Hace 15 días, más de 10 personas usurparon su casa. Asegura haber firmado un convenio de titularidad con la Municipalidad, pero ahora no le reconocen la validez del documento

Hasta hace unas semanas José Luis Biasuzzi estaba arreglando su casa para mudarse junto al hijo. Pero hace 15 días una mujer y sus hijos usurparon esa vivienda, ubicada en calle Arenales en el barrio La Calera. El damnificado habló con EL DIARIO y explicó su situación: “En la vivienda vivía un matrimonio de nacionalidad paraguaya que se había vuelto a su país. Mi novia vive al lado de esa casa y siempre mantuvo contacto con esa familia, que dejó a una persona viviendo mientras no estaban. Al tiempo, ellos deciden quedarse a vivir en Paraguay y vender la casa. Ahí es cuando decido comprarla”.

“Acordamos un monto y ahí voy a la Municipalidad, al Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), porque esos terrenos eran fiscales hace muchos años y fueron tomados. Las familias edificaron en esos terrenos y durante la Intendencia de Accastello se hizo un convenio a través del cual cede esos terrenos a las familias. Esto fue el año pasado. Ahí me informaron que tenía que ir yo con Jorge (el titular del convenio, dueño de la vivienda), con nuestros DNI, para hacer el cambio de nombre del titular del convenio y que ceda el espacio”, explicó José.

Documento sin validez

“A todo esto, hablo con el abogado del IMV, Miguel Pérez, quien me hace un boleto de compraventa. El otro muchacho vino desde Paraguay para firmar y me cobró 2.500 pesos por el trámite. Yo confié en él porque me dijo que firmando eso se hacía el convenio con el municipio y que cuando salieran las escrituras, yo iba a pasar a ser el titular”, relató.

“Hace un tiempo la quise vender y tuve un intento de compra, pero ahí la persona que quiso comprar averiguó y le dijeron que el documento que yo tenía de titular no tenía validez, porque la firma no estaba certificada por un escribano. Por eso, ahora que me la usurparon, no tengo forma legal de reclamar. Fui a la Policía y a la Municipalidad y todos me dijeron que no me pueden ayudar”, continuó, y agregó: “Pero en el momento que firmamos el convenio nadie nos dijo que teníamos que ir a un escribano, pensé que el abogado Pérez se hacía cargo de todo”.

La usurpación

“Mientras tanto yo no ocupé la vivienda, pero ahora estos últimos tiempos la empecé a arreglar para irme a vivir ahí porque pagar el alquiler donde vivo se me estaba haciendo muy caro”, explicó.

Pero hace 15 días, le avisaron que estaban habitando su casa: “Es una mujer que ya tiene varias usurpaciones, no es la primera vez que lo hace”.

“Ahí volví a hablar con el abogado del municipio y se lavó las manos, me dejaron solo y nadie me ayuda. El matrimonio de Paraguay tiene todas las intensiones de volver y hacer el documento nuevamente, como corresponde, pero es muy caro y ni ellos ni yo tenemos la plata para el viaje”.

Biasuzzi manifestó estar desesperado, angustiado y no poder dormir: “Tampoco quiero que esta mujer que usurpó quede en la calle, quiero que le consigan un lugar, pero quiero lo que pagamos con tanto esfuerzo. Fue la primera vez que me pude comprar una casa. Aunque sea, quiero recuperar la plata con la que compré la casa para devolvérsela a mi papá, que es jubilado y me la prestó”, finalizó.