Previo a encabezar una charla taller en la Medioteca, Myriam Toscano , coordinadora de Salud y la Mujer, Género y Diversidad de La Rioja, dialogó con EL DIARIO

Dijo que el hombre “también está afectado por la cuestión de género”. Advirtió que remplazar un patriarcado por un matriarcado “no sería igualdad”

“Hay varones que tienen muy claro por qué estamos luchando las mujeres, quieren la igualdad como nosotras y son más feministas que muchas mujeres”, sostuvo la doctora Myriam Toscano, coordinadora de la Unidad de Salud y la Mujer, Género y Diversidad de  La Rioja, quien encabezó ayer una charla taller en la Medioteca Municipal Mariano Moreno en un evento organizado por la delegación local de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).

Previamente, dialogó con EL DIARIO y sostuvo que, como sociedad, “estamos caminando”, empezando a comprender que el enfoque de género influye en todos los ámbitos y en tratar de empezar a identificar o profundizar la visibilización de los derechos sexuales y reproductivos que “tienen todas las personas y que son parte de los derechos humanos”, así como en “ver en qué medidas son vulnerados”.

“Estamos caminando y caminamos fuerte. A veces un poco más y a veces más lentos. Tenemos una ley de 2002 por la cual se creó el programa de salud sexual y procreación responsable y eso nos dio un gran impulso. Hasta ese momento, el país no tenía acceso a anticonceptivos en forma gratuita, y a partir de la misma, esto debería garantizarse en todos los aspectos”, repasó.

“A partir de eso, todas las obras sociales tienen que cumplir con ese requisito a través del Programa Médico Obligatorio (PMO) y no se han dejado de dar avances en este sentido. Tenemos las leyes de matrimonio igualitario, de identidad de género, de anticoncepción quirúrgica, de educación sexual integral. El marco legal es importantísimo y la ley de identidad de género es única en el mundo”, resaltó.

Advirtió que a todo esto “hay que llevarlo a la práctica de los servicios de salud y de las instituciones educativas” y lograr que “la gente conozca, se empodere y pueda, a partir de eso, ejercer sus derechos”.

En este sentido, ante una pregunta, admitió que “los prejuicios y la discriminación no dejan de estar en algún lugar en las personas en forma individual y colectiva”, pero recalcó que “cuando hay movimientos que van en contra de esos prejuicios, que luchan para erradicarlos y que hay un marco político que avala, eso se problematiza y se busca superarlo”.

“Tenemos que hacer un trabajo diario de replantearnos y revisar nuestras prácticas, incluso como madre, padre, docente, médico, desde el lugar que nos toque actuar en la sociedad para darnos cuenta y modificar. Ponernos los anteojos de género y empezar a mirar diferente”, subrayó.

-¿Qué dejaron las masivas movilizaciones del pasado 8 de marzo en distintos puntos de la Argentina?

-Vemos con mucha alegría que estamos fuertes, creciendo y que muchos varones acompañan. A esto lo remarco porque sé que hay algunas corrientes que pedían que no acompañaran. Para nosotros, todo lo contrario, nos encanta que acompañen. Hay varones que tienen muy claro por qué estamos luchando las mujeres, quieren la igualdad como nosotras y son más feministas que muchas mujeres.

-Precisamente sobre eso le iba a consultar. Algunos grupos consideran que los hombres no debemos estar en esta lucha.

-El hombre también está afectado por la cuestión de género. Así como sexo y género no son lo mismo, género y mujer no son lo mismo. Lo que pasa es que en la distribución de poderes las mujeres fuimos perjudicadas históricamente. Si nos ponemos a analizar, el varón también tiene un montón de mandatos culturales y sociales que cumplir: tiene que ser el proveedor, el fuerte. Si bien tiene un montón de privilegios porque tiene espacio público, tiempo libre y todo su trabajo remunerado, a diferencia de la mujer, tiene otra serie de mandatos.

Preguntemos a varones de otras generaciones si podían llorar, si podían expresar sus sentimientos, ser sensibles, sin que se los etiquetara de alguna manera discriminatoria. Hoy mismo ocurre, aunque tengamos la ley de identidad de género. Por eso es un ejercicio diario repensarnos.

El varón tiene que estar y poder empezar a analizar también estas cuestiones y darse cuenta que lo perjudica y que la igualdad nos va a beneficiar a todos.

-Muchas mujeres piden el fin del patriarcado mientras que otras buscan también generar un matriarcado. ¿Qué consideraciones realiza?

-No sería igualdad. Abajo el patriarcado, pero vamos todos iguales.

Consideró que respetando la niñez trans se construye un mundo con menos violencia

“A la niñez trans hay que respetarla y darle un lugar para que se desarrolle igual que toda otra niñez”, evaluó Toscano cuando EL DIARIO le consultó sobre el tema.

“El día que dejemos que los niños y niñas se expresen como sienten tendremos, en principio, menos sufrimiento, menos depresión y una expectativa de vida superior, porque sabemos que las personas trans viven solo 35, 40 años”, subrayó la especialista, y agregó: “Sobre todo, vamos a tener un mundo mucho menos violento”, porque analizó que las personas son violentadas al no poder expresar su género autopercibido, lo que trae consecuencias.

“Todo ese resentimiento, esa angustia, esa violencia que sufren todas esas personas desde el ámbito familiar primero y en la escuela después, va generando personas infelices y en algún momento surge un resentimiento”, explicó.

En este marco comentó lo que sucede, por ejemplo, en el jardín de infantes: “Esto de que se tengan que ubicar varones con varones y mujeres con mujeres, cuando están sintiendo que no nacieron en el cuerpo que les identifique con el género autopercibido genera personas infelices”.

“Son desafíos que todavía tenemos pendientes”, reflexionó.

Expresar lo que se es

La profesional afirmó: “A pesar de que existe la ley de identidad de género pensando en la salud, porque tiene que garantizar la provisión de medicamentos, hormonas y de cirugías que ayuden a las personas a expresar la identidad de género autopercibida, para esto hay que ser mayor de edad, por lo que todavía no estamos llegando (por lo menos legalmente) a la niñez y a la adolescencia”.

Consideró que “se puede hacer mucho” para atender a la niñez trans y llamó a “acompañar”, a que los jardines de infantes “terminen con el rincón de nenas, de nenes” y con la típica  asignación de colores (azul ellos, rosa ellas), “posibilitando que exprese cada uno lo que es”.

Aborto: primero, “atender el marco legal vigente”

Consultada sobre cuáles son los elementos que necesariamente hay que tener en cuenta en la discusión por la despenalización del aborto, Toscano señaló que primero se debe atender el marco legal vigente y luego también el enfoque de género y de derechos humanos.

“No hablo desde mi opinión personal. Es un derecho humano poder elegir sobre el propio cuerpo; ocurre que son autonomías que la mujer no está acostumbrada a ejercer ni el resto de la sociedad acostumbrada a permitírselo”, declaró.

“La primera autonomía es la física, es decir, disponer del propio cuerpo, autonomía económica, política y social, entonces, desde ahí hay que pensarlo”, interpretó.

Y enfatizó en el marco de derecho y el marco legal: “Desde 1921 dice que toda mujer tiene derecho a interrumpir su embarazo cuando ponga en riesgo su vida, su salud, cuando haya sido violada o cuando tenga una discapacidad mental grave”.