Durante la actividad organizada por el Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (Ceprocor) y la Unidad de Vinculación Tecnológica de la UTN Villa María, tres bioquímicas abordaron la temática
La calidad del agua de consumo fue el eje temático principal de la jornada informativa que días atrás desarrollaron en conjunto el Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (Ceprocor) y la Unidad de Vinculación Tecnológica de la UTN Villa María.
Con la presencia de un centenar de asistentes (entre alumnos, docentes, funcionarios y referentes de cooperativas de agua o plantas potabilizadoras), la actividad contó con la participación destacada de especialistas que disertaron acerca del agua potable.
Vale resaltar que compartieron su saber con los presentes al evento las bioquímicas Soledad Miralles, Andrea Fernández y Patricia Lucero.
Las profesionales convocadas hablaron sobre el concepto y caracterización del líquido para consumo, legislación vigente provincial y nacional junto a parámetros que definen la aptitud del vital elemento.
Otro de los abordajes propuestos tuvo que ver con las características estéticas con impacto significativo sobre la aceptabilidad del agua (apariencia, sabor y olor).
Por último, también se profundizó acerca de los constituyentes microbianos y químicos del agua de bebida que pueden causar efectos adversos en la salud humana y el cálculo de valores de referencia para sustancias químicas.
El poder popular
«Lo que hicimos en la jornada fue dar un pantallazo general de lo que son las normativas establecidas en el Código Alimentario Nacional como en la Resolución 608/93 de la DIPAS (ambos marcos legales plantean las condiciones que deben observarse para que el agua sea apta para consumir), observando las comparativas entre ambas y para informar en general a la gente en el aspecto organoléptico del agua que no garantiza que la misma sea potable», explicó Fernández en diálogo con EL DIARIO.
«La calidad del agua depende de la región, pero en general los que la extraen tienen que tender a cumplir con la normativa ya que es lo que garantiza que la población consuma un producto de calidad en su domicilio», advirtió la especialista.
En cuanto a la legislación existente, la especialista indicó que existen parámetros más exigentes y otros de menor rigor.
«De todos modos la zona donde se produce la extracción es determinante, ya que en algunas áreas cordobesas existen varias concentraciones de contaminantes», subrayó la entrevistada.
«La calidad del agua en la provincia de Córdoba está controlada. No es un líquido malo, pero hay que tomar recaudos para evitar inconvenientes», aseguró la reporteada.
«En Córdoba hay gran cantidad de arsénico, pero puede controlarse si se cumplen con las normas», también manifestó.
«No tengo conocimiento si todas las cooperativas respetan los lineamientos legales, pero si no es así existen multas y otras acciones que obligan a las prestatarias del servicio a cumplir con lo prescripto por la ley», acotó.
«Creo que la gente está teniendo más conocimiento sobre la potabilidad del agua y se movilizan para que la misma esté en óptimas condiciones», expresó Fernández.
«La demanda de la gente junto a la responsabilidad que deben tener las cooperativas sobre este asunto, suponemos van a mantenerse en equilibrio a uno de los productos más importantes de la alimentación cotidiana», concluyó.
