A poco menos de dos años del conflicto policial que se produjo en Villa María, pero que tuvo consonancia con otros episodios similares ocurridos en otros puntos de la provincia de Córdoba, fueron citados a ser partes de un careo agentes que procuraban conformar una agrupación gremial y otros que ejecutaron la detención.

El encuentro, para escuchar las versiones de uno y otro sector interno de la fuerza, se concretó por decisión del fiscal de Instrucción de Segunda Nominación, Gustavo Atienza (foto), quien procura establecer si se violó la disposición constitucional que resguarda el derecho a la libertad de las personas.

Durante aquella jornada de fines de junio, 28 policías que se encontraban reunidos con el objetivo de constituir una representación sindical fueron detenidos en los altos del bar Mar Gut, situado en la esquina de San Juan y Chile, donde se hallaban deliberando.

El recurso del careo propuesto por el fiscal durante la víspera no apunta tanto a determinar si hubo desobediencia a la autoridad, sino a hallar cuanto menos indicios de que ha existido privación ilegítima de la libertad, delito en el que podrían estar incursos los máximos representantes del gremio, René Zabala y Claudio Cisneros.

A su vez, aquellos agentes que el Tribunal de Conducta de la Policía pasó a disponibilidad por supuesta desobediencia continuaron su demanda para que el Gobierno provincial los reincorpore a la fuerza.