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Tristeza y desconfianza en La Calera por la tragedia de la familia Sola

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Tristeza y desconfianza en La Calera por la tragedia de la familia Sola
Carteles sobre Joel que fueron colocados en la plaza Centenario el sábado pasado, cuando se realizó la Marcha de la Gorra. Al día siguiente se llevaron preso a su padre

Tres vecinos que aceptaron dialogar con EL DIARIO lo definieron como un hombre muy humilde y que tenía serios problemas con el alcohol, la causa por la que se lo habrían llevado detenido el domingo a la noche

 

Carteles sobre Joel que fueron colocados en la plaza Centenario el sábado pasado, cuando se realizó la Marcha de la Gorra. Al día siguiente se llevaron preso a su padre
Carteles sobre Joel que fueron colocados en la plaza Centenario el sábado pasado, cuando se realizó la Marcha de la Gorra. Al día siguiente se llevaron preso a su padre

En La Calera produjo consternación la muerte de Carlos Sola, el hombre que apareció muerto en la madrugada del lunes en una celda de la Departamental San Martín de Policía cuando llevaba dos horas “demorado” al ser hallado aparentemente en estado de ebriedad.

Tres vecinos que lo conocían desde hace muchos años dialogaron con EL DIARIO ayer, mostrándose entre impactados por el deceso y convencidos de que no se quitó la vida.

El caso es investigado por el fiscal de Instrucción, Gustavo Atienza, quien lleva adelante la toma de diversos testimonios destinada a echar luz sobre las causas del fallecimiento.

 

Angustia en el barrio

“Carlos siempre fue muy humilde. Una muy buena persona, laburadora, pero que tomaba mucho y eso le puede haber traído problemas”, dijo una señora que vivió siempre en La Calera.

Contó que Carlos llegó al sector junto a Martha García, el hijo de ambos, Joel, y Rebeca, hija de Martha, cuando se inauguraron viviendas del plan Eva Perón, años atrás.

“Fue muy humilde y no hacía nada malo. Siempre limpiaba cañerías, se dedicaba a la plomería, a destapar pozos negros. No conozco cosas malas de él”, ahondó la mujer en diálogo con este cronista.

Recordó que por entonces Joel, el único hijo que tuvo con Martha, tenía cerca de 10 años y que “fue apañado siempre por él”.

La vecina lo recuerda como un hombre que pasaba largas horas en el bulevar Vélez Sarsfield y Sabattini, donde con otros muchachos ofrecían servicios de plomería. Precisamente en ese punto fue que la Policía se lo llevó el domingo por la noche, sin que jamás se informara sobre las razones ni sobre el operativo.

Quien habló con este diario señaló que lo conocía desde siempre, desde antes de que llegara a La Calera y que tanto Carlos como sus hermanos se dedicaron a la plomería, tratándose de una familia “muy humilde”. Reiteró que su drama era el consumo abusivo de alcohol.

También explicó que dejó el barrio cuando se separó de Martha, aunque “eran una pareja que iban y venían”. Fue la ruptura de ellos la que llevó a Carlos a vivir en un sencillo inmueble del microcentro junto a su hijo Joel en noviembre de 2014, cuando el adolescente encontró la muerte.

“Creo que la mayoría de los vecinos va a opinar lo mismo que yo: Carlos era muy bueno. Muchos no querían a Martha porque ella peleaba con varios por Joel, pero a Carlos sí lo querían”, graficó.

Dijo descreer del suicidio. “No lo creo, aun en su dolor, pero además porque me dijeron que estaba muy borracho. No entiendo cómo tuvo fuerzas para ahorcarse”, estimó.

EL DIARIO también habló con un amigo de Carlos. Cincuentón, tampoco quiso que se diera a conocer su identidad públicamente, pero se aprestó a dialogar sobre Sola.

“Lo conocía desde hace muchos años. Estoy seguro de que no se mató. No soy el único que piensa así: todos en el velatorio opinábamos lo mismo. No se pudo haber matado”, afirmó.

Resaltó que la muerte de Joel lo había golpeado fuertemente, pero que estaba expectante por la tarea de la Justicia.

En tanto, una joven mujer que vive a metros de la casa en que habitaron los Sola tiene la misma impresión: “No se suicidó”.

Reveló que lo vio en la noche del domingo, es decir la noche en que se lo llevaron demorado de la vereda del quiosco de Sabattini y Vélez Sarsfield. “Estaba muy tomado. Incluso, tiró una botella. Creo que puede haber generado algún disturbio. Me da pena. Estaba enfermo”, declaró. “No lo veo capaz de matarse y sobre todo, en el estado en que lo vi, estoy segura que no pudo haberse ahorcado: no tenía fuerzas para hacerlo”, cerró.

 

“No estaba citado”

El secretario de la Fiscalía de Distrito 3 Turno 4 de Córdoba, en donde se instruye la causa por el deceso de Joel -que está caratulada como “muerte de etiología dudosa”-, dijo ayer a EL DIARIO que Carlos Sola no estaba citado a declarar como testigo ni que tampoco lo había hecho. “Lo que dice su abogado corre por su cuenta”, dijo el secretario de la fiscal Liliana Sánchez, en referencia a versiones que se dieron a conocer en algunos medios.

Además dijo que por el momento no había nada para informar sobre la causa.

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