Peritos del Gabinete de Química Legal de la Policía Científica realizarán un análisis de ADN sobre restos hemáticos hallados en prendas de vestir de Alan Barrios, el único detenido y principal acusado por el femicidio de la joven villanovense
El fiscal René Bosio ordenó un examen genético sobre dos muestras de sangre que fueron “levantadas” por peritos de la Policía Judicial de Córdoba del pantalón y una zapatilla de Alan Abraham Barrios (21), el joven que está acusado de haber estrangulado a Tamara Alejandra Córdoba (20) el pasado 22 de abril en un descampado de Villa Nueva.
El miércoles, especialistas del Gabinete de Medicina y Química Legal de la Policía Científica encontraron restos hemáticos en dos prendas de vestir que fueron secuestradas en el domicilio de Barrios, poco después de ser detenido.
Ante este nuevo elemento de prueba, el instructor judicial de la causa dispuso que se realice un análisis de ADN para compararlo con el perfil genético de la víctima. El resultado se conocerá en aproximadamente 30 días y, de confirmarse que esa sangre es de Tamara, se complicará aún más la situación procesal del único detenido y principal sospechoso del femicidio.
El propio fiscal Bosio confirmó ayer a EL DIARIO que, tras ser notificado sobre el hallazgo de las muestras, ordenó el inmediato examen genético “para determinar si esa sangre pertenece a la víctima”.
“Los resultados los vamos a tener dentro de unos 30 días, que es lo que demora este estudio, pero nos permitirá sumar o descartar un elemento de prueba que, por lo pronto, considero muy importante”, señaló el funcionario.
Gravísimos delitos
Como es de público conocimiento, Alan Barrios, alias “Chocolino”, está imputado como presunto autor del delito de “homicidio calificado por violencia de género”, en concurso ideal con “abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa” y “homicidio agravado por críminis causa” (es decir, matar para consumar otro delito o lograr la impunidad), delitos que son castigados con prisión perpetua.
Nacido en Villa María el 14 de diciembre de 1995 y domiciliado en prolongación bulevar Alvear y Combate San Carlos, en barrio Industrial, Barrios también está acusado por un hecho de “amenazas” proferidas en contra de su madre y su hermana, Berta Galíndez y Jazmín Barrios, respectivamente, cuando tras la desaparición de Tamara, ambas le reclamaron que les dijera dónde estaba la joven, ya que habían ido juntos a bailar a La Laguna la noche del viernes 21 de abril.
La joven, una prima y el acusado habían concurrido al boliche “El Reyno”, ubicado en aquella localidad, y regresaron pasadas las 6.30 de la mañana del sábado 22 en un colectivo que pertenece al mismo dueño del local bailable.
Antes de llegar a Villa Nueva, Tamara se descompuso y por esa razón el conductor del coche se detuvo a pocos metros del cruce de las rutas 4 y 2 para que fuera asistida.
Pasando Sanabria, otra pasajera llamó a los bomberos villanovenses para que asistieran a Córdoba ni bien el colectivo arribara al cruce. Sin embargo, la joven no quiso esperar a los servidores públicos y, junto a quienes la acompañaban, se fue caminando hacia el cuartel, que está ubicado muy cerca de allí.
Minutos más tarde, ya sin la presencia de su prima, Tamara se habría quedado junto a Barrios, a quien se le atribuye haberla golpeado violentamente en un sitio baldío, al parecer con la intención de abusar sexualmente de ella cuando caminaban por la zona.
De acuerdo con la acusación que le atribuye el fiscal, como no pudo lograr su cometido, el agresor la estranguló manualmente y ocultó el cadáver entre los altos pastizales que había en el lugar.
Siempre según la investigación judicial, Barrios regresó en horas de la tarde de ese mismo sábado y le prendió fuego al cuerpo de la joven con la intención de destruir cualquier tipo de huella, aunque las llamas lo quemaron parcialmente.
Luego de una intensa búsqueda, Tamara fue encontrada recién el martes 25 en horas de la tarde. Al día siguiente el fiscal Bosio ordenó la detención de Barrios y el 28 de ese mismo mes dispuso su traslado al penal de Bouwer, donde continúa alojado.
La Policía Científica
La Dirección de Policía Científica tiene a su cargo la cooperación técnica criminalística necesaria para el ejercicio de las funciones del Ministerio Público Fiscal, en cumplimiento de las normativas establecidas por el Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba.
El organismo está integrado por las siguientes áreas técnicas: a) Medicina y Química Legal, b) Reconstrucción Criminal y c) Física – Mecánica.
Las áreas técnicas (denominadas Gabinetes) se integran a su vez con subáreas especializadas (denominadas Secciones y Oficinas), de acuerdo lo determinen los reglamentos que dicte la Policía Científica y que establezca el fiscal general de la provincia, pudiendo éste modificar o ampliar esta organización cuando las necesidades del servicio así lo requieran.
La Dirección de Policía Científica interviene en la gestión de la pruebas técnicas criminalísticas, en las que se desempeñan equipos profesionales y especialistas en diferentes áreas y campos científicos.
