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Sapo de otro pozo

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Sapo de otro pozo
La pelota parece viajar sin destino en el área de Sportivo Belgrano; Alem hizo figura al arquero rival, pero terminó cayendo 2 a 1 en Plaza Ocampo, postergó su clasificación y dejó el invicto, previo a los dos cotejos de visitantes con que cerrará esta primera fase

Federal C – Zona 6 – 4ta. Fecha

Alem equivocó los caminos y fue construyendo una derrota casi por méritos propios. Cayó en Plaza Ocampo 2-1 y perdió el invicto a manos de Sportivo Belgrano de Almafuerte. Sigue arriba, pero entre la bronca y el fastidio se le viene encima el tramo más complicado de la etapa clasificatoria

Escribe: Beto Arce

Se sintió extraño, ajeno, confundido, fuera de lugar…

Alem jugó el partido decisivo con muchas dudas y lo pagó carísimo. En un desarrollo accidentado, cortado, con precisiones intermitentes, pero con un gran porcentaje de acciones de gol, el León cayó 2-1 con Sportivo Belgrano y postergó así su clasificación a la siguiente instancia del Federal C.

Más allá del resultado adverso, aparece la preocupación por lo que viene. Los dirigidos por Cristian Agosto no jugaron mal y sin embargo la historia de anoche lo dejó con las manos vacías y un amargo sabor.

¿Podría haber sido diferente el encuentro si Atorri se atrevía a cobrar a lo que verdaderamente fue a los 35 segundos del primer tiempo? Definitivamente sí, más allá del resultado. Pittaro perforó a los centrales con un mágico pase a Magnini y un desesperado Morales lo cortó con falta dentro del área. Fue penal, pero le dijo que se levante, quizás entendiendo que intentó sacar ventaja, aunque no confirmó su falló con la amonestación. Alem entró dormido, pero zafó de una situación crucial.

Luego fue todo del Tricolor. La pelota corrió con mucho orden y la profundidad terminaría todas las buenas intenciones. Con los extremos bien ubicados en posición ofensiva, los volantes centrales repartiendo juego y los puntas encendidos, el León le dibujó la cancha a Sportivo Belgrano, que tenía por entonces a sus delanteros en la zona media.

Gozzerino tomó la lanza por derecha y asistió a Delsole que le ganó la espalda en velocidad a Spezia. En zona de gatillo, desenfundó un fortísimo derechazo que con ayuda del campo y el mal cálculo del portero se transformó en la sorpresiva apertura del marcador a los 11 minutos. Casi nadie se animó a gritarlo, porque pareció que la pelota había salido por última línea, pese a que la floja resistencia invitó a la pelota a dar un paseo por la red: 1-0.

Con el resultado a su favor, el viento sopló para donde Alem dispuso: terreno rival. Fue por más, con la pelota dominada y las ganas de cerrar la historia cuanto antes. Un tremendo zurdazo del Turco Elhall obligó a Albornoz a una gran estirada para evitar la caída a los 18’ y, dos minutos después, un cabezazo de Delsole tras un córner de Molinari volvió a encontrar bien ubicado al portero. Alem tocaba y marcaba el terreno con personalidad y juego.

Sobre los 22’ se animó Gozzerino con un gran disparo que salió muy cerca del primer poste, y cinco minutos más tarde llegaría la acción que cambiaría todo el desarrollo del trámite. Se equivocó Fernández en tocarlo de atrás y sin pelota a Magnini, ganándose la amarilla y cediendo un tiro libre fatal. Pittaro, un especialista, frotó la lámpara y la puso en la cabeza de Pereyra, que con los ojos bien abiertos impactó un frentazo de pique al suelo contra el poste derecho de Morales: golazo (1-1).

Desorden total. La confusión ganó de mano y todo se empezaría a desmoronar más allá de las ganas y el empuje. En el mejor momento de Alem llegó el empate celeste y la lesión de Gozzerino que lo obligó a salir de la cancha, y a Agosto a replantear el esquema. Entró Artico para ocupar el mismo lugar, pero ya nada fue lo mismo, porque incluso el ingresado recibió la amarilla muy tempranamente. En medio de esa confusión y un freno de precaución transcurrieron los minutos hasta el final de la primera parte.

En el inicio del complemento Alem apelaría al mismo libreto de jugar en campo rival, pero ya con las ideas no tan claras. Pese a ello, Artico vistió de héroe a Albornoz a los dos minutos con una doble tapada fenomenal: cabeceó con fuerza un tiro libre de Martínez que ubicó contra el poste, pero el “1” desvió al costado; el rebote lo tomó Manzanares y lanzó un centro bajo que el defensor impactó en el área chica, pero esta vez Albornoz capturaría a contrapierna y con mucha agilidad un gol seguro. Volvió a mostrarse firme el portero ante un bombazo de Molinari a los 7, garantizando seguridad y confianza para el resto del juego.

 

Un gol de otro planeta

Corrían 10 minutos y nuevamente la pifió el capitán Fernández. Entregó corta la pelota, al servicio de Aguirre, que desde la mitad de la cancha ensayó quizás el gol de su vida. Apenas pasada la línea central sacó un preciso y exquisito remate que viajó por encima de un adelantado Morales, testigo y víctima y de una acción sensacional. Como el de Calderón al Boca de Bianchi allá por el Clausura 99 en Avellaneda… brillante, para aplaudir. Se lo notó caliente al DT por el gol, y fastidioso con Morales, quizás porque presentaba dificultades físicas. Lo cierto es que lo mandó al banco cuatro minutos después del gol y le dio lugar a Omar Montiel. La escena fue fuerte, pero la vida de Alem es así…

Bertoldo tuvo el empate, pero su tibio disparo que tenía destino de gol fue evitado sobre la línea por Giménez; y el propio volante tiró un centro rasante para Molinari, que ya “rotó” por el terrible golpe que se dio contra un cartel, no pudo tocar finalmente.

Perdió Alem un partido increíble, pero sigue arriba en el Federal y con tiempo por delante. Se sintió incómodo, muy extraño, fuera de lugar, como un sapo de otro pozo y dejó el invicto del campeonato en Plaza Ocampo.

 

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