Es imposible no identificar su nombre con el básquetbol, deporte que abrazó desde pequeño, cuando apenas tenía 8 años cuando comenzó a jugar en Unión Central.

Franco Moral, con 37 años, se pasó casi toda su vida, vinculado al básquet, y sus condiciones le permitieron poder pasar por diferentes clubes de la Asociación local, como así también otros de nuestra provincia.

Sus condiciones como jugador y persona, le sirvieron para jugar también en otros niveles y vestir en numerosas oportunidades la camiseta del seleccionado de la asociación local, en numerosos provinciales; inclusive, formó parte del logro más importante que la ABVM tiene, el título de campeón Provincial en junio de 2008, cuando Villa María le ganó a Córdoba por 78 a 63, en la final del torneo disputado en Justiniano Posse.

Recorrió diferentes estadios de la provincia y el país, y se despidió con 37 años, justamente jugando con una camiseta que tuvo estampado ese número.

Un jugador destacado, un excelente compañero en cada equipo que integró, pero por sobre todo, mejor persona, fueron atributos que todos supieron valorar en Franco, y también en quienes integran diferentes estamentos en la actividad u otras vinculadas a la misma.

En el partido del viernes, que también fue el de su despedida de las canchas como jugador, Unión Central brindó un comunicado agradeciendo todo lo bueno que ha dejado por su paso en ese club, “de este caballero del deporte”. A su vez le entregó una plaqueta recordatoria.

También la asociación local, a través del dirigente Jorge Arburúa, le entregó un presente a Franco.

Estuvieron presentes en su despedida familiares y amigos y tanto las parcialidades de Unión Central y Acción Juvenil, le brindaron un caluroso reconocimiento, con unánime aplauso, que reconoce a un gran deportista.

Franco Moral le ha dado mucho al básquetbol y ojalá, que pueda continuar vinculado a la actividad, como entrenador o dirigente, brindando todo su conocimiento y experiencia.