Decenas de lectores se comunicaron ayer a la Redacción de EL DIARIO para manifestar su enojo con el Banco de Córdoba, que comenzó a atender normalmente al público recién después de las 11.

La situación no se generó por una medida de fuerza -no hubo paro ni asamblea en los bancos del interior provincial, sí en los de la capital-, sino por la caída del sistema operativo del Banco de Córdoba en todo el territorio de influencia.

Desde temprano comenzaron a llegar las quejas de los clientes que no sabían a quién acudir. Ante la repetición de los llamados, fuimos a la sede de Entre Ríos y San Martín y, efectivamente, corroboramos que los trabajadores no podían dar ninguna respuesta a los usuarios y clientes de la entidad crediticia porque no contaban con la información necesaria para operar.

A las 11, aproximadamente, comenzaron a atender en la línea de cajas y en el servicio de atención a clientes, así como en los boxes de asesoramiento.

La mayoría de la gente había desistido de esperar, por lo que cuando reiniciaron la actividad en el Banco de Córdoba, ya no había muchos clientes esperando. No hubo información oficial sobre lo ocurrido.