El convencional del radicalismo precisó que la política a pleno se va a comenzar a ver cuando empiece a funcionar el Congreso de la Nación
“Creo que es un escenario que todavía está en una transición en función de lo que va pasar cuando sesione el Congreso”.
El concepto fue expresado por el convencional del radicalismo nacional Carlos Gagliano al ser consultado respecto a la visión que tiene sobre el escenario político actual del país.
El exconcejal habló con EL DIARIO, en horas de la tarde de ayer, respecto a las perspectivas que se vislumbran a partir de los gobiernos que asumieron el pasado 10 de diciemre.
La primera pregunta apuntó al panorama nacional con las primeras acciones del presidente Mauricio Macri.
“Me parece que el Ejecutivo está tratando de afianzarse y está empezando a conocer qué es gobernar el país. En ese marco, la política a pleno se va a empezar a ver cuado comiencen a funcionar las Cámaras del Congreso de la Nación”, destacó.
Gagliano, que tiene militancia partidaria desde los claustros universitarios, apuesta al funcionamiento de poderes como eje esencial en la democracia.
“Cuando funcione el Congreso, estamos ante un gran desafío. Un gran desafío tanto para el Ejecutivo como para la oposición. El Congreso va adquirir otra relevancia porque en los últimos 12 años funcionó con mucha comodidad para el kirchnerismo”, remarcó.
“Diálogo y consenso”
La relación entre el presidente y los legisladores será una clave en la “madurez” de la dirigencia.
“Cuando se ponga en marcha el Congreso, va a ser el desafío del diálogo, del consenso, y es un desafío nuevo que va a poner a prueba las capacidades y las responsabilidades, tanto del oficialismo como de la oposición”, señaló.
El dirigente, que fue uno de los fundadores del Movimiento de Renovación y Cambio en el Departamento San Martín, observa que a nivel social se vive un clima diferente.
“Creo que la sociedad está esperando algo, está esperando que las cosas mejoren, hay una esperanza, pero 2016 va a ser un año muy difícil”.
Gagliano consideró que hay que esperar las medidas que se vayan tomando.
“Van a tener que ser muy prudentes para no perjudicar a los sectores más vulnerables, a pesar de que el discurso del presidente se basa en proteger a los que menos tienen”, manifestó.
Seguidamente, agregó que “las medidas tendrán que ser muy finas, muy puntuales”.
La economía
En otro de los pasajes de la charla, lo consultamos respecto a las primeras medidas económicas tomadas por el Gobierno de Macri.
“El levantamiento del cepo se hizo sin drama. Liberado el mercado, hay que esperar.”
En ese contexto, Gagliano señaló que “hubo un cambio brusco de rumbo”. “Me parece que va haber que acostumbrase a una fluctuación hasta ver cómo evoluciona la economía. Para algunos el dólar alto es bueno y para otros es perjudicial”, apuntó.
El exconcejal recordó los problemas que tuvo el Gobierno de Raúl Alfonsín con los especuladores.
“El alza de precios es una especulación genética de nuestros comerciantes, empezaron a subir precios antes de la devaluación y retrotraer precios en la Argentina es una utopía”.
En ese sentido, recordó la frase que dijo el ministro de Economía de Alfonsín.
“Recuerdo a Pugliesse cuando dijo ‘les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo’”.
Seguidamente, la charla giró sobre su opinión con relación a Macri y sus primeros días al frente del Ejecutivo.
“Un clima más distendido”
“Me gusta la comunicación que hay en este momento, el diálogo con la prensa es un avance democrático. También me parece valioso que se haya retractado con el DNU de designación de los jueces de la Corte Suprema. Me parece una posición inteligente que habla de que corregir un error no es debilidad política y es un concepto claramente diferenciado del Gobierno anterior.”
Otra de las acciones de Macri que fue destacada por Gagliano fue su intención de diálogo. “Me parece bien la convocatoria a los gobernadores, una muestra de tolerancia, un clima más distendido. Creo que la Argentina ha cambiado”, aseveró.
A la hora de calificar a Macri, tuvo una opinión muy particular. “No creo que Macri sea un neoliberal; creo que es un obsesionado por la gestión. El PRO es un partido de gestión difícil de catalogar ideológicamente en los parámetros tradicionales”.
Para fundamentar su opinión, habló sobre la administración de Macri en Capital Federal y recordó que “allí gobernó sin los criterios ortodoxos del neoliberalismo”, remarcando algunas de las acciones efectuados en sus ocho años de jefe porteño.
“Hay que ver, hay que esperar si se protege a los que menos tienen, si se protege el salario. Ya se anunció que se extenderá la Asignación Universal por Hijo y que seguirán los subsidios para los de menores recursos. Creo que sacarle los subsidios a quien puede pagar es un acto de justicia. Sacarle al que tiene y proteger al que realmente hay que subsidiar; eso sería eficiencia distributiva”.
Del escenario nacional pasamos al provincial y la pregunta fue directo a pedir su opinión sobre el gobernador Juan Schiaretti y sus primeros días en el sillón del Centro Cívico.
Dos de cal y una de arena
En el tema provincial, Gagliano precisó: “Dos de cal y una camionada de arena con el tema de las jubilaciones”.
“Creo que la Provincia se va a beneficiar con una nueva relación con el Gobierno nacional. Córdoba ha sido discriminada los últimos años y el hecho de mejorar el diálogo y empezar a ser un federalismo práctico va a ser muy satisfactorio”. Fue la primera buena.
La segunda positiva tuvo que ver con la eliminación de la Tasa Vial. Luego, llegó la camionada de arena.
“El recálculo del cobro de las jubilaciones es una medida mal explicada. Es un paso más, a mi juicio, para la armonización total con la Nación y es un golpe al bolsillo de los trabajadores que aportaron un 8% más que los otros aportantes”.
Para el dirigente del radicalismo, la normativa es muy preocupante en el presente y en el futuro. “A este paso y con estos criterios, el futuro de la Caja va a tender a armonizarse conpletamente con la Nación y ese será un golpe definitivo para los derechos de los trabajadores estatales de Córdoba”, manifestó.
La entrevista continuó girando la óptica hacia el Palacio municipal y la flamante gestión de Martín Gill.
“Un cambio de estilo”
En primer lugar, Gagliano consideró muy prematuro hablar sobre la gestión de Martín Gill, ya que “todavía no se vislumbran medidas de fondo”.
Sin embargo, su primera impresión pasó por “un cambio de estilo”. “Hay un cambio de estilo con relación al gobierno anterior (de Eduardo Accastello). Son dos dirigentes del mismo proyecto y habrá que esperar un poco más”, dijo.
La capacidad de diálogo del intendente fue uno de los aspectos abordados, pero mantuvo la prudencia al momento de analizar sus acciones en el Sillón de Viñas.
“El cambio de estilo se nota, pero no hay tiempo para evaluar medidas de fondo”.
La auditoría
A pesar de su cautela, el dirigente del radicalismo afirmó una de las medidas importantes que esperaba del flamante intendente.
“Me hubiera gustado que el nuevo intendente hubiera pedido una auditoría externa. Es una manera de clarificar los números de una larga gestión que empezó en 1999 (con los gobiernos de Accastello y Nora Bedano)”, señaló.
Luego, volvió a reiterar que “es prematuro abrir un juicio sobre el Gobierno de Gill”. “Todavía no ha tomado una medida que marque un rumbo. Sí tiene un estilo más abierto, más dialoguista”.
La identidad del radicalismo
La última parte de la entrevista estuvo centrada en el rol del radicalismo en la actualidad.
“El radicalismo tiene que reafirmar su identidad”, destacó en primera instancia.
Más allá de la posición que hoy tiene en el marco de la alianza Cambiemos, Gagliano consideró necesario el debate interno. “El partido tiene que reorganizarse y sostener las banderas históricas de la Unión Cívica Radical”.
El dirigente villamariense marcó que es necesaria una discusión en el terreno doctrinario. “Hoy las banderas históricas están en discusión, sobre todo, en el radicalismo de Córdoba que acompañó la reforma jubilatoria propuesta por Schiaretti y que es un golpe al bolsillo de los trabajadores pasivos”, manifestó.
