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Una enorme responsabilidad

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Una enorme responsabilidad

29 DE AGOSTO, DIA DEL ABOGADO

Escribe Pablo Maccarini (*)

En este nuevo aniversario del nacimiento de Juan Bautista Alberdi, concebido como Día del Abogado Argentino, y estando aquí entre auxiliares de la Justicia, creo que es necesario intentar mirar bajo la lupa… deconstruir nuestra profesión por un momento.

Nos formamos en aulas donde se enseña únicamente la Ley en su forma más sagrada y pétrea. Nos recibimos y en nuestro tránsito de la experiencia, aprendemos cómo hacer expedientes, de qué forma organizarlos, que queden prolijos, reiteramos hasta el cansancio. De modo que los conflictos pasan a burocratizarse en pilas y pilas de hojas.

Tenemos nuestro propio lenguaje, llamamos a las hojas “fojas”, a los expedientes “autos”, a las vacaciones “ferias” y “fallos” a las sentencias. La única habilidad de este lenguaje técnico y aséptico es que nos entendamos entre “colegas” y ni hablar de la utilización de expresiones tan vetustas como monarquías existen: “su señoría”, “Dios guarde a vuestra señoría”, “excelentísimo”, etcétera.

A veces me parece que la sociedad, y muy en lo cierto, cree que somos solamente estructuras, como entes técnicos sin percepción.

Por eso insto a que nuestro festejo no sea una formalidad o una excusa para brindar; por el contrario, una interpelación para, a través de la deconstrucción de nuestra profesión, conformar en algunos casos y en otros reafirmar los cimientos de abogados con conciencia histórica, es decir siendo conscientes del devenir social de nuestro país, de modo que podamos contribuir en nuestro rol de auxiliares de la Justicia a reducir y eliminar la violencia institucional.

Con sensibilidad social, porque necesitamos conmovernos ante el sufrimiento, la crueldad del otro, y fundamentalmente con creatividad política, ya que necesariamente debemos tener la destreza para poder aprovechar los resquicios para transformar la realidad.

Porque este día debe servir para reflexionar y recordarnos que nuestro deber con la función social de la Abogacía es pasar de ser tenedores de expedientes a artistas del Derecho, porque ser abogado, más que un privilegio, es una enorme responsabilidad con nuestra sociedad.

¡Feliz Día!

(*) Abogado

 

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