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Los condenaron a cuatro años por narcomenudeo y por abuso sexual

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Los condenaron a cuatro años por  narcomenudeo y por abuso sexual
Marcos David Tulián admitió haber abusado sexualmente de una joven de su entorno cuando estaba durmiendo

 

Juicios abreviados – Penas de prisión efectiva para un albañil y un peón estibador

Primero Sergio Reynoso y poco después Marcos Tulián. Los dos convictos, domiciliados en Villa Nueva, confesaron los hechos que se les atribuían. En ambos procesos intervinieron el juez René Gandarillas, el fiscal Francisco Márquez y el defensor Jorge Bustos

 

Sergio “Gaina” Reynoso fue condenado a cuatro años de prisión por tener cocaína para la venta, cuando fue detenido, en abril de 2017. Con buena conducta y una pericia psicológica favorable, podría obtener la “libertad condicional” el 15 de diciembre de 2019

Dos villanovenses fueron condenados ayer en los Tribunales de Villa María, en sendos juicios abreviados que fueron presididos por el camarista René Gandarillas, aunque bajo distintas calificaciones legales.

Se trata de Sergio Ramón Reynoso (48), alias “Gaina”, y Marcos David Tulián (29), quienes recibieron penas de cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo al cabo de dos procesos orales sustanciados en la Cámara del Crimen, aunque una de las audiencias se realizó a puertas cerradas porque el hecho investigado era de instancia privada.

Tanto Reynoso como Tulián -cada uno a su turno- se declararon culpables de los delitos que se les atribuían y por los que se encuentran detenidos desde abril de 2017 y noviembre de 2016, respectivamente.

Además del juez Gandarillas, en los dos procesos intervinieron el fiscal Francisco Márquez y el abogado Jorge Bustos, quien ejerció la Defensa de ambos convictos. Y producto de un acuerdo previo entre el acusador público y el letrado villanovense, las dos audiencias se realizaron bajo la modalidad de trámite abreviado, con lo cual se omitió la recepción de pruebas testimoniales en la sala del quinto piso.

Fue así que, tras la lectura de las piezas acusatorias en uno y otro juicio (tareas que estuvieron a cargo de los secretarios Gabriela Sanz y Guillermo Picco), primero Reynoso y más tarde Tulián confesaron los hechos por los que fueron procesados.

 

Cocaína para vender

En el primer juicio se ventiló un caso de narcomenudeo desbaratado el 15 de abril del año pasado, cuando en el camino que conduce al paraje Monte Los Lazos (pasando el ingreso a la Fábrica Militar) la Policía observó la actitud sospechosa de un motociclista que se encontraba parado sobre la banquina.

Al percatarse de la presencia de los uniformados, el sujeto se dio a la fuga por caminos rurales de la zona, por lo que se inició una persecución que concluyó pocos minutos después a raíz de un accidente de tránsito.

En efecto, el conductor de la moto, luego identificado como Sergio Reynoso, perdió el control del rodado y cayó violentamente sobre el camino, produciéndose serias lesiones (sobre todo en sus miembros inferiores) que lo obligaron a tener que utilizar muletas para movilizarse, incluso en la actualidad.

Luego de asistirlo a raíz de las heridas sufridas, los policías le incautaron un envoltorio que contenía 12 gramos de cocaína, por lo que se inició un proceso judicial en el que terminó acusado por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.

Bajo esa calificación legal llegó a juicio y, luego de admitir que la droga era suya y que la tenía para la venta, Reynoso recibió una pena de cuatro años de prisión.

Antes de ser detenido, este albañil se domiciliada en Intendente Reyno 720, en barrio Nicolás Avellaneda de Villa María, y cuando le preguntaron el porqué de su singular apodo, dijo que es hincha de River y, por ende, le dicen “gallina”, aunque con una deformación de esa palabra, propia del modismo cordobés.

En materia de antecedentes, el abogado Bustos señaló que su cliente registra una condena impuesta a fines de los años 80 por un robo, aunque sin aportar mayores detalles al respecto. Sin embargo, aquella sentencia fue totalmente cumplida.

 

Manoseó a una joven

El segundo juicio se realizó a puertas cerradas, pese a lo cual pudo saberse que el hecho que llevó a Tulián a la cárcel se produjo en noviembre de 2016 en la vivienda que ocupaba este peón estibador, ubicada en San Luis 870, en barrio La Floresta de Villa Nueva.

Una noche llegó drogado y, aprovechando que una joven de su entorno familiar se encontraba durmiendo, le bajó la bombacha y la manoseó groseramente en la cola.

La víctima se despertó y se produjo un incidente de grandes proporciones en el que participaron otros miembros de la familia. Poco después, la joven abusada (de 21 años) llamó a la Policía para denunciar el hecho, por lo que Tulián fue detenido momentos más tarde, acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante”.

Como se trata de un convicto primario, Tulián podrá solicitar la “libertad condicional” cuando cumpla dos terceras partes de la condena (es decir, dos años y ocho meses), con lo cual estaría en situación de ser excarcelado en julio de 2019.

Sin embargo, para que el trámite prospere deberá observar buena conducta y sortear con éxito una pericia psicológica que lo declare apto para reinsertarse socialmente.

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