Ignacio “Chuchu” Ambrosini es uno de los competidores del semillero de mayor experiencia. Jugador de Rivadavia desde sus comienzos, jugará por tercera vez consecutiva la Liga A-2, junto a los “Canarios”, aunque tiene como antecedente haber integrado el plantel de Villa María Vóley (Lechuzas) en 2012, una más con La Rioja Vóley en A-2, y un proceso con la preselección argentina de base.

-¿Cómo ha sido el trabajo hasta el inicio de las minivacaciones?

-“Tuvimos un descanso para las fiestas, para que todos podamos cambiar un poco la cabeza: durante la primera parte de la pretemporada fue muy físico, hemos trabajado muy bien lo físico, para poder estar bien ahora y trabajar bien lo técnico-táctico y llegar de la mejor manera al primer weekend. Ahora empezaremos a trabajar con los sistemas que vamos a utilizar durante toda la competencia, para tener bien claro a qué queremos jugar. Para que los chicos que vienen de afuera y los propios jueguen todos a lo mismo, que hablemos todos el mismo vóley, para poder ponerlo en juego ante los equipos que debemos enfrentar”.

-Debutan de local, eso es favorable.

-“Es importante arrancar de local, para hacerlo con mayor confianza y más enfocado, al conocer nuestra cancha es distinto. Uno se siente más seguro jugando de local, no tener que viajar, nos permitirá estar más descansados. El primer partido es ante un rival muy duro, ya hemos jugado en el cuadrangular, antes de este receso. Es uno de los candidatos al título. Ellos nos ganaron con un muy buen ritmo de juego, que vienen entrenando desde hace dos meses. Nosotros empezamos a entrenar hace un mes. Nosotros estamos bien, ya nos conocemos y será un muy buen partido, de buen nivel”.

-¿Qué balance hacés del cuadrangular?

-“El primer partido contra Puerto San Martín, el equipo de A-1, fue raro. Matías Banda llegó justo para jugar, no estaban competidores como Miguel García o Christian Brión, pero también veníamos cargados, creo que en ese partido dejamos todo y en los otros jugamos, pero nos ganaron bien. Ante Puerto fue muy físico y dejamos todo, en los dos siguientes estuvieron pesados”.

-¿Qué sentís estar nuevamente en Rivadavia, en una Liga como la de este año de la que hay tantas expectativas?

-“La verdad estoy muy contento. Jugar en Rivadavia es una alegría inmensa, de poder estar en casa, jugar al vóley, venir a entrenar y hacer lo que me gusta, estando en mi casa, con mis amigos, con mi familia. Estoy muy contento, ojalá pueda seguir este proyecto que es una alegría inmensa de pertenecer”.

El líbero villamariense, es uno de los más experimentados en un plantel, que en esta edición, tendrá un alto porcentaje de jugadores locales, disfruta intensamente de cada entrenamiento y espera con ansias el inicio de la Liga.