (Cervantes y Colón) donde el agua ingresa al pueblo y pasa; puede terminar rompiendo el pavimento si corre durante dos o tres semanas como el año pasado”. “Entre las fisuras, las grietas y el propio tránsito (a veces con camiones cargados) el pavimento se parte o se rompe”.

Extendiendo su análisis de situación, indicó que “los inconvenientes más serios serán para Alicia o El Fortín, puesto que el agua que se desplaza por esta zona va a parar allá”. Además se refirió a la influencia de Villa María, donde el nivel del río “es siempre el mismo”; “pienso que en algún lado han pinchado el río para evitar que llegue el agua que debe llegar a dicha ciudad, construida en la costa del río; ellos evitan la inundación pero nos inundan a nosotros”. Por último, enfatizó que “para las grandes soluciones se tienen que juntar Los Zorros, La Playosa, Pozo del Molle, Las Varillas, James Craik y a nivel oficial hacer las obras necesarias con la lógica asistencia técnica y económica del Gobierno provincial”.

 

“Cedió de 10 a 12 cm”

El gerente de la Sucursal Bancor (ubicado en zona céntrica y a metros del edificio municipal), Raúl José Ramella, informó ante nuestro requerimiento “que en los últimos cuatro o cinco meses la estructura del edificio (de antigua construcción y considerables dimensiones) cedió de 10 a 12 centímetros, lo que exigió efectuar algunas tareas superficiales y para afrontar momentáneamente el problema, pero no es solución definitiva”. Agregó “que el Banco está al tanto de la situación y que para el caso de trabajos de mayor nivel, ya está abocado nuestro Departamento de Arquitectura, adoptando los recaudos y decisiones más adecuadas para su solución”.    

 

Un canal sin concluir

Joaquín Ibarra, secretario de Gobierno, hizo hincapié en la reunión que sostuvieron días atrás el intendente, los concejales y el propio informante con numerosos vecinos “donde describimos la situación real que se estaba viviendo, los pasos a seguir y que obras se pueden hacer, las que no se hacen a pesar de la necesidad y las causas de dichas determinaciones”.

“Se explicó a los asistentes donde iba a parar la corriente de agua y la disposición de ayuda municipal para afrontar la contingencia, especialmente en las cosas imprescindibles; indicándose que el agua ingresa por calles Cervantes y Colón y por Güemes y Alberdi, y de acuerdo al caudal actual se moviliza bien, desplazándose por el canal que corresponde y que en definitiva terminará llegando a la Laguna de Trincheras”.

Reiteró Ibarra (al igual que los vecinos entrevistados) “que toda esta situación nos toca de arriba, por la no ejecución o terminación de un canal que se inicia en James Craik, pasa por Los Zorros, La Playosa, Arroyo Algodón y San Antonio de Litín”. “El agua toma diversas direcciones por la falta de dicha obra, que de haberse efectuado nosotros no tendríamos inconveniente alguno”, enfatizó. Como conclusión y al respecto mencionó “la necesidad de abordar el tema con las intendencias involucradas, considerar la ayuda a nivel oficial y a la hora de las soluciones, evitar los enfrentamientos entre pueblos; unir fuerzas, tener paciencia y apoyar la obra apuntada, que es absolutamente necesaria para brindar soluciones definitivas al tema de las inundaciones”.

Descartan un desborde intencional del río

La Dirección de Recursos Hídricos convocó a intendentes de las localidades afectadas por las aguas de los arroyos Azna, Manantial y Acequión, los que trasladaron la inquietud por el “ruidoso” rumor que esas aguas que afectan a James Craik, Los Zorros, La Playosa y demás fuesen una derivación del cauce del río (ya que contiene peces), lo que fue descartado de plano por las autoridades.

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