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La alegría verde se hizo presente en el “Socios Fundadores” luego de ganar el clásico cabralense. Rivadavia sigue dulce en el Clausura y lidera con solidez su grupo

LIGA VILLAMARIENSE DE FUTBOL – Clausura – 7ma. fecha – Zona B

Con gol de Maximiliano Bustos, en el primer tiempo, Rivadavia le ganó 1 a 0 el clásico a Colón, de visitante, y amplió su liderazgo en el cierre de la primera rueda. El local se quedó sin invicto y acumuló su cuarto partido sin ganar

Escribe Diego Pellegrini (h)

A su juego lo llamaron. Rivadavia se quedó con el clásico de Arroyo Cabral, tras derrotar por 1 a 0 a Colón, con el traje que mejor le queda. Porque sacó ventaja en la primera etapa y luego se mostró fuerte mentalmente, para ganar en cada metro del campo de juego, minimizando al máximo a su más acérrimo rival.

Fue el ADN del equipo de Marcelo Santoni. Este Verde que sabe ganar los partidos a su manera, tomando siempre la segunda pelota, defendiendo con mucha fiereza y convirtiendo en los momentos precisos. Así, el local se vio superado prácticamente de principio a fin, sin poder encontrarle la vuelta al cotejo, siendo superado hasta en lo actitudinal.

Más puntero que nunca, Rivadavia, con los tres puntos que sumó en la cancha de su vecino. La Zona B lo tiene arriba, marcando que está viviendo su mejor momento en lo que va del campeonato. La otra cara de la moneda es Colón, que con la derrota quedó a siete unidades de la cima y su presente no muestra puntos positivos.

Ayer el clásico inició con una media hora de mucha paridad, sin remates a los arcos, el dominio territorial del local no marcaba superioridad en el juego ni mucho menos. Pocas chances de gol para ambos bandos hacían que el clásico casi no tenga puntos para resaltar.

Claro que lo más importante, lo que marcaría el derby sería el gol a los 28’ de Maximiliano Bustos, con el que Rivadavia empezó a manejar el trámite del juego. Pelota de Maximiliano Le Roux, al área defendida por Federico Pedernera, para que Elían Geremías baje el balón de cabeza y Bustos, con un gran frentazo, decrete el 1 a 0 para los verdes y para la locura de Marcelo Santoni, quien vio el partido desde la tribuna visitante, por suspensión.

Ese momento marcó un quiebre en el desarrollo de la tarde cabralense. La diferencia favorable a Rivadavia terminó profundizando los inconvenientes mostrados hasta aquí por Colón, para atacar el arco rival. Solo un cabezazo de Ramiro Giraudo, que salió cerca y un tiro de esquina peligroso de Andrés Ferrero, que se metía y Berardo evitó con los puños, fue lo más incisivo para el local.

Un local que nunca encontró la manera de generar juego asociado en mitad de cancha, como para abrir la férrea defensa propuesta por la visita. Con el “Indio” Fabián Martínez cada vez más cacique y Pascual Gudiño mostrando toda su jerarquía, Rivadavia se hizo fuerte en defensa, empezó a presionar en la zona de gestación rival y de esa manera, ató de pies y manos a un inexpresivo Colón.

En el complemento ingresó para el Rojinegro, Martín Barrionuevo, buscando esa claridad en ofensiva que no había tenido, pero no fue suficiente ni con la incorporación de Diego Pereyra, más adelante. Solo un disparo de Barrionuevo a los 2’, que salió cerca, luego nada de nada para el equipo dirigido por Leonardo Comba.

El Verde siempre se mostró firme, supo sobreponerse a pequeñas tormentas y sacó adelante el clásico. Con Bustos, Gayoso y Le Roux, constantemente dispuestos a presentarse en algún contraataque, el clásico mostró que estuvo más cerca Rivadavia del segundo, que Colón del empate. Por ende, esto pinta una foto de lo que fue el segundo tiempo de un partido que no tuvo muchas emociones frente a los tres palos.

Cabezazo de Gudiño por el segundo palo, una corrida de Bustos que superó a Alvaro Aguirre, pero no pudo con Pedernera en el mano a mano, un disparo de Gayoso que frenó el uno y un remate en el travesaño de Le Roux, cuando se caía el partido. Cuatro chances de un equipo que siempre se sintió ganador ante otro que nunca le encontró la vuelta al pleito.

La alegría fue toda del Verde, que metió un triunfazo en rodeo ajeno y dejó en aguas turbulentas a su clásico rival. Rivadavia, a lo Rivadavia.

 

La figura

Maximiliano Bustos. Fue la pieza más importante en la victoria de Rivadavia gracias a la aparición goleadora en el primer tiempo. A partir del 1 a 0 de cabeza, el delantero estuvo activo, con mucha velocidad y confianza para encarar a sus rivales. Fue lo más “picante” que tuvo el Verde. También se vio un buen cotejo de Nicolás Gayoso, con mucha actividad por todo el frente de ataque y hasta para retroceder, en algunas jugadas puntuales.

 

El árbitro

Carlos González. Una tarde aceptable, a pesar de que por momentos sus decisiones no aportaron claridad al juego. Se mostró correcto con las amarillas, quizás le faltaron un par más, y también se lo vio activo hasta el minuto final. Sacó el partido adelante.

 

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