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Tres audiencias, tres condenas

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Tres audiencias, tres condenas
La defensora oficial Silvina Muñoz junto a Sergio Videla Guillén, uno de los tres condenados en la víspera

En tres juicios de trámite abreviado, la Cámara del Crimen de Villa María sentenció a Cristian Sánchez, Darío Vieyra y Sergio Videla Guillén. Los tres confesaron los hechos que se les atribuían. El primero quedó libre cuando finalizó el debate

La defensora oficial Silvina Muñoz junto a Sergio Videla Guillén, uno de los tres condenados en la víspera

Dos albañiles villamarienses y el empleado de un corralón de la ciudad de Oliva fueron condenados ayer en los Tribunales locales. Se trata de Cristian Ezequiel Sánchez (25), Darío Rubén Vieyra (36) y Sergio Alexis Videla Guillén (25), quienes reconocieron su culpabilidad en los hechos que se les atribuían y posibilitaron que las tres audiencias se realizaran bajo la modalidad de trámite abreviado.

Sánchez, un convicto primario que estaba detenido desde el pasado 23 de marzo, recibió una pena de tres años de prisión de ejecución condicional (es decir, en suspenso) y recuperó la libertad luego de casi nueve meses.

En tanto, a Vieyra se le impuso una sanción de seis meses de prisión efectiva, pero como a principios de abril había sido condenado a tres años en suspenso, se unificaron ambas sentencias y se le aplicó una pena única de tres años de cárcel de cumplimiento efectivo.

Finalmente, Videla Guillén recibió una sanción de un año y dos meses de prisión efectiva, pero como también tenía pendiente una condena anterior (tres años en suspenso), la Justicia unificó las dos penas en una única sanción de tres años y seis meses de cárcel.

 

Primera condena

La primera audiencia fue presidida por la camarista Eve Flores de Aiuto y contó con la participación del fiscal Horacio Vázquez, del abogado defensor Jorge Bustos y de la secretaria Gabriela Sanz.

Cristian Sánchez llegó a juicio acusado como presunto coautor de “robo calificado por la participación de un menor”, en relación a un hecho cometido con otros dos jóvenes (que solicitaron la “probation” y evitaron tener que sentarse en el banquillo de los acusados), y “privación ilegítima de la libertad calificada” en perjuicio de su expareja.

En efecto, entre las últimas horas del 7 de julio de 2015 y la madrugada del día siguiente, este albañil nacido en Villa María el 10 de diciembre de 1992, acompañado por David Elías Luna y el menor M. A. A., llegaron al quiosco “Lucy”, ubicado en Paraná y Lonardi, en barrio Trinitarios, rompieron una traba de la puerta de acceso y sustrajeron un televisor Led marca Samsung de 32 pulgadas, 90 etiquetas de cigarrillos y 350 pesos en efectivo.

Los ladrones escaparon del lugar a bordo de un Renault 18 gris, pero cometieron una falta de tránsito (se metieron a contramano por una calle de barrio Almirante Brown), lo que derivó en su detención pocos minutos después.

Efectivos policiales que patrullaban la zona advirtieron la maniobra, los siguieron y los interceptaron en Chile 828 -el domicilio de Sánchez-, donde los tres sujetos intentaron esconderse, aunque sin éxito.

La otra causa por la que Sánchez fue juzgado y condenado en la víspera se produjo el 23 de marzo de este año, luego que fuera hasta la casa de quien por entonces era su pareja, Milagros Beyrne, ubicada en Jorge Cafrune 1473, en barrio Parque Norte.

El joven la invitó a pasear por el centro en su moto Guerrero, pero se dirigió hasta su casa de calle Chile, donde -una vez en el interior- la amenazó y la golpeó, provocándole lesiones leves.

Cuando abandonaron la vivienda y regresaban al barrio Parque Norte, Sánchez pasó por calle Lisandro de la Torre y a la altura de la Policía Federal la joven dejó caer uno de sus calzados, por lo que el agresor debió detener la marcha de la moto. Fue allí cuando Milagros salió corriendo a pedir auxilio en la sede policial, lo que puso en fuga al agresor.

Sin embargo, desde la Federal avisaron a la Policía de la Provincia y pocos minutos más tarde personal de la Patrulla Preventiva detuvo a Sánchez en su domicilio particular.

Además de la pena de prisión en suspenso, la jueza Flores fijó una serie de reglas de conducta que el joven deberá cumplir a rajatabla, porque de lo contrario volverá a la cárcel. La más importante de todas es que deberá abstenerse de mantener cualquier tipo de contacto con Beyrne y la pequeña hija que tienen en común.

 

Volvió a amenazar

La segunda audiencia de la jornada fue presidida por el juez Félix Martínez y contó con la participación del fiscal Vázquez y de la secretaria Sanz, mientras que como defensora intervino la asesora letrada Silvina Muñoz.

Darío Vieyra (36), nacido en Villa María el 22 de octubre de 1981, pero con último domicilio en la localidad de Villa del Rosario, fue juzgado por una serie de amenazas proferidas contra su expareja, Alicia del Valle Quiroga, a quien le advirtió: “Yo voy a ir a la cárcel, pero vos vas a terminar en el cementerio”.

Dichas amenazas datan del 30 de agosto de 2016 y no habían sido juzgadas el pasado 6 de abril, cuando Vieyra se sentó por primera vez en el banquillo de los acusados.

En efecto, ese día este irascible trabajador de la construcción recibió una condena de tres años de prisión en suspenso y pudo recuperar la libertad luego de casi cinco meses “a la sombra”.

Detenido inicialmente el 11 de noviembre de 2016, Vieyra dejó la cárcel al concluir aquella audiencia del 6 de abril, pero apenas una semana después (el 13 de abril) volvió a las andadas. A través de la red social Facebook se contactó con la hermana de Quiroga, Esther, y reiteró las amenazas contra su expareja.

Por ese hecho y las intimidaciones del 30 de agosto, en la víspera lo condenaron a seis meses de cárcel. Pero como tenía pendiente aquella sanción en suspenso, se unificaron las dos sentencias en tres años de prisión de cumplimiento efectivo.

 

De todo un poco

En la tercera audiencia se repitieron los mismos actores judiciales de la segunda: intervinieron el juez Martínez, el fiscal Vázquez, la defensora oficial Muñoz y la secretaria Sanz.

Sergio Videla Guillén, nacido en la ciudad de Córdoba el 1 de julio de 1992, pero domiciliado en Mendoza 783 de Oliva, fue juzgado por varios hechos y se encuentra privado de la libertad desde el 30 de noviembre de 2016.

El 19 de noviembre de 2014 amenazó a su expareja, Gilda Micaela Gatti, a través de mensaje de texto, mientras que el 27 del mismo mes y año pasó frente a la casa de la joven, incumpliendo así una orden judicial de restricción que le impedía hacerlo.

En tanto, el 28 de diciembre de 2015, Videla Guillén y Facundo Nicolás Albornoz (pidió la “probation” y evitó el juicio) ingresaron a una vivienda ubicada en Moreno y Río Negro de Oliva, de donde sustrajeron una cartera con 600 pesos en efectivo, un celular, tarjetas y documentos pertenecientes a Griselda Ramona Elisei.

Finalmente, el 9 de octubre de 2016, el joven convicto y otro sujeto que luego fue declarado inimputable, ingresaron al domicilio de David Oscar Verdiccio, ubicado en Río Negro 516 de Oliva, y se llevaron dos televisores, dos notebooks, un rifle, zapatillas, ropas varias, 500 pesos y alhajas.

En definitiva, Videla Guillén fue declarado culpable de “amenazas”, “desobediencia a la autoridad”, “hurto calificado por escalamiento” y “robo simple” y recibió una pena de un año y dos meses de prisión, pero como tenía pendiente otra condena de tres años en suspenso, se le impuso una sanción unificada de tres años y seis meses de cumplimiento efectivo.

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