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“El hombre que ejerce violencia no está enfermo, es una construcción social”

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“El hombre que ejerce violencia no está enfermo, es una construcción social”
Desde el mutualismo y desde organizaciones de mujeres, junto al Estado, concretaron una jornada que arrancó a la mañana y se extendió hasta la tarde

Lo dijo la principal exponente de la jornada que se desarrolló en el Polo de la Mujer. Sostuvo que tanto el hombre como la mujer son víctimas del patriarcado. Dijo que la principal respuesta de la asistencia a varones es que se revierte la violencia física

 

El varón que ejerce violencia no está enfermo, sino que es producto de una construcción social, no hay que patologizarlo y se debe abordar el cuadro desde muchas disciplinas, no solo desde lo vinculado a la salud mental.

Eso es lo que dejó en claro María Eva Sanz, presidenta de la Asociación Mutual Grupo Buenos Ayres que es especialista en violencia familiar y que ayer durante casi todo el día encabezó una jornada de sensibilización y capacitación precisamente en asistencia a hombres que ejercen violencia.

La iniciativa se desarrolló con fuerte concurrencia (ver recuadro abajo) en la sede del Polo Integral de la Mujer, en barrio Carlos Pellegrini. Fue impulsada por la Comisión de Mujeres Mutualistas de la Federación Provincial de Mutualidades de Córdoba (Femucor), el Foro la Mujer y la Defensa de sus Derechos, la Mutual Oñativia del Grupo Gesta, el citado Polo (que es provincial) y la Municipalidad de Villa María.

Sanz explicó que desde hace más de 12 años desarrollan la temática en la Mutual Grupo Buenos Ayres y vino a la ciudad a contar lo que pudieron hacer, lo que caracterizó como “una tarea muy noble y esperanzadora”.

“Pudimos comprobar que la violencia física se puede revertir. En los otros tipos de violencia es más difícil pero también se está intentando”, aseguró en diálogo con la prensa.

Dejó en claro que “tanto el hombre como la mujer son víctimas del patriarcado” y apuntó que esa “es una ideología que nos separa en estereotipos y nos asigna distinta cantidad de poder”.

Para trabajar en el asunto, afirmó que debe hacerse desde diversas disciplinas, porque “esto no pertenece a la salud mental”.

“El hombre que ejerce violencia no es una persona enferma, es una construcción social y como tal hay que deconstruirla en sus elementos cognitivos, su conducta, sus sentimientos, vínculos y desde allí hacer estas modificaciones que estamos pretendiendo”, explicó.

Uno de los errores que se cometen en el abordaje es “la poca perspectiva de género, que sería este posicionamiento de mirar la desigualdad de poder”.

“Muchos profesionales encasillan a la asistencia de varones desde lo patológico. Todavía estamos en esta lucha y esta controversia de creer que a esto lo tienen que resolver psicólogos y psiquiatras, no es así, tiene que ser un equipo transdisciplinario donde se puedan unir varias disciplinas”, aclaró.

Por eso, instó a mirar más allá de la patología, “se trata de volver a unir el sujeto de conocimiento que por el paradigma positivista se ha desunido, se ha partido y de ahí crearon las disciplinas”.

“Nosotros decimos que hay unir puentes, trazar lazos, fortalecer las uniones para entre todos y todas salir de este problema que es social”, opinó.

 

Cómo llegan

Cuando se le preguntó de qué manera el hombre llega a recibir asistencia para revertir sus conductas violentas, habló de distintos casos, como el miedo a perder la familia tras episodios de esa naturaleza, o de aquellos que llegan por orden judicial o incluso tras una condena penal.

“Tenemos un grupo específico para femicidas, hombres que ya han pasado 12, 15 años en prisión y que tienen libertad, trabajándose en la órbita del Patronato de Liberados en la provincia de Buenos Aires”, graficó, sosteniendo que “lo que no se pudo reparar en la prisión hay que hacerlo después”.

Ante la pregunta sobre el éxito de los tratamientos, dijo que la mejor respuesta es el “poder demostrar que la violencia física se puede revertir”.

Aclaró que no tienen “muchas estadísticas porque faltan en la provincia de Buenos Aires políticas públicas específicas que sostengan todo esto”. De hecho, “lo estamos haciendo desde la economía social, mutuales, voluntariados en muchos casos pero no tenemos los apoyos necesarios en relación a tener los sueldos para los profesionales, a que haya un orden en cuanto a la cantidad de días que se puedan aportar a esto”.

 

Notable interés por un abordaje pocas veces implementado

Nora Landart, la concejala que es referente de Oñativia en Villa María y también de Femucor y del Foro la Mujer y la Defensa de sus Derechos, expresó su satisfacción por la jornada de la víspera, que había sido “pensada para 40 personas y superamos las 136”, según señaló a EL DIARIO.

“Desde el mutualismo y la economía social y solidaria estamos especialmente agradecidas al municipio y al Polo de la Mujer por esta oportunidad, por poner a disposición el recurso profesionalizado que tenemos dentro del sector, de ofrecerlo con absoluto compromiso”, indicó.

Manifestó que desde el mutualismo buscan “contribuir al desarrollo de políticas públicas que sirvan para mejorar la calidad de vida de las personas, en particular tenemos un objetivo que son las mujeres, niños, niñas y adolescentes y en ese transitar estamos”.

En la víspera llegaron al polo de barrio Carlos Pellegrini habitantes de Río Cuarto, Río Tercero, Las Varillas, Villa Santa Rosa, Río Primero, Devoto, localidades de las provincias de San Juan y Entre Ríos, y también de poblaciones cercanas a Villa María, lo que evidenció el interés por una temática que pocas veces se trata desde el lado del varón que ejerce violencia.

En ese aspecto, Landart subrayó que “está demostrado cuál es el porcentaje de varones que al momento de llegar a situaciones de violencia extrema como es el femicidio, tiene antecedentes y ya fue denunciado anteriormente por la víctima o anteriores víctimas”.

“Esto nos permite comenzar a pensar en un abordaje integral”, consideró.

Sobre la respuesta de la iniciativa, habló de un “conjunto de personas comprometidas con la problemática desde una organización social y desde el Estado, que tiene responsabilidades ineludibles en esto”.

Dijo que se hizo la jornada en Villa María porque la localidad “está en situación de ventaja en relación a otras ciudades: tiene emergencia de género, cuenta con el Polo de la Mujer y existe un programa municipio-provincia de detección temprana de situación de violencia”.

Lo de ayer “es poder llegar anticipadamente y con estrategia de 18 años de trabajo que la convalida”.

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