Según miembros de la Regional 4 Villa María del Colegio de Ingenieros Civiles de Córdoba, el derrumbe “se podría haber evitado”. El riesgo de que se repita en otros puentes que unen a ambas Villas

En el marco de la polémica por el derrumbe de parte del puente Vélez Sarsfield, la Regional 4 Villa María del Colegio de Ingenieros Civiles de Córdoba (CICC) elaboró un informe que arroja más luz sobre lo acontecido, aportando información valiosa respecto a los factores reales que llevaron al lamentable desenlace.

En ese sentido, los profesionales nucleados en la entidad hicieron hincapié en que la caída “se podría haber evitado” y que se debió al “escaso o mal mantenimiento” del puente y su zona aledaña, lo que ocasionó cambios en la dirección y velocidad del flujo del río Ctalamochita en ese sector.

De acuerdo a esta mirada, el fenómeno incrementó los “efectos de erosión local en el cauce” y en consecuencia en las “pilas” (termino técnico con el que se designa a las columnas) de la estructura, las cuales terminaron por ceder.

Tres razones

“Hay tres puntos a subrayar, cada uno relacionado con el otro de forma directa y evidente. Primero, que la principal causa de la caída del puente Vélez Sarsfield fue la socavación de las pilas o columnas. Segundo, que esta socavación se produjo por un cambio de dirección del flujo del río, que pasó a concentrarse en un solo sector, que es justamente el de las pilas que cedieron. Y tercero, que este cambio de la dirección del flujo del río, esa modificación del cauce, es consecuencia de la falta de mantenimiento en general del puente y su área de influencia por parte de las entidades pertinentes”, enfatizó Hernán Estaurino, presidente de la Regional 4 Villa María del CICC.

Al respecto, el referente de la institución ubicada en bulevar Sarmiento y Mariano Moreno dio detalles sobre algunos de los errores que se fueron cometiendo desde la construcción del lindero puente Perón (en el año 2013).

“Entre otras cosas, el aumento de la erosión del cauce se produjo debido al taponamiento con escombros del sector del río ubicado en el margen de Villa Nueva. A ello se sumó la protección que se colocó para evitar la desestabilización de la pasarela de madera ubicada en el margen del cauce del lado de Villa María”, dijo.

“Esto provocó un estrechamiento aun mayor del cauce y un cambio de dirección del flujo, concentrando aún más el mismo por un solo sector, que es lo que finalmente termina erosionando las pilas. Es decir, que todo esto se podría haber evitado” explicó Estaurino.

¿Puede ocurrir en otros puentes de la ciudad?

A renglón seguido, los directivos de la delegación local del Colegio advirtieron sobre la posibilidad de que lo ocurrido en el puente Vélez Sarsfield se pueda repetir en otros puentes de la ciudad, como el Alberdi o el Isidro Fernández Núñez (o “Negro”), por ejemplo. Esto, debido a “contracciones de flujo del río”, que se realizan para “ganarle terreno al río” en los sectores aledaños, donde pasan a ubicarse calles, parques, clubes, viviendas o taponamientos de cauces.

“Se debe tener un especial cuidado con cada obra que se realiza en la zona del Ctalamochita, ya que los ríos son cauces naturales, que a pesar de que puedan parecer tranquilos, tienen un funcionamiento totalmente dinámico, y siempre están buscando su equilibrio”.

“Es por eso que como sociedad y como profesionales debemos procurar que las instituciones del orden público, como municipios, secretarías de recursos hídricos y universidades, por ejemplo, actúen adecuadamente para el control y seguimiento de nuestros recursos naturales y obras”, concluyó Estaurino.

“Un lugar peligroso”

Los concejales PRO de Juntos por Villa María, Karina Bruno y Omar Coutsiers, enviaron una nota al intendente Martín Gill expresando su preocupación por la situación de los puentes de la ciudad.

En la misiva, los ediles reclamaron que se realicen los controles pertinentes en el puente Isidro Fernández Núñez, conocido como “Puente Negro” que une las dos Villas y que a diario es transitado por miles de automóviles y peatones.

“Dicho puente es un estrecho paso vehicular y no deja espacio para cruzar a pie de un lado a otro del río porque la senda peatonal construida en uno de sus costados sufrió roturas y aumenta los riesgos de accidentes para los peatones, algunos ya sucedieron, como caídas de personas que se han lastimado”, precisaron los concejales, quienes consideraron que “es un puente peligroso desde todas sus perspectivas, no solo para peatones sino también para automóviles, motocicletas y bicicletas que pasan por allí”.

Ante reiterados pedidos de los vecinos, los ediles recorrieron el puente, donde notaron la falta de obras y el mal estado que presenta en el pavimento, en el camino peatonal y en la estructura que lo sostiene. Según dijeron, observaron que “las barandas que pretenden resguardar a los peatones de posibles accidentes están completamente dañadas, no son seguras, y mucho menos por donde pisan los ciudadanos, donde faltan caños y otros están rotos”.

“No queremos que ocurra una tragedia por la no actuación a tiempo del municipio, por ello nos urge su pronta inspección y reparación. A partir del crecimiento de algunos barrios residenciales, el puente comenzó a desgastarse y no han hecho con el mantenimiento”, indicaron.

Por otra parte, en la nota piden que se les informe cuándo fue la última vez que se realizaron los controles de estabilidad de la infraestructura del puente Vélez Sarsfield, ya que por su antigüedad deben realizarse periódicamente.