Escribe Pablo Luna Broggi

Rivadavia perdía ante Unión Central, pero finalmente lo venció 2 a 1 y sumó por primera vez en el campeonato, impidiendo al Aurinegro llegar a la punta

La expectativa era alta en barrio Mariano Moreno por el partido que se jugaba en cancha de Central Argentino. Porque, por un lado, el local, Unión Central, venía de conseguir su primera victoria en calidad de visitante y quería continuar por la senda del triunfo en su reducto. Y, por el otro, Rivadavia visitaba al Aurinegro con la esperanza de comenzar a sumar en este torneo, para no quedar relegado en las posiciones rápidamente.

Como era de esperar, el local tomó la iniciativa en los primeros minutos, haciéndose dueño del balón y aproximándose peligrosamente al arco contrario con más asiduidad. Es así, que a los 9 minutos los dirigidos por Marcelo Zucotti abrieron el marcador, luego de un remate de larga distancia de César “Teté” Contreras que Berardo no pudo contener y Bustos se encargó de convertirlo en gol ante un arquero desahuciado.

La conversión de los de calle Rucci, “despertó” a los “players” cabralenses y muy levemente comenzó a notarse una mejoría en el elenco conducido tácticamente por Marcelo Santoni. Con el Indio Fabián Martínez a la cabeza, el verde empezó a generar situaciones como para poner en tablas el marcador.

Sin embargo, debió esperar hasta los 21 minutos, cuando un centro enviado por Bustamante y bajado por Martínez fue cabeceado por Zalazar sin demasiada fortuna, porque el balón se fue “besando” el palo izquierdo defendido por Alaniz.

La revancha vendría por la misma vía, pero 14 minutos más tarde, cuando nuevamente los ex-Alem (Bustamante y Martínez) se conectaron idénticamente, pero esta vez, el Indio remató al arco y el disparo se desvió en Medel para devolverle la paridad al tanteador.

El merecido empate había tranquilizado un poco al cuerpo técnico visitante, pero, con el tiempo como máximo aliado, sabían que la vitoria no era una utopía e iban por ella. No obstante, el alivio casi se esfuma cuando apenas dos minutos después, Bernabé Brusa estrelló su tiro en el palo y Bustos la elevó por arriba del travesaño en el rebote.

Ambos conjuntos llevaron sus preocupaciones al vestuario: Unión la de no poder mantener un ritmo constante de juego que le permita asegurar el resultado conseguido en el amanecer del partido, y Rivadavia la de ser consciente de que no estaba jugando para nada bien y que el empate había llegado más por coraje que por fútbol.

Sin embargo, todo cambió rápidamente al inicio del complemento. Iban apenas 40 segundos cuando un sorprendente zapatazo cruzado de Bustamante dejó sin reacción a Alaniz y decretó la victoria definitiva de Rivadavia.

El gol del ex -Tricolor hizo delirar a toda la parcialidad cabralense y masticar bronca a quienes lo hostigaron durante los 90 minutos. Luego del gol de Chuchú, el conjunto villamariense fue más que su rival e intentó por todas las vías convertir el empate. Quizás la más clara quedó en los pies de Bustos, tras una salida en falso de Berardo, pero el joven delantero local no calibró bien la mira y, con el arco a su disposición, remató desviado. Luego intentaron Geremía de cabeza, Delfino de chilena y Galiano al borde del área, pero ninguno pudo batir la valla visitante y los tres puntos viajaron a Cabral.

Unión dejó pasar la gran chance de subirse a la cima ante un Rivadavia que no jugó bien, pero ganó, y aunque su posición en la tabla no cambió, se acercó a los líderes de la zona y está más vivo que nunca.

La figura

Fabián Martínez

El Indio fue el principal responsable de la reacción visitante. Ganó siempre que fue a disputar un balón, se mostró constantemente como salida por derecha y fue el autor en gran medida del primer gol.

El árbitro

Rubén Peralta

Con tranquilidad supo llevar por los carriles correctos un encuentro sin jugadas polémicas que reclamar.