El escribano de la Dirección Provincial de Vivienda confirmó a este medio que ya tienen “todo preparado para regularizar la situación”, luego de que unos adjudicatarios expusieran ayer su reclamo tras 15 años de haber sido inaugurado el inmueble 

Según aseguró el escribano de la Dirección Provincial de Vivienda, José Gutiérrez Alzola, el problema de la falta de escritura de los adjudicatarios del edificio de Catamarca y bulevar Italia, que entregó hace 15 años el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), podría tener un final en puerta.

En la edición de ayer, EL DIARIO reflejó el reclamo de un grupo de vecinos del mencionado edificio, quienes exigen poder escriturar para poder conformar legalmente un consorcio y exigir el pago de expensas, debido que actualmente sólo las abona la mitad de los que allí residen y no alcanza para sostener en buenas condiciones la infraestructura.

Sobre el conflicto, que data del año 2000 cuando fue inaugurada la obra, Gutiérrez Alzola aseguró que “nosotros lo que ya hemos terminado es de preparar es la documentación necesaria a los efectos de poder llevar adelante la escrituración”, y lanzó el compromiso: “Nosotros a esto lo vamos a estar haciendo en corto plazo, pero lleva toda una serie de procedimientos y demás, que es lo que vamos a estar llevando adelante”.

Si bien el escribano del ente provincial avisó ante las consultas de este medio que “no puedo dar información porque es un tema con los adjudicatarios”, reiteró que “vamos a regularizar en el corto plazo porque ya hemos logrado poner en orden y preparar toda la instrumentación de la documentación para llevar a cabo las escrituras”.

En el contrato que tienen los adjudicatarios y al que pudo acceder este medio se detallan una serie de obligaciones que no se han cumplido. Una de ellas es que las escrituras se van a realizar cuando terminen de cancelar el monto total a pagar. Sin embargo, Gutiérrez Alzola confirmó que “las escrituras se van a hacer para los que tengan deuda o para los que hayan cancelado”. “Cuando se escritura, es para todo el complejo completo y se lleva adelante en forma gratuita por las leyes de la Provincia”, agregó.

Hay que tener en cuenta que el mencionado edificio no es el único con este inconveniente, ya que el mismo 27 de septiembre de 2000 en el que el gobernador De la Sota lo dejó inaugurado, hizo lo propio con el inmueble situado en San Juan 462, quienes aún tampoco tienen escritura. El escribano, si bien no lo confirmó, dejó entrever que las escrituras podrían salir para los dos complejos de viviendas.

La explicación que dio el profesional del Gobierno de la Provincia de Córdoba sobre por qué pasaron 15 años sin novedades respecto a la regularización de la situación no fue del todo exacta: “Llevan sus tiempos estas cosas porque son los planos, las inscripciones, todo lleva un proceso, es todo una gestión, no es algo sencillo. Pero si te aseguro que la Provincia ha trabajado en forma constante y ya tiene todo en condiciones para poder llevar adelante la escritura, pero en función de la capacidad operativa es que se va a regularizar”.

Gutiérrez Alzola negó haber tenido una reunión con un grupo de adjudicatarios, hecho que afirmaron los tres vecinos que expusieron la situación en la edición de ayer, y contó que apenas ha tenido “alguna que otra consulta por algún adjudicatario aislado”. Además, sobre el deterioro que presenta el edificio por la falta de pago de expensas de la mitad de los que allí residen, dijo desconocer la situación.

Una promesa conocida

Las manifestaciones y el compromiso de regularizar “en corto plazo” la situación con las escrituras por parte del escribano José Gutiérrez Alzola no es algo nuevo para los vecinos del edificio.

Así lo expresó Enrique Bencivenga, uno de los adjudicatarios que habló con este medio, quien aseguró que “es algo que nos dijo hace un año atrás, son hábiles para patear la pelota”.

Un viejo problema

En la edición de ayer los vecinos explicaron que la principal necesidad y urgencia por obtener las escrituras radica en que son apenas 20 de 46 los residentes que pagan expensas, por lo que sostener el edificio en condiciones y pagar los impuestos del mismo se hace cada vez más difícil. La situación es similar en el edificio que el IPV entregó junto con este en la calle San Juan. En 15 años, los vecinos recurrieron a este medio en varias ocasiones para exponer el problema.