El jefe de Gobierno porteño fue votado por el 44,66% de los vecinos y le sacó 8.606 votos a Daniel Scioli, quien obtuvo el 29,17%. Massa logró menos porcentaje que De la Sota y como cuarta fuerza quedó la izquierda
Así como se registró en las PASO, el frente Cambiemos, que lidera Mauricio Macri, se impuso en las urnas por una elección a presidente en Villa María, aunque esta vez con una gran diferencia, en otra jornada cívica sin inconvenientes.
El actual jefe de Gobierno porteño logró en la ciudad el 44,66% de los votos, muy por encima del 29,17% que registró Daniel Scioli en el Frente para la Victoria. Tercero terminó el espacio UNA, de Sergio Massa, con el 18,22%, es decir, siete puntos menos de los que sacó José Manuel de la Sota en las PASO.
Más atrás vienen las otras fuerzas, de las cuales se destaca el cuarto lugar que ocupa el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, donde el hijo del imprentero villamariense, Nicolás Del Caño, logró el 3,33% y quedó por encima de Progresistas, que llevaba como vicepresidente a otro villamariense, Miguel Olaviaga, acompañando a Margarita Stolbizer. Esta fuerza consiguió el 2,60% de los votos y dejó en el último lugar al partido de Adolfo Rodríguez Saá (Alianza Compromiso Federal), que registró un 2,02%.
De acuerdo a los cómputos oficiales, en la ciudad votaron 55.565 ciudadanos y fueron 24.817 los que se inclinaron por Macri, superando por 8.606 votos a Scioli, que sumó 16.211 sufragios.
Vale recordar que cuando Villa María eligió intendente, el Frente para la Victoria, que llevaba a Martín Gill, obtuvo un 48,5% de los votos, pero el escenario cambió esta vez para la Presidencia.
El “aluvión amarillo” se hizo sentir en toda la ciudad ni bien comenzaron a surgir datos desde las mesas, algunas de las cuales registraban cerca de 100 votos de diferencia entre los máximos candidatos.
En ese marco, cuando se dieron los resultados finales hubo festejos en la sede de calle 25 de Mayo (frente a la central de EPEC), con el referente de Cambiemos, Darío Capitani, encabezando los cómputos, mientras se acercaban algunos dirigentes radicales que también habían apostado por el candidato porteño.
Desde temprano, Capitani se mostró confiado en una buena elección en Villa María. Acompañado de su esposa, fue a votar con una amplia sonrisa, mientras desde su espacio trabajaba en el boca de urnas que, al caer la tarde, manejaba una diferencia de cinco puntos. Pero para su mayor satisfacción, esa diferencia se amplió en el resultado final.
Por la noche, globos de todos los colores se movían en la sede con algunos seguidores macristas exaltados y entusiasmados.
Mientras, en el búnker peronista, en la calle Mitre, la derrota dejaba una preocupación que no se ocultaba en los rostros y en la falta de palabras.
El saldo positivo de todos es que la jornada cívica en la ciudad fue limpia, sin problemas y con suma tranquilidad.
