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Mauro, ovacionado en su despedida de  Vancouver

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Mauro, ovacionado en su despedida de  Vancouver

Fue reconocido por todo el estadio en el minuto “7”,  el número que siempre lo identificó

El villamariense, con 37 años, cerró una magnífica etapa de siete años en el fútbol de los Estados Unidos y, en las próximas semanas, volverá a la ciudad para definir su futuro

 

“He estado lejos de casa desde que tenía 15 años. Es un largo tiempo”. Fueron las palabras del villamariense Mauro Rosales quien, a los 37 años y después de dejar una notable marca en el fútbol de los Estados Unidos, volverá a casa, a estar con los suyos y decidir su futuro.

¿Seguirá jugando? o ¿se cumplirá el sueño de verlo jugar otra vez en Villa María?… son incógnitas que se abren en su cercano retorno al país de quien es el único villamariense medallista de oro en los Juegos Olímpicos.

Lo que sí está claro es que continuará ligado al fútbol porque, entre sus propósitos, está el perfeccionar a jugadores jóvenes y transmitirles la enseñanza que le brindaron sus más de 18 años de carrera en el máximo nivel.

Por lo pronto, el último miércoles, y a miles de kilómetros de Villa María, el exjugador de la selección nacional recibió una extraordinaria despedida por parte de su actual club, y lo que remarca su valor como futbolista profesional y, esencialmente, como persona.

Vancouver Whitecaps jugaba con Earthquakes de San José (igualó 2 a 2), y al minuto siete –el número de camiseta que siempre lo identificó- apareció la cara de Rosales en la pantalla gigante del estadio B.C. Place, y los fanáticos de la entidad canadiense se “pusieron de pie para saludarlo con vítores y aplausos”, como remarca el artículo publicado en el medio The Province, de Canadá.

El, a un costado del campo de juego y vestido de civil, saludó a todo el estadio y mostró su agradecimiento, emocionado.

Tal vez fue la última escena de Rosales en la Major League Soccer. Llegó en el 2011 para sumarse a Seattle y, por siete años, tuvo un recorrido notable, con títulos incluidos y premios individuales, que le valió un reconocimiento de todas las ligas de los Estados Unidos, al punto que es un referente para todos los latinoamericanos que llegan a ese fútbol que, vale remarcar, a él también lo enamoró, por su organización, seriedad y competitividad.

En un extracto de la nota publicada en The Province de Vancouver, que hace referencia a su despedida de los Whitecaps del último miércoles, Mauro hizo referencia a lo que podría venir y aunque no hay nada en concreto, en el artículo firmado por jadams@postmedia.com se deja entrever que un “lindo adiós a mi carrera futbolística” es jugar donde todo comenzó “cuando era un niño”.

Rosales, además, apuntó que “tengo ofertas de algunos equipos que pasé en mi carrera, oportunidades para ayudar a desarrollar academias y todo eso. Prácticamente será lo mismo que lo que estoy haciendo ahora, sin jugar”.

“Quiero seguir aprendiendo sobre fútbol y sobre todo lo que implica este deporte. El cuerpo me dice que todavía puedo jugar, pero no al nivel que me gustaría”, apuntó.

 

Elogios

En la nota, publicada el último jueves en dicho medio de comunicación canadiense, se remarca la profesionalidad del villamariense, y su desempeño en la Major League Soccer.

En cuanto al primer punto, se valora su “influencia” en el vestuario y su trabajo con los jugadores jóvenes de la franquicia canadiense, pese a los pocos minutos que le tocó actuar en la “temporada baja” (o fase regular, previo a los playoffs), esta última etapa.

Mientras que del desempeño de Mauro en dicha liga, que año a año continúa mostrando un crecimiento deportivo sobresaliente con figuras de relieve internacional, se apuntó que “Rosales llegó a la MLS con los Seattle Sounders en 2011, siendo nombrado novato del año después de anotar cinco goles y terminar tercero en asistencias con 13. Quedó como líder de asistencias de todos los tiempos del equipo previo a ser intercambiado a Chivas USA, antes de unirse a los Whitecaps en 2014. Su creatividad en el mediocampo y las entregas en los tiros libres, lo hicieron acreedor a los fanáticos, pero fue su función fusionando el vestuario lo que lo mantuvo con el equipo”.

En el país del norte ganó dos Copas Abiertas de Estados Unidos, una canadiense Open Cup y el título MLS de la temporada regular con Dallas en 2016.

En la parte final de la nota, en tanto, Mauro manifestó que “los recuerdos (de su carrera) que tengo son todos de felicidad y pasión”, y también describió que del fútbol «extrañaré esa parte, perderé el vestuario, pero seguro que estaré involucrado en el fútbol, porque es lo que amo, lo que me apasiona. Todo se moverá un poco a la próxima etapa (de la vida)”, cerró.

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