(Locales). En la Secretaría de Economía avanzan con el borrador del proyecto. Gill le aclaró a EL DIARIO que no se trata de un banco tradicional y que no se saldrá a competir con nadie

Un equipo de la Secretaría de Economía de la Municipalidad de Villa María le está dando los últimos retoques a un primer borrador de lo que será una herramienta destinada a captar el ahorro local y regional para transformarlo en producción e infraestructura.

Sería una especie de “minibanco”, aunque el intendente Martín Gill aclaró que no se trata de una entidad crediticia tradicional y que “no se saldrá a competir con nadie”.

El jefe del Ejecutivo había anticipado su idea en su último informe de gestión ante ediles en el Concejo Deliberante, cuando concluía octubre.

Ya entonces había dado directivas a la secretaría que conduce la contadora Daniela Lucarelli para poder llevar a la práctica lo que él tiene en mente.

“Vemos que la plaza local financiera es muy importante en cuanto depósitos y créditos, al menos es lo que surge en las conversaciones que tenemos habitualmente con las entidades financieras. Es una plaza muy fuerte y en base a esto he pedido a Economía pensar una estrategia que pueda significar generar un mecanismo para el ahorro local básicamente con dos dimensiones: el del aspecto productivo regional y el de infraestructura pública”, explicó Gill ayer al ser consultado por EL DIARIO.

Precisó que lo que se está viendo es “cómo, sin competir con las entidades financieras comerciales, podemos pensar el diseño de herramientas que permitan que parte del ahorro pueda ser reinvertido directamente en el proceso productivo o de infraestructura, generando un círculo virtuoso y accediendo a herramientas que no existen en el ámbito comercial tradicional, ya sea en créditos más blandos de los que hay en el mercado o dando la posibilidad de adelanto para obras de infraestructura”.

El titular del Ejecutivo local admitió que “elaborar una herramienta de estas características es complejo desde lo financiero”, y que se está en ese marco trabajando técnicamente.

“Es una estrategia que pone al capital financiero al servicio del desarrollo productivo y de servicios e infraestructura”.

Detalló que desde Economía se vienen realizando consultas al Banco Central, al Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y otros organismos, y que vieron modelos como el Banco Rosario o el de la ciudad de Buenos Aires o incluso fideicomisos.

Ante la pregunta, dijo que están “bien encaminados, con la posibilidad de poder estar pensando para los próximos tiempos una herramienta que procure captar parte del ahorro, para reinvertirlo en inversión productiva o infraestructura pública, lo cual en ambos casos es generador de trabajo”.

Esto se transformaría “en un circuito virtuoso para que el capital que exista disponible para el ahorro en el ámbito regional vuelva generando movilidad económica, trabajo, inversión e infraestructura pública a través de créditos blandos”. Respecto a los créditos blandos resaltó que debieran comprender una mejora en el plazo de gracia, un costo financiero menor, un plazo acorde a los proyectos de inversión que se quieran llevar adelante y un sistemas de flexibilización de garantías que permitan acceder a herramientas que de otra forma no se podrían obtener.

Y que “posibiliten que proyectos que son técnicamente rentables y viables no terminen naufragando por falta de financiamiento, sino que puedan encontrar una viabilización”.

Sobre la forma que adoptará esta herramienta, no la especificó, al argumentar que “es uno de los temas que el equipo está analizando”.

Pero aclaró que “no se plantea un banco en el sentido comercial, tradicional, ni salir a competir con nadie, sino que fundamentalmente es una estrategia de desarrollo, que pone el capital financiero al servicio del desarrollo productivo y de servicios e infraestructura”.