Identidad de género – Impacto de declaraciones del jefe de la Iglesia Católica local

Ante numerosas personas, entre ellas funcionarios, el obispo rechazó a las personas trans

“Dios creó solo al hombre y a la mujer, no hay grises”. “El pecado es más grave que el SIDA”.

Eso es lo que expresó el obispo de Villa María, Samuel Jofré Giraudo, el martes ante buena parte de quienes concurrieron a la firma de convenio entre las organizaciones Vínculos en Red y Casa Esperanza para unir voluntades fortaleciendo la utilización de la casa que existe en barrio La Calera. Las manifestaciones ante personas trans llegaron casi al final del encuentro y cuando el periodismo ya se había retirado.

Sus palabras causaron rechazo, dolor y repudio entre muchos de los asistentes, entre quienes se contaban a jóvenes trans que se encuentran en situación de vulnerabilidad, y que precisamente recibirán contención a partir de este acuerdo.

El jefe de la Iglesia Católica local negó el derecho a la identidad de género y además hizo una particular comparación con una cuestión de salud muy sensible como la del HIV.

En el lugar también había funcionarios del Ejecutivo y la auditora general, Alicia Peressutti. Y pese a las críticas en privado hacia el prelado, nadie lo cuestionó en público.

Mucha angustia

La referente de la diversidad sexual y de la ATTTA en la ciudad, Fanny Bustos, se mostró consternada por los dichos.

Consultada por EL DIARIO, la militante contó que por el tenor de los dichos del purpurado, esperó que terminara el encuentro público para abordarlo en privado. Y aseguró que en esa instancia Jofré le ratificó que veía a las mujeres trans como hombres, y que esa es su postura.

Bustos hizo hincapié en el impacto que tienen sus declaraciones ante la comunidad. “Quise preguntarle a solas para no ponerlo en una situación incómoda, pero me lo dijo en la cara. Me respondió que me veía como hombre. Debería tener en cuenta su investidura y ser muy prudente en lo que dice. Sus palabras son peligrosas porque generan discriminación y más dolor en nosotras”, advirtió.

“Cómo podemos tener el respeto de los demás cuando alguien con autoridad habilita a llamarnos como hombres”, se preguntó.

Recalcó que sus comentarios abren las puertas a un retroceso y a la burla social. “Lo que dijo es violento y discriminador. Y nadie nos defendió en ese momento, nadie le reprochó lo que comentó”, lamentó.

En el Obispado decidieron no hablar. Tras la nota con Bustos, EL DIARIO buscó la palabra de la máxima autoridad de la Diócesis villamariense. La secretaria de la institución de calle Belgrano señaló que Jofré iba a analizar el tema porque «se entera ahora» de lo que él mismo dijo ante numerosas personas.

Violencia

Por supuesto, el obispo tiene todo el derecho de pensar lo que quiera, pero lo que no puede es hacer expresiones públicas que solo llevan a más violencia, discriminación y estigmatización.

Jofré no puede desconocer el peso de su figura y lo que representa en la comunidad católica. Sus palabras son formadoras de opinión, y sabe que así habilita el escarnio hacia uno de los grupos que más lo ha sufrido.

Además, más allá de lo humano, el purpurado ignora la ley deliberadamente.

En la Argentina, toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad de género y a ser tratada de acuerdo a la misma. También por ley, se estableció el trato digno, debiendo respetarse la identidad de género adoptada por todas las personas. Así, Fanny es mujer por más que al jefe de la Iglesia Católica no le guste.

Jofré puede ver la ley divina por encima de la ley del hombre, pero el país en el que vive no es una teocracia.

Con lo que dijo el martes, que va de la mano con otras declaraciones en igual sentido que hizo a poco de llegar a la Diócesis, ignora una ley democrática e inclusiva, transformándolo en alguien que no respeta el Estado de derecho, que se basa en el respeto a todas las leyes.

Diego Bengoa Barra