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Joven pianista local es becada por segunda vez

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Joven pianista local es becada por segunda vez
Clara al piano. Practica siete u ocho horas por día, aunque sea feriado, celebre su cumpleaños o esté en vacaciones

Con solo 16 años consiguió nuevamente que Mozarteum, la destacada institución de Buenos Aires, le solventara su capacitación con el concertista internacional Alexander Panizza

Clara al piano. Practica siete u ocho horas por día, aunque sea feriado, celebre su cumpleaños o esté en vacaciones

Podría haber elegido otro instrumento que tenía a mano en su casa, como el violín que le regaló su mamá (la violinista Alejandra Longo) a los 3 años. Pero no.

Su curiosidad, primero lúdica y luego artística, se orientó inexorablemente hacia el tradicional e imponente aparato armónico de cuerdas percutidas conocido como piano.

“Me gustaba sentarme y hacer que tocaba y leía las partituras”, comentó a EL DIARIO Clara Muñoz Longo. La talentosa joven villamariense, de 16 años, acaba de obtener su segunda beca consecutiva del Mozarteum de Buenos Aires, una prestigiosa institución musical privada sin fines de lucro que solventa monetariamente la capacitación completa de algunos de los músicos más destacados del país.

Y recibió tal reconocimiento debido a una esmerada y rigurosa combinación de placer por el instrumento y un sacrificado régimen de ensayos: “Practico entre siete y ocho horas por día, aunque sea feriado, haya cumpleaños o esté en vacaciones”, remarcó. Su ya concentrado horario semanal también se nutre de clases de Armonía, Historia de la Música e Inglés.

En rigor, desde los 4 hasta los 8, confiesa que “todavía no la tomaba tan en serio a la práctica”, como bien correspondía a su edad, pero luego su compromiso fue incrementándose en perseverancia y sistematicidad.

Incluso, su educación formal se vio afectada por el empeño depositado en horas al piano. “Los últimos tres años del secundario los rindió libres a través de un requisito especial y justificado que se presenta ante el Ministerio de Educación de la Provincia, como sucede con artistas y deportistas profesionales”, contó Alejandra.

 

“Un logro muy importante”

Para aplicar a la beca, Clara debió enviar una serie de videos con ejecuciones de obras para la selección, además de cartas de recomendación de concertistas reconocidos (Andrea Arese, la villamariense radicada en Estados Unidos, quien le diera clases a Clara años atrás, y Pablo Rocchietti, de Córdoba) y una carta de aceptación de su maestro particular, el concertista internacional Alexander Panizza (canadiense de padres argentinos).

“Haber sido seleccionada dos años seguidos es un logro muy importante”, señaló Fabricio Valvasori, violinista, profesor del Conservatorio, pareja de Alejandra y compañero de dueto en un par de actuaciones de Clara. “Esta vez fue elegida junto a un músico de Bahía Blanca y en 2016 junto a un artista del sur del país. Lo importante fue que el año pasado Clara resultó la única menor de 18 años en haber ganado la beca”.

Seguramente, su carrera que recién empieza a desplegar sus alas la llevará hacia otro nivel de perfeccionamiento y, quizás, otros escenarios fuera del país. “Todos nos dicen que en Argentina hay un techo para el crecimiento, así que somos conscientes de que tal vez tenga que seguir estudiando en el exterior”, indicaron los papás. Por su parte la joven, con sus amados Liszt, Mozart y Chopin sonando en su cabeza, sueña con tocar con orquestas importantes y tomar cursos con su ídolo: el prodigioso pianista ruso Evgeny Kissin, a quien no pudo ver en vivo cuando milagrosamente actuó en Argentina, años atrás.

Al final, se le preguntó si encontraba algo que, a pesar de su amor declarado, le molestara de la ejecución del piano. Ella respondió: “Lo único que tiene es que nunca tocás en vivo con tu propio piano porque no se puede trasladar. Entonces las teclas son distintas, el taburete es distinto, incluso ese instrumento suele tener otra calidad y tenés que adaptarte”.

Le espera toda una vida de perfeccionamiento y adaptación constante.

J.R.S.

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