El volante Santiago Domínguez fue titular en Gimnasia de Mendoza, que dio otra sorpresa eliminando a Quilmes. Tras igualar sin goles, el Lobo festejó por los penales y se clasificó a 16avos. de final
Gimnasia y Esgrima de Mendoza, del Torneo Federal A y con el villamariense Santiago Domínguez entre los titulares, dio ayer otro golpe en la Copa Argentina de fútbol y se clasificó a los 16avos. de final, al vencer a Quilmes, de Primera división, por 4 a 1 en definición con tiros desde el punto del penal tras empatar 0 a 0 al cabo de los noventa minutos.
El partido se desarrolló en el estadio de Temperley, contó con arbitraje de Pablo Echeverría y desde los 12 pasos el equipo mendocino estuvo afinado: metió sus cuatro remates.
El arquero de Gimnasia, Tomás Marchiori, despejó el tiro de Francisco Celeste y Diego Colotto estrelló su disparo en el travesaño.
El golpe de Gimnasia (que está jugando el octogonal final del Federal A por un ascenso a la B Nacional), se asemeja al que dio el martes Deportivo Riestra, de la Primera B, al eliminar también por penales a Tigre, de la máxima categoría.
Dentro de un primer tiempo francamente pobre, fue Quilmes el que mejor se acercó al área rival, sobre todo a través de los intentos de Nicolás Da Campo. Un remate suyo se convirtió en la chance más clara de la etapa, pero se fue apenas desviado.
Gimnasia, a su turno, buscó desde los pies de Santiago Domínguez, pero sin profundidad ni precisión no tuvo opciones de gol a lo largo del período inicial.
En la segunda etapa Quilmes siguió presionando, pero estuvo impreciso, y aunque el ingreso de Franco Negri le dio un poco más de profundidad, no le alcanzó para vulnerar el arco defendido por Marchiori.
Gimnasia se fue refugiando cada vez más cerca de su arco, apostó a la igualdad para llegar a los penales y le salió bien: en la próxima instancia, se enfrentará con el ganador de la llave entre Talleres de Córdoba y Defensores de Belgrano.
Domínguez, que salió reemplazado a los 23 minutos del segundo tiempo, sigue en crecimiento. Encontró en Mendoza la regularidad que esperaba, le dieron lugar y demuestra sus grandes condiciones, las mismas que alguna vez supo disfrutar Rivadavia de Arroyo Cabral, en la Liga Villamariense.
