Por disposición del Tribunal Superior de Justicia, la Cámara del Crimen de Villa María debió discutir un nuevo monto de pena por el atentado registrado hace una década
Se dio por una cuestión técnica, ya que la escala penal se había incrementado erróneamente por un agravante que para el máximo órgano judicial de la provincia no correspondía

Escribe: Diego Bengoa
Fotos: Roberto Zayas
DE NUESTRA REDACCION

El 25 de junio de 2010, Sebastián Eve fue condenado a 15 años de prisión por intentar matar al exdirigente sindical villamariense Alejandro Roganti, a quien el 14 de abril de 2008 le había acertado cinco disparos a quemarropa y errado uno cuando abrió la puerta de su casa, en barrio Rivadavia de esa ciudad, para ver quién había golpeado.
La pena se unificó en ese momento en 18 años, porque se la amoldó a otra sentencia, recibida por otro hecho, dictada en 2005.
Ayer, la Cámara del Crimen de Villa María redujo la sanción por el caso Roganti: de 15 años se bajó a 11 años y 4 meses. Unificado este nuevo monto con la sentencia de 2005 (que, como se dijo, nada tiene que ver con este atentado), se le impuso finalmente una condena de 14 años y 4 meses, y al igual que en 2010 se lo declaró reincidente.
Este último dato no es menor, ya que por esta razón no podrá gozar de la libertad condicional, la que se puede lograr generalmente al cumplirse dos tercios del tiempo entre rejas.

Por qué

Tal como anticipó EL DIARIO ayer, la Cámara en lo Criminal  debió realizar una audiencia para discutir el monto de la pena a Eve, ya que el Tribunal Superior de Justicia consideró que la escala penal que se tuvo en cuenta en 2010 al momento de sancionarlo fue errónea.
Eve fue sentenciado por tentativa de homicidio y se había agravado el encuadre legal por el uso de arma de fuego. Al hacer lugar a un recurso de revisión planteado por la defensa del interno, el máximo órgano judicial de la provincia sostuvo que no puede agravarse  la calificación teniendo en cuenta que el delito tentado (afortunadamente no se consumó, ya que Roganti salvó milagrosamente su vida) tiene como pena la prisión perpetua, y no hay nada más grave que la misma en la Argentina.
La escala penal por el homicidio calificado por alevosía en grado de tentativa va de 10 a 15 años de cárcel. Por el uso de arma de fuego, en 2010 se incrementó el máximo en un tercio, entonces el límite se fue a 20 años. Entre esos parámetros, los jueces villamarienses condenaron a Eve aquella vez a 15 años. “Fue el 75% del máximo”, evaluó ayer el fiscal Francisco Márquez, y teniendo en cuenta esa medida, es que solicitó una nueva pena de 11 años y 4 meses, precisamente el 75% de la escala máxima, que es de 15 años y no de los 20 a los que se corrió la posibilidad anteriormente por el agravante al usarse un arma de fuego.
El pedido del acusador público en la audiencia registrada ayer cerca de las 10 de la mañana fue compartido por Francisco Argarañaz, asesor letrado de Tribunales que participó patrocinando a la víctima, Alejandro Roganti, cuyo abogado Luis Juez no pudo estar presente.
Mientras tanto, la defensa de Eve, representada en Alejandro Dragotto, planteó una “ligera morigeración”, pidiendo que no se  lo prive de la libertad durante más de 11 años y que con la unificación no supere los 14. Apuntó que esta reducción  “no es trascendente” en comparación a lo solicitado por Márquez, pero “será un aliciente” para Eve “para que continúe en la buena senda”, haciendo hincapié en el objetivo de la prisión, que es la reinserción social (ver recuadro).
Finalmente, tras una pausa para deliberar, los jueces René Gandarillas, Eve Flores y Félix Martínez dictaron un fallo que significó 11 años y 4 meses, unificado con la condena de 2005 en 14 años y 4 meses, con declaración de reincidencia.
Roganti se retiró tranquilo.

Alejandro perdonó a Eve y pide por el autor intelectual
“Mi familia y yo no tenemos inconvenientes con Eve. Lo hemos perdonado. Me alegro de que el sistema carcelario funcione, en buena hora que es así, y que el señor tenga acceso a los beneficios que le da la ley”, fue lo primero que dijo Alejandro Roganti durante la audiencia, cuando el juez Gandarillas le señaló que podía expresar lo que quisiera.
Con su esposa Analía Lynch sentada cerca (en primera fila), Roganti reclamó el esclarecimiento de la autoría intelectual del hecho.
Ante la mirada de los jueces y del fiscal, el exdirigente de Luz y Fuerza recordó que en 2010 la Cámara del Crimen de Villa María instó a la Fiscalía de Instrucción (por entonces a cargo de Daniel Del Vö) a investigar la instigación del atentado, y que luego una Cámara en lo Criminal de Córdoba, al momento de sentenciar a Maximiliano Eve, hizo lo mismo ya dando nombre y apellido de los posibles autores: Eduardo Brandolín y Miguel Valente, de la cúpula del poderoso sindicato. Roganti dijo estar “conforme” con lo que viene haciendo en los últimos tiempos el fiscal René Bosio, quien recibió el caso tras el paso de los fiscales Del Vö y Silvia Maldonado, quienes nunca imputaron a nadie por el suceso.
“Bosio le dio mucho dinamismo a la causa, y quiero aprovechar para pedir que con el mismo ahínco, esfuerzo, empeño y garantías se llegue a esclarecer”, demandó Roganti.
Luego de la audiencia, abordado por la prensa, manifestó: “Tengo altas expectativas de que esto tendrá resultado a corto plazo. El fiscal viene trabajando mucho. Confío encontrar el resultado que estamos esperando”.

Ya tiene salidas transitorias, pero no podrá obtener la condicional
Sebastián Eve pidió “disculpas” por el atentado, al hablar ayer en la Cámara del Crimen previo al dictado del fallo.
“Estoy estudiando Enfermería, no soy más el de antes, he cambiado un montón”, señaló quien fue condenado junto a su hermano Maximiliano por el brutal ataque a balazos sufrido por Alejandro Roganti el lunes 14 de abril de 2008 en su casa de barrio Rivadavia de Villa María.
Su abogado, Alejandro Dragotto, intentó que la nueva pena sea algo menor a los 11 años y 4 meses solicitados por el fiscal Márquez y la Querella. Para eso sostuvo que en 2010 se lo penó a 15 años reconociendo “el disvalor de su conducta”, pero hizo hincapié en que en el transcurso del purgado de la pena su defendido modificó su forma de actuar. “El interno está alojado en una cárcel semiabierta, regida por su autodisciplina, con conducta ejemplar, terminó el curso de gasista y estudia Enfermería”, indicó.
En este marco interpretó que si la pena no superaba los 11 años la cuestión sería “un aliciente” para que Eve continuara comportándose correctamente. El fiscal no aceptó y los jueces tampoco.
En ese contexto se conoció que Sebastián Eve goza de salidas transitorias “con fines familiares y educativos”. Tras la audiencia, consultado por EL DIARIO, el fiscal Francisco Márquez explicó que por la declaración de reincidencia Eve no podrá obtener la libertad condicional, aunque sí estas salidas.