El “Pato” Delfino está cerca de cumplir 42 y dice que se siente muy bien jugando. “Hace ocho años que le prometo a mi mujer, este es el último, aunque ella ya me conoció con la pelota y sabe cómo es”, dice. Hincha de Unión, ganador y de perfil muy bajo. Vende productos de limpieza en los pueblos y se le llenan los ojos de lágrimas cuando el fútbol queda en la mesa. Un apasionado que quiere ser campeón y seguir siendo ejemplo

Martín Delfino desafía a los años y siente que está para seguir dando batalla en el club de sus amores. A los casi 42 años demuestra su impecable condición de futbolista y dice que nunca dejará de jugar. “Hasta que las piernas me den…”.

Quiere ser campeón con Unión Central y seguir siendo el ejemplo de los más pibes, aunque considera que fue él, el que debió adaptarse a un plantel nutrido de juventud.

–Parece que los años no pasan…
-Yo sigo jugando porque me siento bien, pero fundamentalmente porque la paso bien y me divierto. Me sirve mucho para despejarme de las cosas que todos tenemos en la vida. Sentirme con ganas es lo principal para seguir.

–Querés mucho a Unión Central…
-Yo soy hincha de Unión y en todo lo que pueda ayudar siempre lo voy a hacer. En otros equipos quizás alguna vez cobré alguna moneda, pero acá no, y siempre fue así. Es más, yo soy un convencido de que acá hay que apoyar, porque es la única forma de que Unión pueda llegar a crecer. Se necesita mucho, pero estando aquí siento que ayudo y que soy útil.

–Hace desde 1972 que Unión no da una vuelta…
-A lo mejor de afuera se cree que nos come la ansiedad por salir campeón. Si bien es nuestro anhelo, los chicos saben que llegamos hasta acá con mucho esfuerzo. Imaginate que hoy estamos en una final, pero la verdadera historia de Unión dice que no sabremos (como siempre) si el año próximo haremos fútbol. Entonces disfrutamos mucho esto que nos está pasando como jugadores.

–Pero nadie les quita la ilusión de ser campeones…
-A lo mejor los jóvenes no se ponen a pensar “mirá cuánto hace que Unión no consigue un título”, porque no es su historia. Ellos viven el presente y el presente de Unión es muy lindo. Por supuesto que quieren ser campeones, si la gran mayoría nunca celebró un campeonato. Yo miro a mis compañeros y veo luchadores, pero no del juego, sino de todos los días. Muchos tienen una vida muy esforzada y dejan todo para entrenar y jugar en este equipo. Tienen trabajos pesados y, sin embargo, más allá de todo el esfuerzo se atreven a soñar en grande. Nosotros entrenamos a la siesta y quizás ese horario rompe con la jornada laboral. Pese a todo, los muchachos tienen una voluntad enorme.

–Y vos… ¿cómo lo manejas? Querés un título más…
-Yo soy un amante del fútbol. Así juguemos solteros contra casados, siempre voy a querer ganar. De igual modo, lo que a mí me gusta es el juego, disfrutarlo, ser parte del partido. Hasta cuando juego con mi hijo le quiero ganar (se ríe).

–¿Cómo es tu relación con los más pibes?
-Hablo lo justo y necesario. Jamás me vas a ver sacando aparte a un pibe para decirle lo que tiene que hacer o “maquinarlo” hablándole de fútbol. Ellos saben muy bien lo que quieren. Es más, ellos son un equipo de jóvenes y soy yo el que tiene que adaptarse al equipo. Por más que uno tenga títulos y años en el lomo, eso ya pasó y esta es una nueva etapa. Claro que dar el ejemplo tratando de llegar primero cada vez que pueda es un aporte al grupo y eso lo valoran. Saben que para lo que necesiten siempre voy a estar.

–¿Que te llevas del fútbol?
-Las amistades, los recuerdos, las buenas personas, enseñanzas. Yo vendo productos de limpieza en los pueblos y la gente te saluda, sabe quién sos y qué hiciste. Que no hablen mal de vos es una buena señal.

–Te emociona el fútbol…
-(Entre ojos vidriosos) Sí… cuando hablo de fútbol me transformo. Ojo, que no vivo del fútbol. Como dije soy amante del juego y poder hacerlo hasta esta edad me emociona mucho también. Yo soy hincha de River de Buenos Aires, y si me preguntás cuáles son los once, honestamente no se quiénes son. A mí me gusta el juego… el fútbol es hermoso. Cuando hablo de fútbol no puedo dejar de emocionarme.

–¿Que te dice Sachetto (DT)?
-El “Negro” es un amigo. Tenemos mucha confianza y hablamos mucho. Nos conocemos desde hace tiempo y me consulta cosas sobre el plantel. Si bien puedo tener la edad de ser entrenador, al estar dentro de la cancha puedo transmitirle lo que a veces necesita. Sachetto es un gran técnico y le cambió a Unión no sólo la cara, sino también la visión de ver el fútbol de otra manera más ordenada.

–¿Ser campeón sería un regalo de la vida?
-Sin dudas. No sé cuántas veces más Unión Central puede estar en esta situación de jugar una final. Yo pienso en mis compañeros, que van a entrenar en la bici y viven la vida como en la cancha y espero que el fútbol los pueda premiar con un título que se merecen. La vida y la humildad nos puso en este lugar, y queremos aprovecharlo más allá de las diferencias que existan con Yrigoyen. Porque son dos partidos… y hay que jugarlos.

Alberto Arce (h)