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Un merendero pide colaboración para terminar de construir su salón

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Un merendero pide colaboración para terminar de construir su salón
Los niños que asisten al comedor esperan poder contar con el espacio para sumar talleres y actividades

Ya falta poco para que El Maná del Cielo pueda terminar la obra que permitirá tener un espacio donde albergar a los 40 niños que actualmente asisten a la copa de leche

Los niños que asisten al comedor esperan poder contar con el espacio para sumar talleres y actividades
Los niños que asisten al comedor esperan poder contar con el espacio para sumar talleres y actividades

“Se va acercando nuestro sueño, ya casi tenemos la mitad del techo”, publicó en su Facebook, días atrás la copa de leche El Maná del Cielo, junto a una foto que evidencia lo poco que falta para que puedan terminar la obra que empezaron a principios de año.

Daniela Roldán es quien está a cargo del espacio que recibe entre 40 y 50 niños todos los sábados a merendar, en Gorriti 493, del barrio San Martín, y contó que les falta el 50% del techo para culminar la tan ansiada obra. “Nos faltan viguetas y ladrillos de techo, logramos cubrir la mitad porque una chica me regaló cinco viguetas y otro hombre otras cinco, así conseguimos las diez que tenemos y otra persona nos donó algunos ladrillos”.

Específicamente, necesitan 36 viguetas de cinco metros, ladrillos de techo, arena, piedra y cemento. La necesidad de terminar esto es porque “cuando logremos terminar el salón vamos a pasar de ser una copa de leche a ser un comedor, recibiendo más días a los chicos”.

Es que, actualmente, Daniela recibe todos los niños en su casa. “Además le vamos a sumar ayuda escolar y otras cosas que los chicos necesitan, por ejemplo, el año pasado me donaron unas computadoras, pero ahora no tenemos espacio para usarlas, entonces cuando tengamos el salón la idea es poder darles computación y talleres”, se entusiasmó.

Sobre la iniciativa de tener un lugar específico para El Maná del Cielo, recordó que “este año empezamos con la construcción, se está haciendo largo porque ha sido un esfuerzo muy grande porque no es fácil conseguir las cosas, un poco nos han donado y otro poco lo compramos con dinero que conseguimos haciendo algunas ventas”. Además, la mano de obra se la aportan su padre y hermanos.

Si bien los avances en la obra vienen con cierta lentitud, Daniela asegura que los esfuerzos van a dar sus frutos por la necesidad que ve en las familias del barrio. Además, desde el merendero se organizan actividades y jornadas especiales, como para el Día del Niño o Navidad.

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