El uniformado asegura que le armaron la causa por sus reiteradas denuncias por corrupción

Se trata de Marcelo Fabián Izquierdo, quien el pasado 8 de noviembre fue detenido en nuestra ciudad por una supuesta acusación por violencia de género, que finalmente no existió

Marcelo Fabián Izquierdo es un exagente que fue separado de la fuerza en 2008 de forma incorrecta por denunciar hechos de corrupción dentro la Policía y desde entonces se ha encargado de exponer todo lo que sucede y va en contra de la ley y que tenga a uniformados, jefes y autoridades como protagonistas. De hecho, hace dos meses una sentencia dejó firme que la Provincia deberá abonarle todos los haberes caídos desde 2012 a la fecha.

Si bien vive en Córdoba, estuvo de paso en nuestra ciudad el 8 de noviembre, ocasión en la que fue detenido tras un confuso episodio y pasó 16 días preso.

Oficiales pertenecientes a la Departamental General San Martín lo interceptaron en plena calle aduciendo que habían recibido una denuncia por violencia de género en su contra, pero lo terminaron deteniendo por resistencia a la autoridad.

Apenas recuperó la libertad decidió denunciar a quienes fueron partícipes de su detención, acusándolos de “persecución”.

“Hice la denuncia en el Tribunal de Conducta contra cabo Marcos Britos, cabo Agustín Ghezzi, oficial subinspector Esteban Maschio de la Departamental Villa María por el armado de mi causa. También denuncié a Britos y Ghezzi por sacarme fotos con sus celulares personales y distribuirlas en los grupos de WhatsApp de policías y por mandarlas a un medio de prensa”, afirmó Izquierdo a EL DIARIO.

“Sé que si te resistís es peor”

La mañana del día en que se produjo su detención, contó Izquierdo, había estado en la plaza Centenario frente al local de su pareja y observó cómo en reiteradas ocasiones un auto detenía su marcha, tomaba fotos del comercio y proseguía su andar.

Ese mismo día, siempre según las palabras del expolicía, le había dicho a su pareja que se quería volver a Córdoba. Por la tarde “llamó al 101 para denunciar un supuesto caso de violencia, no sé si lo hizo porque no quería que me fuera o porque ha sido parte de todo esto”, pero finalmente “pasó lo que me temía”.

Fue tras esto que un grupo de uniformados lo rodeó para detenerlo, no sin antes hacerle saber que tenía una denuncia en su contra y fotografiarlo con sus teléfonos, algo prohibido para un policía durante el ejercicio de su trabajo.

Lo llamativo es que Izquierdo afirma que una vez que pudo realizar las averiguaciones pertinentes, la propia fiscal del caso, Silvia Maldonado, le admitió que su detención fue por resistirse a la autoridad, es decir que no existió denuncia por violencia de género, que fue el supuesto motivo por el cual se inició todo.

“No me resistí a la detención porque me di cuenta de que era una trampa, sé que si te resistís es peor”, confió Izquierdo, quien no duda en asegurar que le armaron la causa por la cantidad de denuncias que ha realizado por corrupción en contra de jefes y policías. Mientras estuvo preso, Izquierdo dice haber recibido provocaciones y amenazas. Incluso le dijeron que lo enviarían a la cárcel de Bouwer, en Córdoba.

Si bien pasaron ya dos meses de su detención, la causa sigue sin tener avances, más allá de las insistencias del damnificado, según él mismo relató.

El exagente afirma que le armaron la causa por las denuncias que ha realizado por corrupción en contra de jefes y otros oficiales.

Izquierdo aseguró que la fiscal Silvia Maldonado le confirmó que su detención fue por resistencia a la autoridad.