Escribe Pablo Luna Broggi
La U venció de local 2 a 0 a Hipólito Yrigoyen con goles de Monetto y se afirma en la punta de la Zona B
En la ventosa primera tarde de octubre el líder Universitario recibía en su casa a un Yrigoyen muy necesitado de puntos.
Es que el Diablo venía de tres derrotas consecutivas y llegaba a Villa María con la intención de al menos cortar esa racha negativa.
Por su parte, el local, sabiendo de la necesidad de su rival, proponía una táctica ofensiva que apostaba a la velocidad y categoría de sus delanteros. Además, contaban con un aliado impensado: el viento.
El DT de la U, Joselito Bernadó, advirtió esta “ventaja” inicial e inmediatamente se la comunicó a sus jugadores para que la aprovechen.
Sus dirigidos escucharon dicha recomendación y la pusieron en práctica inmediatamente: apenas iba un minuto cuando Juan Acosta se la cedió a Francisco Monetto y el 10, sin dudarlo, le pegó al arco de larga distancia y la clavó en el ángulo derecho de Ezequiel Merani que nada pudo hacer para evitar la precoz ventaja local.
El viento había ayudado en gran medida, más allá de la irreprochable calidad del juvenil universitario para poner la pelota donde la puso.
La tempranera conversión golpeó tanto al Diablo que todavía estaba mareado cuando recibió el segundo. Apenas habían transcurrido siete minutos, cuando una nueva incursión ofensiva universitaria dejó mano a mano a Monetto frente a Merani y nuevamente el hábil enganche local definió certeramente al palo más lejano del golero visitante.
El volante de la escuadra local no lo podía creer, porque el reloj no llegaba ni siquiera a los diez minutos y él ya había firmado un doblete.
Este “empacho” de goles fue quizás lo que le impidió marcar el tercero a los 16’, cuando tras un pase de Acosta quedó solo frente al arco y la tiró muy por arriba del travesaño.
Yrigoyen estaba perdido en la cancha porque no llegaba a comprender completamente la derrota que estaba sufriendo, ya que su rival no estaba jugando mucho mejor.
Solo había aprovechado las pocas chances que había tenido.
Sin embargo, las esperanzas estaban intactas en el elenco de Tío Pujio, porque el técnico visitante, Carlos Fernández, sabía que quedaban aún casi 80 minutos y de esos, 50 con el viento a favor.
El “secreto” ya lo había develado Monetto en la primera jugada del partido.
Con el correr de los minutos, el Rojo fue despertando y empezando a llevar peligro tímidamente al arco visitante, más allá de la lógica superioridad de Universitario durante todo el primer tiempo.
La más clara de los de Tío Pujio llegó pasados los 20 minutos, cuando Patricio Fernández sacó un latigazo de zurda que “besó” el palo izquierdo de Jacobo Bachaninni.
Dominaron, pero no pudieron
En el complemento, los dirigidos por Fernández acapararon el dominio del encuentro y se hicieron dueños de las acciones de juego.
No obstante, la victoria final del local se justificó cuando en esta etapa comenzó a agrandarse la figura y toda la categoría de Gastón Moyano. El Chino aguantó y cabeceó cuanta pelota pasó por su sector.
También fue vital para entender el juego y los momentos del partido.
Los visitantes, por su parte, probaban de larga distancia, con pelota parada, con juego por las bandas, por el centro, y de mil maneras más, pero la valla defendida por Bachaninni continuaba incorruptible.
Quizás, en el balance final hay que decir que el Diablo mereció por lo menos el descuento, y que, como dice su DT, una vez más la suerte le fue esquiva (estrelló aproximadamente seis tiros en los palos en los últimos cuatro partidos).
Lo cierto es que entró dormido y lo pagó muy caro, y no pudo doblegar a su rival en ningún momento, llevándose a Tío Pujio una dura derrota que lo deja con escasas chances de clasificación.
Universitario por su parte se sacó de encima rápidamente un duro escollo y se afirma solitariamente en la punta, con la confianza que le dan los resultados y la alegría de saber que gran parte de estos puntos son producto de la actuación de sus juveniles.
El árbitro
Yoel Yúdica
Tuvo una aceptable actuación. Solo se le reprochó la gran cantidad de minutos (seis) adicionados al final del partido.
La figura
Francisco Monetto
Hizo los dos goles de su equipo y quizás pudo hacer más, aunque también hay que reconocer la gran actuación de Moyano y Brian Sanabria.
