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La mujer “hace un click cuando ve que corren riesgo sus hijos”

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La mujer “hace un click cuando ve que corren riesgo sus hijos”
“La violencia física tiene que ver también con la violencia psicológica que les ha imposibilitado trabajar o que les dificulta asistir al trabajo, en donde muchas veces son despedidas precisamente por la situación que viven”, dijo Raquel Rodrigo en la charla con EL DIARIO

Entrevista a la médica Raquel Rodrigo, la coordinadora del Polo Integral de la Mujer, que funciona desde octubre pasado

En los primeros cinco meses no solo llegaron al lugar mujeres que son víctimas, sino que también se vieron casos en que adultos mayores y personas con discapacidad sufren la violencia

Desde este mes habrá talleres y se pondrán en marcha los programas de terminalidad educativa. El espacio
funciona en donde históricamente estuvieron las monjas Adoratrices

El Polo Integral de la Mujer, abierto entre la provincia y el municipio en octubre pasado, tiene una demanda habitual que excede a los casos en los que la mujer es la víctima. También se detectaron cuadros en los que quienes sufren violencia son adultos mayores o personas con discapacidad. Y siempre hay una respuesta, según afirmó su coordinadora, la médica Raquel Rodrigo, al ser entrevistada por EL DIARIO.

El espacio está ubicado en calles Ramiro Suárez e Independencia, en barrio Carlos Pellegrini. Hasta fin de febrero sumó 686 atenciones y este mes abrirán talleres persiguiendo una salida laboral.

 

-¿Cuál es la demanda que presenta el espacio?

-Desde que abrimos, todos los días hay consultas que se efectúan “por primera vez”.

No todos son casos de violencia o de violencia extrema, pero la gente se llega a consultar, lo que me parece fantástico porque da la pauta de que comenzaron a conocer el lugar y que tienen un espacio para preguntar qué podemos hacer.

-¿Qué otros motivos de consulta, aparte de lo vinculado a la violencia, se observaron en estos meses?

-Habitualmente son problemas familiares, que no necesariamente tienen que ver con la violencia. Por ejemplo, situaciones económicas, de educación, casos que tratamos de analizar con una primera entrevista para luego canalizar hacia donde corresponda.

En lo que es violencia se trata, acompaña y aborda en el polo.

-¿Siempre hay una respuesta, ya sea derivando a otra área del Estado o institución?

-Sí, habitualmente existe, tanto para mujeres que están en situación de violencia como para las que no. Porque por ejemplo algunas personas que se encuentran en esa situación lo mismo necesitan derivaciones para un apoyo psiquiátrico cuando hay cuestiones de patología que las acompañan.

-¿Cuáles son los talleres que se ofrecerán y desde cuándo?

-Arrancarán en la segunda mitad de abril, como también la terminalidad escolar, con la guardería que servirá para que puedan dejar sus hijos con el fin de que puedan hacer los trámites, estudiar o trabajar. Estamos tratando de reforzar todo el acompañamiento.

Habrá talleres de fabricación de comidas; maquillaje profesional, que está teniendo buena salida laboral; otros que tienen que ver con costura, vinculado a lo industrial; peluquería y otros más que se articulan con centros a los que en algunos casos se derivan.

-¿Las dificultades laborales son un signo distintivo de los casos que llegan al espacio?

-No en todas, pero en una gran proporción, sino es en la mayoría, la violencia física tiene que ver también con la violencia psicológica que les ha imposibilitado trabajar o que les dificulta asistir al trabajo, en donde muchas veces son despedidas precisamente por la situación que viven. Los talleres vienen a reforzar la posibilidad de una salida de empleo.

-De acuerdo a lo que ha visto,  ¿cuál fue el disparador que llevó a la víctima a buscar ayuda?

-Hacen un click después de muchas consultas o muchos intentos de denuncia cuando se ven involucrados sus hijos, cuando ven que corren riesgo de violencia. Y otras veces cuando han estado tan graves que sus vidas han corrido riesgo, entonces toman la decisión de protegerse a ellas mismas y sus familias.

-¿Han detectado que los hijos e hijas también son víctimas directas de un agresor?

-El machismo, la conducta patriarcal, hace que el poder desterrar todo esto nos lleve un tiempo. Habitualmente las personas que son violentas vienen de hogares violentos, o disfuncionales al menos. Pretendemos desde nuestro rol poder cambiar esto, inculcarle mejores hábitos, bregar por el cambio de paradigma en género, entre otras herramientas para que esto cambie.

-¿Quién es el victimario en general? ¿El compañero actual o el ex, o también se presentaron casos en los que el violento es otro familiar?

-Se está viendo mucha violencia intrafamiliar y en ese sentido hay que tener en cuenta a los adultos mayores que la sufren de parte de familiares, y también a personas con discapacidad. Y claro, el niño o la niña dentro de estos ámbitos. Pero en el caso de la mujer por lo general el que ejerce la violencia es el varón.

-¿El Polo actúa también cuando la víctima no es la mujer?

-Sí, sí, han llegado casos y hemos actuado.

-¿Hubo pedidos de ayuda o denuncias de personas que no tienen vínculo directo con la víctima pero que conocen la situación que está atravesando, por ejemplo un vecino que escucha episodios violentos?

-Sí, nos ha sucedido. Hay muchas llamadas al 144. En estos casos les damos las indicaciones para que puedan actuar. Si uno ve estos casos tiene que llamar a la Policía, que inmediatamente concurre. Nosotros estamos observando que hay un accionar más rápido  a partir de la Justicia. Después de allí se abren los disparadores para que el Polo concurra, para que se pongan en marcha las acciones sanitarias, que es lo primero que tenemos que pensar, y demás.

-¿La denuncia puede ser anónima?

-Hay que llamar a la Policía y dar el domicilio, la Policía sabe cómo proceder. De todas formas tenemos teléfonos de guardia, de 8 a 20 todos los días. Si llama algún vecino que ve una situación de violencia  encontrará una orientación de cómo proceder.

-¿Hay alguien que pueda dar una respuesta en el Polo durante la madrugada?

-Sí, porque hay guardia las 24 horas, por parte del Servicio Penitenciario. De alguna forma nosotros nos enteramos.

-¿El refugio temporario de planta alta ha sido utilizado?

-Recordemos que ese ámbito es destinado solo a mujeres que se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad con riesgo y que no tienen redes. En Villa María tenemos algo positivo, el hecho de que es una comunidad donde existen las redes, lo que ha generado que sean pocas las internaciones que hemos tenido y eso es bueno.

-¿Las que hubo, cuánto duraron?

-No más de cinco o siete días, hasta que se acomodó lo legal y se barajaron alternativas.

-La sede era muy conocida por la labor que realizaban las Hermanas Adoratrices. En estos meses, ¿hubo demanda vinculada a trata o prostitución?

-No, no. No hubo este tipo de consultas, creo que para esos casos han concurrido a la casa de barrio La Calera (que tiene Vínculos en Red).