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Alumni, lejos de lo que supo ser

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Alumni, lejos de lo que supo ser

Ante el puntero Racing y en Córdoba, el equipo villamariense careció de peso ofensivo, se vio disminuido en lo físico y apenas atacó con el corazón en el final. Perdió 1-0 y se alejó de la clasificaciónp49-f1

Escribe Juan Manuel Gorno 
Fotos Víctor Alves (ENVIADOS ESPECIALES)

Hay realidades que son difíciles de ocultar en el fútbol. Y en Córdoba quedaron expuestas las realidades de Racing y Alumni. Una elevada a la máxima potencia y la otra caminando por el terreno equivocado, yendo por la mano cambiada.

El 1 a 0 para la “Academia” no fue más que un reflejo del momento entre un equipo que evolucionó en todo sentido y el otro que se desinfló, que ya no suma.

Ni siquiera la voluntad para ir al frente, con el corazón herido, le permitió a Alumni empatar un partido que pudo haber igualado sobre el final, como un punto de salvación en medio de la nada.

Racing terminó ganando porque, aún cuando a veces juega mal, las cosas le salen bien, mientras Alumni parece aturdido.

Los jugadores son los mismos. También la idea. Sin embargo, esa seguidilla de partidos pareció hacer mella en el equipo, donde los que salen (caso Raymonda o Quiroga) tienen que hacerlo por un desgaste físico. Y hasta el goleador Carlos Herrera debió comenzar en el banco porque no estaba en totales condiciones para hacerlo desde el arranque. En definitiva, Alumni parece tener cada vez menos “combustible”, entre otras cosas.

Racing, que llegaba puntero y venía de cuatro victorias consecutivas, aprovechó esto para terminar demostrando que ya no es el mismo Racing que perdió por goleada en la “Placita” y en este campeonato.

 

Ni el árbitro

Otro problema de Alumni es que los árbitros ya no ven los penales que recibe. Le pasó contra Estudiantes, en Plaza Ocampo, y ayer comenzó de la misma manera en Córdoba: a los 3 minutos, Marcos Sebastián Godoy recibió de Joel Vargas, se metió al área y sacó un tiro al arco que fue interceptado con la mano por el defensor Juan Pablo Rezzónico, actuando como un arquero más.

El riotercerense Gastón Monsón Brizuela, árbitro del encuentro, prefirió no cobrar el penal que hubiese cambiado el curso del partido y, tal vez, el futuro de Alumni.

 

Lejos del arco

Claro que esa jugada fue la única en ofensiva con cierto riesgo para Alumni durante el primer tiempo. Muy poco como para ganarlo.

El equipo villamariense hizo tenencia del balón y por momentos trató de circular a un toque, pero Racing lo emparejó con la movilidad de sus mejores “actores”: el delantero (Juan) Echarri y el volante Mariano Martínez.

A los 7 minutos, el arquero Carlos Ronco tuvo que atrapar abajo un remate del mediocampista y diez minutos más tarde, el atacante sacó un remate al segundo palo que se escapó por encima del travesaño.

Más allá de esto, el partido carecía de emoción y entusiasmo. Alumni hacía todo más lento y Racing rifaba y chocaba contra los centrales fortineros.

Al equipo villamariense, en tanto, le faltaba el hombre que le pasara por afuera a Godoy cuando éste se acomodaba de espaldas al arco, demoraba para descargarla y la perdía. Y en esa postura, con Herrera en el banco, poco se podía hacer para llegar al arco más que penetrar por el medio, sin profundidad.

Dentro de la mediocridad del encuentro, Racing encontró un lapso de lucidez y llegó al gol a los 40 minutos, cuando el experimentado César Mansanelli se hizo el espacio por derecha y envió el centro que encontró a Echarri. Y el delantero hizo una maniobra personal formidable, anticipándose al marcador para girar y acomodarse, sacando un tiro fuerte y cruzado que venció a Ronco.

 

Otra fisonomía

La desventaja en el tanteador provocó los cambios tempraneros en Alumni, donde Herrera y Ricardo Acosta entraron (en lugar de los mencionados Quiroga y Raymonda) para profundizar los avances.

A los 13 minutos las modificaciones pudieron surtir efecto cuando Acosta provocó una acción que terminó con un centro de Yocca que “Falucho” no pudo conectar ante el enredo del central Emiliano Castro.

Alumni tomó riesgos, pero también cometió errores que Racing no capitalizó en dos jugadas puntuales.

En un Yocca durmió ante la marca y López exigió a Ronco, que sacó con una mano. Y a los 24’ la “Academia” generó la ocasión más propicia para ampliar el marcador con otra escapada de López, que encaró a Ronco y dejó solo a Mansanelli, pero el tiro de primera del “Hacha” reventó el travesaño.

En esos momentos, la “Academia” se floreaba por el monopolio de la pelota ante un Alumni que ya no tenía recuperación en el medio (Bolatti no pudo aportar demasiado en ese ítem) y se sostenía por la prestancia de Caler y Jaime, además de la lucha del “Indiecito” Martínez y las manos de Ronco.

De todas maneras, la llama de la ilusión del empate estuvo encendida hasta el final, cuando estuvieron las chances más claras.

En tiempo de descuento, el arquero Leonardo Rodríguez tapó un remate de Herrera y, en el tiro de esquina siguiente, voló magistralmente para desviar un cabezazo de Jaime, en momentos que hasta Ronco había ido a cabecear.

Sufriendo, Racing terminó festejando la victoria. Y Alumni quedó seco, lejos de lo supo ser.

 

Figura: Mariano Martínez

Claro para el manejo y la distribución en la zona de volantes de Racing. También se lució Juan Echarri, autor del gol, como así también el arquero Rodríguez. En Alumni, lo mejor volvió a ser Carlos Jaime.

 

Arbitro: Gastón Monsón Brizuela

El riotercerense cometió un grueso error en el inicio, al no cobrar un penal a favor de Alumni por mano de Rezzónico. Mala conducción y desatenciones. Flojo.

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