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Llegó a la ciudad escapando de su expareja y para luchar por su hija

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Llegó a la ciudad escapando de su expareja y para luchar por su hija
Miriam tiene 41 años y llegó a la ciudad escapando de los intentos de homicidio de su expareja
Miriam tiene 41 años y llegó a la ciudad escapando de los intentos de homicidio de su expareja
Miriam tiene 41 años y llegó a la ciudad escapando de los intentos de homicidio de su expareja

A Miriam Orosco su pareja la golpeó e intentó matarla, luego de que ella descubriera que su hija había sido abusada. Desde Vínculos en Red intentarán protegerla y ayudarla

Miriam Orosco llegó a Villa María desde General Levalle el viernes por la noche huyendo de varios intentos de homicidio que su expareja tuvo contra ella, según ella narró a EL DIARIO.
Miriam llegó a cobijarse en la casa de Alicia Peressutti, titular de la ONG Vínculos en Red, y desde aquí continuar la lucha de  hace casi 10 meses por recuperar a su hija.
Entre otras cosas, afirmó que el miércoles tirotearon su casa, que hace dos meses no sabe nada de su hija… Está desesperada.
Miriam comenzó a relatar el martirio por el que está atravesando, remontándose al día en que su pareja pasó a ser su expareja, luego de una golpiza.
“El 27 de octubre del 2014 mi expareja, Mario Cerioli, junto a sus padres, me arrebataron a mi hija. Previo a esto, a fines de septiembre de ese año se descubrió que mi hija había sufrido un abuso, que ellos quieren ocultar. Ese día, crucé con mi hija a la casa de sus abuelos, los padres de mi ex, y me la metieron adentro de la casa y no me la quisieron entregar. Entre el papá y el abuelo me sacaron a los empujones y me llevaron a la que, hasta ese momento, era nuestra casa. Me golpearon, perdí el conocimiento por asfixia; el papá de él me pegaba también. Ese día él se fue de mi casa; hasta ese día no estábamos separados, hacía 14 años que estábamos juntados”, recordó Miriam.
Esto sucedió a raíz de que, semanas antes comenzó a notar en su hija cosas que la alertaron. “Notaba en mi hija mucha irritación en sus partes íntimas, y que empezó a hacerse pis, que no estaba cómoda en determinadas situaciones. Ante esto, y después de que le hicieran estudios y no encontraran nada, fui a ver a la doctora Noelo, quien fue mi ginecóloga y él no me acompañó. Cuando vimos lo que pasaba lo llamé y le dije que alguien estaba abusando de la nena, entonces denuncié al entorno, no a él directamente, sino hasta a mí misma, para que investigaran correctamente”, relató.
“Me quieren sacar a mi hija porque saben que si está conmigo, en algún momento va a hablar y va a contar todo”, aseguró la mujer de 41 años, quien en cada tramo de la historia advierte que “mi expareja tiene apoyo político, apoyo del intendente del pueblo Miguel Veliz y de la Policía”.
Aquel 27 de octubre fue interminable para Miriam. Dijo que luego de ser golpeada, esa misma noche la pasó detenida: “Me enviaron un comisario, Mario Guzmán, a buscar los estudios de la nena. Fui a la Comisaría, entregué los estudios y me dejaron detenida en un calabozo toda la noche, sin tener denuncia ni absolutamente nada. Al otro día me transportaron en un móvil hasta Laboulaye, me llevaban hasta la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), donde ya estaba mi marido, suegros e hija”.
Según contó, en SENAF, “Ester Rodríguez, delegada de Laboulaye, le entregó la nena a los abuelos, y me pidieron pericias psiquiátricas, y tratamiento”. De todas formas, “ese mismo día, el comisario Sarmiento me llevó al hospital para las pericias, me dio todo bien, y recién ahí me vio un médico, porque estaba toda golpeada, y le dio el certificado a Sarmiento, que dice que lo perdió”.
“En ese momento que me sacaron a mi hija ya tenía una psicóloga que puso la familia, que hasta el día de hoy extiende certificados y da informes de que mi hija no me quiere ver”, relató visiblemente angustiada.
Pero, como si no hubiera sido suficiente el sufrimiento, comenzaron las amenazas e intentos de agresiones. “El papá de la nena comenzó a amenazarme en abril, porque yo indagaba cada vez más. Después de haber hecho la denuncia en la Fiscalía de Laboulaye y que pasaran seis meses sin investigar, me fui a Córdoba al fiscal general Alejandro Moyano. Unos días antes, el papá de la nena intentó atropellarme con una camioneta. El 22 de julio volvió a intentar atropellarme con otro vehículo. Tengo testigos, denuncia y no encuentro respuesta ni del fiscal ni de la Policía”, narró.
Pero esto no quedó ahí, sino que el miércoles pasado “sufrí un atentado en mi casa, me la tirotearon y a raíz de eso, la Policía le avisó esa madrugada a mi expareja de lo que había pasado y se escapó del pueblo, y el viernes mi hija desapareció del pueblo también, yo hace dos meses que no sé nada de ella ni puedo verla”.
Fue la misma ginecóloga, la doctora Noelo, quien contactó a Miriam con Alicia Peressutti. “Me dijo que me viniera urgente. El viernes llegué acá”, aseguró.
El relato de Miriam es extenso y está cargado de pedidos de justicia. Su vida está en riesgo, de su hija, “que fue abusada”, no sabe nada, y carga con la impotencia de saber que Estado y Policía le han dado la espalda. Desde aquí, intentará continuar su lucha. “Mi hija está en peligro en este momento con esa familia. Temo por mi vida, quiero justicia, recuperar a mi hija y saber que no corre riesgo. Estoy diciendo a gritos que quieren matarme, hasta cuando habrá tanta impunidad”, cerró.
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