Inicio Suplementos Entre Perros y Gatos Vende pizzas para ayudar a dos galgos rescatados

Vende pizzas para ayudar a dos galgos rescatados

0
Vende pizzas para ayudar a dos galgos rescatados

Con el dinero recaudado se pagarán los tratamientos de las perras que fueron salvadas del abandono y la desidia. Al menos 7 mil pesos cuesta cubrir los gastos

La Flaca apareció mordida y con una pata quebrada

La proteccionista Katy Maidana está organizando una gran venta de pizzas especiales para poder pagar una serie de gastos que se le han acumulado estos últimos meses, fundamentalmente para el tratamiento de dos perros que se encontraban abandonados y ella rescató. La suma total que debe afrontar supera los 7 mil pesos y la proteccionista apela a la solidaridad de los vecinos de nuestra ciudad para poder llegar a esta cifra.

La pizza por unidad tiene un costo de $80 y si comprás dos el precio es de $150: “El precio es barato porque tenemos que vender la mayor cantidad posible”, contó Katy en conversación con Entre Perros y Gatos.

“Pueden hacerme su pedido a través de mi página de Facebook Katy Maidana”.

Los encargos son por semana y la primera entrega es el sábado 2 y domingo 3 de diciembre.

En esta ocasión, el dinero recaudado será destinado a pagar la guardería y la cuenta que se le generó por la quimioterapia que necesitó la perra Sarita.

“Sarita es una galga que se encontraba abandonada y caminaba herida por las calles. Me dieron aviso de que estaba en el bar Baudino sola y muy lastimada”, relató Maidana, quien enseguida se movilizó para ayudarla.

Cuando la encontró, la perra tenía la cara destruida, llena de pus y se la veía muy débil.

“Es ese momento pedí alguien que me ayude a trasladarla y la llevaron a veterinaria El Fortín, en calle San Martín entre bulevar Sarmiento y Santiago del Estero”, continuó.

Allí drenaron su herida y Sarita permaneció muchos días internada, con antibióticos. Además, le realizaron una cirugía para terminar de limpiar su herida y la perra mejoró su estado de ánimo y recuperó fuerzas. Pero durante esos días analizaron lo que tenía y le realizaron varios estudios. Esos análisis dieron como resultado un tumor venéreo transmisible. Ahora está en una guardería, aislada, y se le realizan sesiones de quimioterapia todas las semanas para curar su enfermedad.

Por otro lado, con las pizzas se solventará el tratamiento de otro galgo, la Flaca.

Katy cuenta que a esa perra la rescató de un barrio, cuando estaba siendo atacada por otros perros que casi la estaban matando: “La habían mordido y le habían quebrado una de sus patas. Una vecina me dio aviso y la internamos en veterinaria Darwin”.

Tras estudios, resultó que la Flaca tenía septicemia, una infección generalizada: “Con antibióticos lograron estabilizarla y le realizaron una cirugía en su pata fracturada. Ahora se encuentra en un provisorio, pero todavía tengo una cuenta pendiente con todo el costo del tratamiento que se le realizó”.

Hoy, ambas se encuentran fuera de peligro gracias a los cuidados y la voluntad de Katy, gracias a ese amor que la lleva a recatar animales todos los días y poner dinero de su bolsillo para sus tratamientos: “Pero se hace difícil poder seguir ayudando sin un poco de colaboración de la gente. Con lo poquito que puedan ayudar, es una palmada de aliento para poder continuar con las causas”, manifestó la proteccionista.

La preocupación de las proteccionistas por la cantidad de casos que reciben a diario va en aumento: “No damos abasto”, sostuvo Katy.

La cantidad de perros abandonados en la calle es una realidad que uno puede ver todos los días. Algunos habrán nacido de madres que ya vivían en la calle, pero muchos otros son perros abandonados por seres humanos que en su momento decidieron y se comprometieron a darles un hogar, comida, amor y cuidados y al verse incapaces de cumplir con esto deciden abandonarlos a la suerte de cada uno.

“Cada vez son más los llamados avisándonos de animales en peligro y todo lo hacemos a pulmón. No se salva a un animal solo avisando, sino comprometiéndose como lo hacemos todas, sin recursos, con impotencia, pero con el corazón abierto”, finalizó la proteccionista.

Entre todos, podemos ayudar a Katy, a las proteccionistas en general, y a través de ellas a todos los animales que son abandonados en nuestra ciudad.

Print Friendly, PDF & Email