Una enorme desilusión vivió ayer el destacado pedalista villanovense Samuel Rosa. El veterano ciclista había sido invitado para participar en Piriápolis (Uruguay) de la cuarta edición de la tradicional prueba “Desafío entre las sierras y el mar”. La desastrosa organización y la falta de señalización hicieron que no pudiera terminar la prueba, al equivocar el circuito de la competencia.

Todas las categorías largaron los 82 kilómetros de la prueba, divididas con diferencia de minutos entre una y otra. Las condiciones climáticas no fueron las mejores, dado que la lluvia, el barro y el frío fueron factores que jugaron en contra de un normal desarrollo de la competencia.

Al momento de largar la categoría Máster E, Samuel Rosa salió en punta y con un ritmo demoledor se fue alejando del resto de sus rivales. La distancia entre sus escoltas se fue ampliando, dado el gran ritmo de pedaleo impuesto por el veterano deportista.

Ya sin gente atrás y con un camino sin señalización ni demarcado (sobre todo cuando se llegaba a puntos donde se abrían varios caminos), Samuel Rosa miró su tacómetro y llevaba casi 90 kilómetros de pedaleo y estaba totalmente desorientado. Decidió detenerse en una casa y la familia enseguida le dio abrigo y un resguardo. Posteriormente lo asistió y lo llevó al punto de la prueba.

La bronca del villanovense era la de otros tantos que habían sufrido la misma situación de una carrera mal organizada, sin demarcación, sin controles en el camino y sin asistencia médica.

El disgusto de Samuel Rosa fue comunicado por integrantes de su equipo Nacho Bikes, quienes le contaron a EL DIARIO la desazón del pedalista villanovense. “Está muy enojado. Siente que este triunfo era para él, pero se encontró con una carrera muy mal organizada. Hay varios ciclistas que se han perdido y no los encuentran”.