Inicio Locales La dictadura lo sacó de las aulas, volvió y ahora es ingeniero a los 78

La dictadura lo sacó de las aulas, volvió y ahora es ingeniero a los 78

0
La dictadura lo sacó de las aulas, volvió y ahora es ingeniero a los 78
Las mujeres “gringas” de Villa María lo apodaron Popi, sobrenombre que lo siguió el resto de su vida (foto captura del canal de YouTube de La Gaceta)

Historias de vida – Nació en el seno de una familia pobre y la universidad pública le cambió la vida

Serafín Mendizábal recordó su infancia en Villa María, donde nació. En diálogo con EL DIARIO contó cómo fue el momento en que los militares lo sacaron de la facultad en Tucumán y los motivos que lo animaron a retomar los estudios 40 años después

 

Se podría decir que en la vida de Serafín Mendizábal, Villa María aparece solo al comienzo, pero con historias que lo persiguieron por el resto de su vida hasta Tucumán, donde vivió siempre.

Sin ir más lejos, al apodo Popi se lo impusieron “unas mujeres italianas que iban a mi casa a ver el color de mis ojos porque no podían creer que hubiera un bebé negro con ojos negros”, contó el hombre a EL DIARIO, quien en mayo se recibió de ingeniero electrónico a sus 78 años en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Tucumán, luego de haber abandonado a la fuerza la carrera durante la última dictadura cívico-militar.

Su padre había nacido en Bolivia y su madre era santiagueña y ambos confluyeron en Villa María por trabajos ligados al Ejército, sin formar parte de esa fuerza.

En un barrio poblado por “gringos” de nuestra ciudad, en 1940, nació Serafín. Asegura que su madre solía contarle: “Después de darme la teta, dice que venían las mujeres de ahí para tenerme en brazos, algunas me abrían los ojos para verme las pupilas”.

Antes de asistir a la escuela primaria, Seráfin y su familia partieron al norte del país, donde iría a transitar una de las partes más oscuras de su vida.

Desde que entró a la carrera de Ingeniería se dedicó a militar en la juventud comunista: “Llegué a ser presidente del centro de estudiantes, les ganamos por goleada a los peronistas”, recordó el hombre que recibió las influencias de su padre, un anarcosindicalista.

Los militares sabían a quiénes buscaban, por eso le preguntaron si él era Serafín Mendizábal antes de arrestarlo y encapucharlo mientras cursaba la carrera en la delegación tucumana de la UTN.

“En total, fueron 23 los desaparecidos, entre quienes está la decana de ese momento. Más que desaparecidos, secuestrados y torturados”, se corrigió al instante el ahora ingeniero.

 

Una herida que cerrar

Hace unos años, una amiga de su hija le pidió ayuda para hacer un trabajo sobre la última dictadura en Argentina y el aceptó, aunque sabía que “no me iba a ser fácil recordar”.

Esa instancia fue detonante. “Nos juntamos a las 20 con la chica y en un momento me quebré y empecé a llorar. Eran las 2 de la mañana y no podía parar, nunca me había pasado algo así”.

Fue ahí cuando decidió consultar a un psicólogo, quien le dijo que “no volviera más a verlo si no empezaba de nuevo la facultad”, ya que era la única manera de “cerrar esa historia”.

Fue así como Popi decidió volver a la UTN de Tucumán, donde había cursado cuatro años de Ingeniería Electrónica, pero se dio con que habían borrado todos sus registros.

Empezó de cero la carrera cuando estaba a punto de jubilarse y tenía de compañeros a personas de la edad de sus nietos.

“Me ayudaron mucho pero no me regalaron nada -aseguró-. Más que mi título, valoro la resistencia de la universidad, que le permite a los obreros y a los hijos de obreros desarrollar el talento e inteligencia que si no fuera por ella, estaría en los cementerios”, expresó.

El flamante ingeniero se emociona por su presente, pero también recuerda a su padre, “laburante incansable”, y también a su madre, “una mujer semianalfabeta pero que no se cansaba de trabajar. La recuerdo pasándole los baldes de mezcla a mi padre cuando hacían la casa”.

Su mujer falleció hace poco, pero con sus dos hijos y sus nietos disfruta de esta nueva etapa en su historia de ideales, lucha y resistencia.

 

“Más que mi título, valoro la resistencia de la universidad, que les permite a los obreros desarrollar el talento e inteligencia”.

Print Friendly, PDF & Email