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Mínimo y valioso

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Mínimo y valioso
Maximiliano Demarchi, previo a ser remplazado, es cercado por un par del rival. El “Patriota” tuvo otra visita feliz a Arroyo Cabral, ganó 1 a 0 y subió al tercer puesto

Escribe Fabio Morisetti

 

En un partido discreto y con cuatro rojas, dos por bando, 9 de Julio volvió a ganar en Arroyo Cabral por 1-0 a Rivadavia y recuperó las expectativas de pelear por la clasificación. El “Verde”, con la derrota, dejó el segundo puesto y quedó cuarto

 

Maximiliano Demarchi, previo a ser remplazado, es cercado por un par del rival. El “Patriota” tuvo otra visita feliz a Arroyo Cabral, ganó 1 a 0 y subió al tercer puesto
Maximiliano Demarchi, previo a ser remplazado, es cercado por un par del rival. El “Patriota” tuvo otra visita feliz a Arroyo Cabral, ganó 1 a 0 y subió al tercer puesto

Nueve de Julio consiguió derrotar a Rivadavia en Arroyo Cabral por la mínima diferencia y ratificó sus pretensiones de seguir dando lucha. El gol de Jorge Sorasio cuando expiraba la primera mitad marcó la diferencia en un cotejo de trámite apenas discreto en donde la visita, en el global de los 90 minutos, fue más que su rival.

Asomó mejor Rivadavia. A los ocho, la presión del local hizo que la defensa “Patriota” se equivocara, pero Maximiliano Demarchi no se decidió a pegarle y terminó en un córner que bajó Rodríguez y encontró solo a Estévez que cabeceó desviado en el medio del área.

Respondió un par de minutos más tarde la visita con un centro que ganó Rearte en las alturas, pero no tuvo puntería para encontrar el arco.

A los 13’, 9 de Julio tuvo otra clara con una muy buena habilitación de Pérez para la entrada de Westveer, quien le pegó por encima del travesaño.

El equipo de Pablo Suárez aprovechaba los problemas defensivos que presentaba el local, y a los 19’ fue Sorasio quien estuvo cerca con un zurdazo alto.

Rivadavia no lograba hacer pie, porque carecía de volumen de media cancha en adelante. Así, Castro no entraba en contacto con el balón y todo se diluía antes de llegar al área de Tisera.

Y cuando el pibe la encontró, casi abre el marcador. Fue a los 23’, cuando recibió de Demarchi y sacó un tiro medido que rozó el palo izquierdo del arquero visitante.

El sector derecho de la defensa “Verde” seguía siendo el flanco elegido para el ataque “Patriota”, y por allí ganó nuevamente Sorasio a los 27’, pero su zurdazo no fue ni centro ni remate y terminó en las manos de Salomón.

A esta altura, el partido era aburrido, esencialmente porque ninguno de los dos conjuntos atinaba a dar más de un par de pases seguidos. Se seguía apostando al pelotazo, que en la mayoría de los casos terminaba sin destino.

Faltando diez minutos, Doñabeitía se fue expulsado por roja directa tras una dura falta a Westveer, y a los 42’, Sorasio sacó un tremendo derechazo que pegó en el palo y recorrió toda la línea para entrar mansamente y marcar la diferencia para el “Patriota”.

Otra vez Castro estuvo cerca sobre la hora, pero el remate del delantero se fue por encima del horizontal, y de esa manera se acabaron las esperanzas del “Verde” de igualar en la primera parte.

Es más, en el tercer minuto de descuento Sorasio tuvo el segundo ante una nueva “siesta” de la defensa rival, pero definió mal ante la salida de Salomón.

A los 40 segundos del complemento, Rivadavia llegó con peligro, pero el zurdazo de Bonaveri se fue desviado.

En la primera que tocó el ingresado Rodríguez exigió a Salomón, que respondió de buena manera, y en el rebote el que se perdió el gol fue Pérez.

La visita era más y amenazaba con aumentar diferencias sacando provecho de las enormes grietas defensivas del rival. Otra vez Rodríguez estuvo cerca a los ocho, pero Salomón volvió a ganar en el mano a mano.

A los 12’ Demarchi ganó en velocidad, pero, apareado con dos defensores, elevó su remate. A Rivadavia le costaba horrores llegar a Tisera, pero Alba encontró algo de volumen de juego en el ingresado Berardo.

Cinco minutos después, el arquero local volvió a lucirse ante Pérez, y a los 18’, un centro intrascendente casi termina en gol cuando el sol le jugó una mala pasada al propio Salomón.

A los 23’, Rodríguez (estuvo menos de 20 minutos en cancha) se fue a las duchas por doble amarilla, y renació la ilusión cabralense. Se agrandó el local y ya no tuvo tantas licencias el equipo de Pasco.

Con mucho corazón, Rivadavia fue y fue, sin ideas, pero con mucho amor propio. Berardo dirigía y Ardissino, en función de volante central, se multiplicaba para recuperar el balón. Sin embargo, no logró inquietar a Tisera.

El partido ganó en intensidad y emoción, pero la victoria “Patriota” nunca estuvo en peligro, pese a que la visita dilapidó muchas chances y dejó revivir a su rival.

Así, 9 de Julio sumó de a tres y se metió en la conversación en un grupo realmente difícil y parejo.

 

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