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Todo por definirse

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Todo por definirse
Bracamonte le imprime una marca “pegajosa” a Díaz. Rivadavia y Argentino animaron el único empate (y sin goles) que tuvo el comienzo de los cruces de cuartos de final del campeonato

Rivadavia y Argentino empataron sin goles y no se sacaron ventajas en el duelo de ida. Ahora, todo se definirá en cancha del “Lobo”, en donde el que gane pasará a semifinales

Bracamonte le imprime una marca “pegajosa” a Díaz. Rivadavia y Argentino animaron el único empate (y sin goles) que tuvo el comienzo de los cruces de cuartos de final del campeonato
Bracamonte le imprime una marca “pegajosa” a Díaz. Rivadavia y Argentino animaron el único empate (y sin goles) que tuvo el comienzo de los cruces de cuartos de final del campeonato

En el único “primer chico” de los cruces de cuartos de final que no tuvo ganadores ni vencidos, como así tampoco goles, Rivadavia y Argentino animaron un empate sin goles en cancha del “Verde”.

Ya con un Colón eliminado en fase regular, las ilusiones del pueblo cabralense recaían en el único representante con vida: Rivadavia. Un “Verde” de irregular andar en el campeonato recibía a uno de los equipos más fuertes y con mejor presente de la Liga: Argentino.

Sin ninguna sorpresa, José Villegas disponía con los habituales titulares en cancha, utilizando como enlace a Facundo Castro, para que con libertad pueda ser el nexo perfecto entre el duro mediocampo de Bracamonte y Casale; y la línea ofensiva compuesta por los experimentados Guillermo Arce y Federico Domínguez.

Del lado visitante, Mauricio Morales también apostaba a un sistema similar, teniendo como principal as de espadas al “Lana” Díaz y apostando a la velocidad de los temibles Márquez y Cortez.

El inicio del partido, demorado más de 15 minutos por la tardanza de la terna arbitral, comenzó mostrando a un local mucho más decidido, intenso y vertiginoso.

Apenas iban 2 minutos, cuando Arce, tras un buen desborde por derecha, envió un centro que casi supera la resistencia del arquero Morales, quien tuvo que esforzarse para desviar la pelota hacia la línea de fondo. Unos minutos más tarde fue Federico Domínguez quien probó suerte con un remate, pero no estuvo fino a la hora de definir y el balón se fue rozando el palo derecho del arquero villamariense.

Argentino pudo aproximarse al arco defendido por Rodríguez recién promediando los 15 minutos con un tiro de larga distancia de Díaz que derivó en un córner del cual surgió un centro que Jacobi no pudo conectar para la apertura del marcador.

Luego fue Rivadavia quien siguió intentando con un hermoso tiro libre de Facundo Castro que, a pesar de la larga distancia, pegó en la parte posterior del ángulo derecho del “Lobo”. Sin embargo, esta opción del hábil juvenil “verde” fue una de las últimas chances claras del equipo de Villegas.

A los 30 minutos, apareció Márquez con toda su explosiva habilidad para habilitar a Ramiro Cortez, quien remató luego de dejar a un defensor por el camino, pero Rodríguez ahogó el grito de gol atenazando con seguridad el disparo del delantero villamariense.

Argentino ya era dueño de la mitad de cancha de la mano de Franco Ñáñez y Gonzalo Cortez. Su buen trabajo neutralizó el juego de Bracamonte y Casale, quienes no podían retomar el protagonismo en esta zona del campo de juego y su equipo lo sufría.

La superioridad del visitante era demasiado evidente e incluso comenzaba a tornarse injusta la paridad en el marcador. Pero como dice aquella vieja y tan acertada máxima del fútbol: “Los goles no se merecen, sino que se hacen”, y fue ese el máximo pecado que pudo cometer el elenco dirigido por el “Chopo” Morales, no reflejar en el resultado la abrumadora diferencia que se veía en el juego.

En el complemento la superioridad del “Albiazul” no fue tan evidente, porque las tuercas locales se ajustaron donde debían. La disputa del balón fue más pareja en la mitad del campo de juego, el trámite del partido se fue tornando aburrido y los jugadores de a poco comenzaron a posar sus pensamientos en la revancha de la semana que viene.

Poco para ver en el segundo tiempo, más que algunas llegadas sin demasiado peligro por parte del local, que iba empujado por su gente más que por su juego, y esporádicas apariciones explosivas de Márquez por el lado visitante, que extrañó el acompañamiento de Cortez y Díaz, quienes no tuvieron un partido del todo lúcido.

Rivadavia y Argentino empataron y definirán en el reducto del “Lobo”, en donde el local suele devorar a sus rivales, pero deberá tener mucho cuidado porque enfrente tendrá un hueso duro de roer.

La figura

Franco Ñáñez

Se hizo dueño del mediocampo durante todo el primer tiempo y su juego fue el principal argumento por el cual Argentino estuvo más cerca del triunfo que su rival.


El árbitro

Gabriel Demarchi

Mal. Se apuró en dos expulsiones que podrían haberse evitado. Además de tener varios fallos técnicos a lo largo del partido, ingresó al campo de juego con 15 minutos de demora.

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