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La empatía es una cualidad de oro del emprendedor social

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La empatía es una cualidad de oro del  emprendedor social
Foto: Depositphotos.com

Poder crear modelos de negocio que ayuden a los demás, hace la diferencia

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Estamos acostumbrados a escuchar que los emprendedores sociales deben de tener grandes ideas, ser supercreativos, innovadores, tener una gran visión de negocios y, por supuesto, un gran hambre por cambiar al mundo. Rara vez hablamos de la principal característica que debe tener un emprendedor social: empatía.

La empatía se define como: “La capacidad cognitiva de percibir lo que otro ser puede sentir. También es descrita como un sentimiento de participación afectiva de una persona cuando se afecta a otra”.

Es decir, es la capacidad de “ponerse en los zapatos del otro” y hoy, más que nunca, es muy relevante que hablemos de ella.

Tomaré una pequeña desviación, pero créanme, al final llegaré a hablar de emprendimiento social…

Hace unos días me encontré discutiendo con un amigo cercano, mexicano, defendiendo las posturas de Donald Trump y su administración, racionalizando sus posturas económicas, dejando de lado el altísimo impacto que tiene sobre aquellos menos afortunados.

Esta postura proteccionista no es nueva, de hecho en ésta se basa un sistema de pensamiento que favorece las ideologías que plantean que la ganancia personal es lo único que debe de dictar la toma de decisiones personales.

Esta es la plataforma sobre la cual se ha planteado la actual administración americana, en realidad “make America great again” se puede leer como: “quiero estar bien yo, ya luego vemos qué pasa con los demás”.

Esta forma de pensar, además de no tener real cabida en un mundo cada vez más conectado en el que todos somos dependientes los unos de los otros, en realidad es resultado de la falta de una gran característica humana, la empatía.

Cuando contamos con empatía, consideramos siempre el impacto de nuestras acciones en la vida de los demás, especialmente en aquellos más vulnerables que nosotros. Pensamos en nuestras decisiones desde el punto de vista de aquellos que se podrán ver impactados por ellas, y por eso es imposible tener una postura de “yo primero”.

Es muy fácil apuntar con el dedo a otro y hablar de lo poco empático que es, sin embargo, tenemos que darnos cuenta que nosotros también podemos caer muy fácil en el mismo juego.

En respuesta a todo lo que está sucediendo en Estados Unidos, muchos han tomado y promovido una postura de “consumir solamente productos mexicanos y boicotear todo lo que venga de fuera”. Si bien es muy valioso consumir local por todo el impacto positivo que esto puede generar, querer “consumir lo mexicano” con la motivación de “joder” al otro nos pone justo en el mismo lugar de aquellos que nos están atacando.

Este juego es peligroso, como la historia nos ha enseñado una y otra vez, responder una agresión con otra agresión no nos lleva a una solución, si no que lo escala y terminan siendo afectadas personas que no tienen nada que ver en primera instancia.

Mahatma Gandhi dijo: “Las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”.

Y esto me parece que es clave en estos tiempos, especialmente si somos emprendedores sociales.

El principal objetivo de un emprendedor social es impactar de manera positiva la vida de los demás. Lo hacemos a través de nuestros modelos de negocio, hacia dentro de nuestras empresas, y por su puesto, tenemos que hacerlo como personas en nuestro día a día.

Es imposible que alguien que quiera ser emprendedor social no tenga un alto nivel de empatía, ya que la definición más básica de empresa social tiene implícito el sacrificio de la ganancia propia para el beneficio del otro.

Como emprendedores sociales, sabemos que los retornos de nuestras empresas no serían tan grandes si nuestras empresas no tuvieran impacto. Estamos dispuestos a asumir ese sacrifico porque nos hemos puesto en los zapatos de otros que tienen una necesidad social que no ha sido resuelta.

Esta capacidad de encontrar un balance entre ese sacrificio y la ganancia, nos deja crear modelos de impacto sostenibles y permite que una empresa social otorgue una solución viable, tanto para el emprendedor como para los beneficiarios.

Al final del día, el emprendedor social entiende que los negocios no tienen por qué ser un juego de suma cero, en el que el otro tiene que perder para que yo gane, si no que se pueden crear modelos en los que todos podemos salir beneficiados…

Debemos recordar la importancia de ser empáticos y tratar siempre de ponernos en los zapatos del otro.

Juan del Cerro, experto en emprendimiento social y fundador de Disruptivo.tv, Socialab México, y autor del libro ¿Qué es el emprendimiento social?

Publicado por Entrepreneur y subido a redes por el Centro Comercial, Industrial y de Servicios de Villa Nueva

 

MARKETING – Por una especialista local – Precios, ¿cómo los obtengo?

Escribe Stefanía Cornaglia Técnica en Marketing stefania.cornaglia@gmail.com

Todo el que alguna vez tuvo un comercio u ofreció un servicio tuvo que ponerle un precio a lo que estaba ofreciendo, pero no todo el mundo tiene en cuenta todos los factores que lo determinan. Por eso vamos a hacer un pequeño repaso de lo que necesitamos para obtener un buen precio:

La mayoría caemos en la costumbre de colocar el precio a un producto tomando como referencia sólo los costos y los precios que manejen los competidores. Si bien son informaciones de utilidad, estas variables consideradas en forma aislada no ayudan demasiado a los fines de tomar una decisión inteligente de precios.

Entonces, ¿qué información clave aún estaría faltando? Faltarían otros datos importantes para poder brindar una opinión fundamentada en materia de precios, como, por ejemplo:

-¿A qué tipo de clientes están orientados los productos?

-¿Qué diferenciales tienen respecto de las restantes alternativas del mercado?

-¿Cómo se comunican estos diferenciales a los clientes? (“ojos que no ven, corazón que no siente… y bolsillo que no paga”).

-¿Cómo es la cadena de comercialización? (ejemplo: venta directa, intermediarios, distribuidores…).

Básicamente, para permitir un análisis integral, además de los costos y la situación de los competidores, es necesaria la información mencionada sobre los clientes y el canal de ventas. Este enfoque, utilizado para identificar los factores prioritarios en la definición de precios, se conoce como “Modelo de las 4 C”. Su nombre deriva del hecho que las cuatro variables clave tienen como inicial la letra “C”: costos, competidores, clientes y canal de ventas.

Reuniendo esta información podemos determinar un precio competitivo en el mercado y nos da las ganancias que nuestro producto o servicio merece.

 

ESTADISTICAS Iii – Datos de ADEFA – Febrero con fuerte caída de la producción de autos 

La producción de automóviles cayó en febrero 29,7% respecto de igual mes del año anterior y 10,2% en relación con enero, según informó la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).

En su informe mensual, ADEFA destacó que “se exportaron 12.931 vehículos, 32,6% más respecto de enero pero 8,8% menos si se lo compara con el volumen registrado en febrero de 2016”.

En cuanto a las ventas al mercado doméstico, “se comercializaron a la red de concesionarios 65.274 unidades, lo cual representa 23,5% sobre el mes anterior y 25,8% en su comparación con el comportamiento de febrero de 2016”. La entidad puso de relieve que “con un promedio de 18 días hábiles de actividad, las terminales automotrices produjeron 24.036 vehículos, 10,2% menos respecto de enero anterior cuando se produjeron 26.762 unidades y 29,7% por debajo del desempeño de enero de 2016 cuando la producción fue de 34.174 vehículos”.

“Más allá de la estacionalidad y las paradas de planta producto del receso estival, entre enero y febrero, el sector produjo 50.798 unidades, un 2,2 % menos respecto de las 51.959 unidades que se produjeron en el mismo período del año anterior”, puntualizó la cámara de las terminales.

“Las automotrices exportaron 12.931 vehículos entre autos y livianos, lo que refleja un avance de 32,6% respecto del volumen exportado en enero pasado, y una baja de 8,8% si se lo compara con las 14.178 unidades que se exportaron en febrero del año anterior. En acumulado del primer bimestre, las terminales exportaron un total de 22.685 unidades, es decir, 25,6% por sobre el volumen que se registró entre enero y febrero de 2016”, precisó la entidad.

ADEFA advirtió que “estos volúmenes, junto con los de producción, reflejan el impacto de la caída de la demanda por parte de Brasil que, sólo en febrero, registró una contracción del 65%. Frente a este comportamiento, el informe señala el esfuerzo de las terminales en desarrollar nuevos mercados para compensar la caída. En tal sentido, se destaca el incremento de los envíos a destinos como Guatemala, Panamá, Costa Rica, Honduras, Perú y Nueva Zelanda, por mencionar algunos”.

 

Busaniche/Punto a Punto/DyN

 

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