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A 60 años de lo que significó un “pequeño milagro” educativo

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A 60 años de lo que significó un “pequeño milagro” educativo
Vagliente, al centro, entre un grupo de docentes de la nueva generación del Belgrano. Detrás, el flamante gimnasio que lleva el nombre del histórico profesor y exdirector de la entidad

Aniversario de la fundación del Instituto Secundario Manuel Belgrano

Un 24 de marzo de 1958 empezaba el sueño de una nueva institución educativa por parte de Carlos Argentino Rocchi. Desde el colegio destacaron su utopía y la tarea realizada luego por el profesor Ricardo Vagliente

El profesor Ricardo Vagliente, quien siguió los pasos del fundador Carlos Argentino Rocchi, describió la historia del Instituto Secundario Manuel Belgrano como “un pequeño milagro” en el título del libro publicado 10 años atrás, para el cincuentenario de la institución.

Ayer la entidad celebró sus 60 años de existencia y recordaron “al maestro y al hombre que trabajó sin descanso para construir esta escuela que comenzó sus pasos en la vieja casona de la calle Corrientes”, en referencia a Vagliente.

“Le brindó a la institución su lucha, su trabajo sin cesar, su amor, protección, siempre acompañando a sus docentes y alumnos, dejando una gran herencia y ejemplo a seguir”, expresaron desde el Belgrano en un comunicado que circuló en las redes sociales.

Hoy la institución ofrece enseñanza de Nivel Inicial y Medio, con orientaciones en economía y gestión de las organizaciones y en ciencias sociales.

Además, en el último tiempo se hizo realidad un viejo anhelo: el gimnasio propio. Está ubicado en el mismo patio del predio que contiene al colegio en barrio San Justo.

En aquel 1958, el 24 de marzo no tenía el mismo peso histórico que hoy. Con el paso de los años, la necesidad de memoria y verdad invadió esta fecha, pero al mismo tiempo en la comunidad belgraniana significa el comienzo de un camino que aún perdura.

Pues, entonces, que ese camino esté regado de la memoria más verdadera, de nuevas utopías y que el desvelo sea por mejorar siempre la educación en pos de la comunidad.

¡Felicidades, belgranianos!

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