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“La derrota más humillante de la historia”

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“La derrota más humillante de la historia”
Rodrigo López Tais y su grupo reclaman la renovación del partido

La agrupación liderada por el villamariense Rodrigo López Tais fijó su posición sobre la actuación del conductor del radicalismo nacional Ernesto Sanz, a quien calificó de “mariscal de la derrota”

 

Rodrigo López Tais y su grupo reclaman la renovación del partido
Rodrigo López Tais y su grupo reclaman la renovación del partido

“El resultado de las PASO dejó una certidumbre: la alianza electoral de centroderecha que llevó adelante la dirección nacional de la Unión Cívica Radical -con el concurso de los convencionales nacionales que la aprobaron- tenía como único objetivo asegurar la supervivencia, por una temporada más, de dirigentes con más pasado que futuro”.

Así comenzó el documento de la Mesa Provincial de Democracia Radical analizando los resultados obtenidos por el senador nacional Ernesto Sanz en las PASO del pasado domingo.

La agrupación, que conduce Rodrigo López Tais, envió a EL DIARIO su posición sobre la realidad que está viviendo en la actualidad el partido al que pertenecen.

“Para llevar adelante ese plan manipularon todos los medios a su alcance en el intento de disciplinar a las bases militantes del partido. El abandono de las mejores tradiciones nacionales, populares y progresistas que iluminan la historia del radicalismo expuso a la Unión Cívica Radical a la derrota más humillante que se recuerde en su centenaria trayectoria democrática”, destacó el documento firmado por López Tais, María Soledad Felipe y David Guevara, entre otros.

Cargando las tintas sobre la alianza que enlazó al radicalismo con el PRO, el dirigente expresó seguidamente en su escrito: “Ese acuerdo vergonzante, determinado por la especulación, el cálculo y una sobredosis letal de pragmatismo, presentado como ‘posible, ventajoso y ganador’, finalmente resultó ‘perjudicial, ruinoso y derrotista’ para el radicalismo.

Y no podía ser de otra manera, ya que su propósito no era otro que efectivizar la privatización de la Unión Cívica Radical, brindar un candidato testimonial que legitimara la candidatura de Mauricio Macri en las PASO y ofertar al PRO la ‘tercerización’ de los ‘servicios’ de fiscalización electoral en los comicios generales de octubre, a cambio de un racimo de cargos legislativos”.

 

“Conducción errática y vacía…”

Luego, la mesa de Rodrigo López Tais (hijo de los históricos dirigentes de la UCR Julio López y Noris Tais) se refirió a los pactos tejidos en las elecciones provinciales el pasado 5 de julio.

“En el caso de la provincia de Córdoba, el reflejo más nítido fue haber aceptado con mansedumbre bovina la imposición de la candidatura a gobernador de Oscar Aguad y el orden de las candidaturas subalternas dispuesto a criterio de Mauricio Macri.

Hoy resulta inexplicable, desde el más elemental sentido de la coherencia, que nuestro partido aparezca subordinado al PRO, asociado a la promiscuidad electoral de Luis Juez y relacionándose oblicuamente con la vieja UCD de Germán Kammerath”.

A continuación, los dardos cayeron directamente sobre las máximas autoridades de la UCR.

“Una conducción errática, verticalista y vacía de legitimidad forzó una interpretación de la realidad atendiendo más a la ‘encuestología’ y las operaciones de grupos de poder, factores de presión y formadores de opinión que a la voluntad popular. Los resultados están a la vista”, señaló el documento.

 

“El mensaje de las urnas”

En otro de los párrafos del escrito, los boinas blancas remarcaron: “Ciudadanos y ciudadanas que en algún momento se sintieron expresados por el radicalismo, dejaron en las urnas un mensaje contundente: un partido político que se miente a sí mismo no está en condiciones de convencer a nadie”.

Los integrantes de la línea interna de la UCR reclamaron la renovación partidaria.

“Tanto Ernesto Sanz, el mariscal de la derrota, como los demás autores materiales, instigadores y partícipes necesarios de la claudicación y la entrega del partido deben asumir las consecuencias de una decisión infamante, dar un paso al costado y depositar la soberanía partidaria en manos de los afiliados, para dar inicio al verdadero proceso de renovación política que la sociedad le exige a la Unión Cívica Radical”.

Finalmente, precisaron: “Una nueva generación debe asumir la responsabilidad histórica de llevar adelante esa renovación democrática y pluralista de nuestro partido, centrada en la recuperación de los principios y valores que definen al radicalismo, la erradicación de prácticas internas sectarias y poco transparentes y, fundamentalmente, en la reparación de los vínculos recíprocos de representación y participación entre la sociedad y la Unión Cívica Radical.

Todo con el objetivo de reconstruir un instrumento popular puesto al servicio de la organización de una sociedad donde libertad, igualdad, justicia y solidaridad sean pilares de una democracia social y participativa”.

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