LIGA VILLAMARIENSE – Apertura – 1ra. fecha – Interzonal A y B

Colón y Alumni empataron 1 a 1 tras un aburrido encuentro en el que los goles llegaron en tiempo de descuento. Peñaloza, de penal, puso en ventaja al Fortinero y Giraudo lo empató para el Rojinegro

Escribe Federico Gazzoli

Quizás por los nervios del debut, o tal vez por la falta de ritmo tras la pretemporada, sumado a que ambos equipos presentaron nuevos entrenadores y varias caras nuevas en sus formaciones, Colón de Arroyo Cabral y Alumni de Villa María pusieron primera en el Torneo Apertura de la Liga Villamariense de Fútbol con un aburrido empate 1 a 1, colmado de imprecisiones, en el que las emociones llegaron en tiempo adicional.

Durante los primeros 20 minutos del encuentro fue mejor Alumni. El elenco dirigido por David Reano tuvo más tenencia del balón y exhibió mayor claridad a la hora de jugar, siempre intentando hacerlo por abajo y triangulando para encontrar los espacios.

Mientras tanto Colón, dirigido por el retornante Leonardo Comba, fue un equipo largo y con poca conexión entre sus líneas, lo que obligó al elenco cabralense a tener que recurrir a algunos palotazos para intentar romper el orden defensivo de un visitante que, hasta ese momento, se mostró solvente en el fondo.

En líneas generales, así se desarrolló el cotejo hasta la media hora, momento en el que el dueño de casa comenzó a encontrar el orden y pasó a dominar en materia de posesión, adelantándose en el terreno de juego para empezar a pensar en inquietar sobre el área visitante.

En ese contexto, el dueño de casa generó la más clara cuando Facundo Depetris metió un centro desde la izquierda y la pelota se fue cerrando hasta terminar muriendo en el techo del arco custodiado por Jonathan Scalzo.

Apenas una insinuación por parte del local, que a los 40’, injustamente, se quedó con un hombre menos cuando Santiago Comba le cometió infracción a Julián Cecchini y el árbitro le sacó tarjeta roja. Una pena demasiado elevada la impuesta por el referí cordobés, ya que una amarilla hubiese sido justa.

El Rojinegro quedó en inferioridad numérica con todo lo que todavía quedaba por jugarse, pero esa expulsión se vio atenuada cuando un par de minutos después Alumni también sufrió una baja. El defensor Gaspar Jorge fue muy fuerte sobre la humanidad de Ramiro Giraudo y el referí le mostró la cartulina colorada. Esta vez, el colegiado acertó.

Ya en el complemento, volvió a tomar la iniciativa el Fortinero, esta vez generando situaciones de riesgo que no supo concretar. A los 5’, Pablo Torelli metió un cambio de frente, Cecchini recibió en soledad entrando al área por la derecha, metió un buscapié y por el otro costado, muy cerca del área chica, apareció totalmente libre Román Martini, pero le puso mal el pie a una pelota que solo tenía que empujar para mandarla al fondo de la red y el esférico se fue por encima del travesaño.

Poco después, Torelli probó desde media distancia con un zurdazo que se fue alto.

Una situación que provocó una leve mejoría en el rendimiento de Colón fue el ingreso del volante Joaquín González, quien se paró a jugar por el costado derecho y desde ese sector mostró lo más interesante que tuvo el dueño de casa en todo el partido, con constantes desbordes en los que se terminó imponiendo gracias a su velocidad. En la primera que tuvo, el mediocampista escapó de su marcador y metió un centro al segundo palo, donde Kevin Machado metió un cabezazo que se fue apenas elevado.

Por el lado de Alumni, lo más claro también llegó gracias a la aparición de un jugador que saltó desde el banco, el atacante Gonzalo Núñez. Iban 33’ cuando el “grandote” hizo una buena maniobra personal que concluyó, en la medialuna, con un disparo de derecha que pasó muy cerca del palo derecho.

En el primer minuto de descuento volvió a aparecer Gonzáles para el local, finalizando una contra con un potente derechazo que Scalzo desvió al córner.

En el final, lo mejor

Parecía que el encuentro acabaría con el cero como denominador común, pero en el tiempo adicionado llegaron las emociones que se habían ausentado durante el resto de la tarde cabralense.

Un minuto después del disparo de González, la visita respondió y dio el primer golpe de escena. Cecchini ganó por la izquierda, ingresó al área, Guillermo García lo bajó y el árbitro pitó penal. Peñaloza fue por la gloria desde los doce pasos, rematando cruzado y rasante con su botín derecho para poner a Alumni 1 a 0.

Muchos pensaban que era historia liquidada y el Fortinero acarició el triunfo, pero se durmió y no lo pudo sostener.

Se disputaba el quinto minuto de descuento cuando Colón tuvo una pelota parada y la mandó al corazón del área visitante, donde se registró una cantidad innumerable de rebotes; la defensa Fortinera nunca logró despejar el peligro y de ello se aprovechó Ramiro Giraudo, con todo su olfato goleador, para aparecer dentro del área chica y mandar el balón al fondo de la red, decretando el agónico empate 1 a 1, que seguramente dejó dudas y certezas para ambos.

Es que los dos mostraron algunas falencias, las que deberán corregir de inmediato si es que su intención es ser protagonistas. Lo bueno es que, a pesar de los errores y para no quedarse con las manos vacías, los dos sumaron en el debut.

La figura

González y Cecchini. Dentro de la mediocridad que por momentos tuvo el partido, ambos volantes se destacaron por ser los únicos que intentaron algo distinto a los demás. El de Colón saltó desde el banco para aportar vértigo y profundidad en cada ataque por el sector derecho; el de Alumni encabezó la jugada que terminó en la que le cometieron penal.

El árbitro

Diego Ortega. Mal arbitraje del referí cordobés, quien terminó el partido recibiendo críticas desde ambos bandos. Ignoró muchas infracciones, no aplicó la ley de ventaja en reiteradas ocasiones y, a instancia de sus asistentes, cobró posiciones adelantadas inexistentes. Exageró en la roja a Santiago Comba. Solamente acertó en la expulsión de Jorge y en el penal para Alumni.