Padres lanzaron globos al cielo con mensajes de amor. Es un puntapié inicial para el trabajo que viene haciendo la Fundación “Era en abril” en Villa María

La fundación que agrupa a los padres que han perdido a sus hijos durante el embarazo, en el parto o al poco tiempo después surgió en Avellaneda, cuando falleció la hija de Jessica Ruidíaz. Fue en abril de 1997. La fecha, sumada a la conocida canción de Jorge Fandermole, popularizada por Juan Carlos Baglietto, hizo que la organización lleve el nombre de “Era en abril”.

“Hoy estamos en más de 10 países y somos más de 30 mil las familias que conformamos la fundación”, dijo Candela Weidemuller, coordinadora de la provincia de Córdoba, quien organizó la suelta de globos que se concretó ayer en el Parque de la Vida, pese al mal tiempo.

“Buscamos dar contención a los padres que han perdido a sus bebés durante el embarazo. Hacemos reuniones para ayudarnos entre los que pasamos por la misma situación, para que entre nosotros nos ayudemos a perderle el miedo a vivir”, dijo.

“Mucha gente que no sufrió el dolor de la muerte perinatal de un hijo, no cree que se trate de un duelo. Incluso, hay gente que quiere ayudarte, que te dice: ‘Menos mal que pasó ahora y no después’. Eso hace que muchos padres lleven ese duelo en silencio, que es lo peor que se puede hacer”.

Recomienda nombrar a los hijos, darse el tiempo necesario para pasar el duelo y buscar la ayuda para seguir adelante.

“Por eso, la suelta de globos es un mensaje de amor. Es el mensaje que le enviamos a nuestros hijos hacia el cielo”, concluyó.

En Villa María, la fundación inició la actividad a mediados de año. Entre las actividades previstas está la charla de contención del 13 de noviembre, en horario y lugar a definir.

Proyecto

La Fundación “Era en abril”, impulsa un proyecto de ley que le de identidad a los bebés fallecidos en el vientre materno, para que dejen de ser NN “y se les reconozca con su nombre y apellido”.

Al ser NN es como si ese niño jamás hubiera existido. Esta realidad burocrática representa el desconocimiento, la minimización de esa muerte y del dolor que conlleva, la negación de su condición de padres y la de sus bebés como hijos”.

Piden colaborar firmando una petición para que se trate en el Congreso.

Emotiva carta a Rocío

Una de las mamás del grupo leyó ayer durante la reunión una carta dirigida a su hija “en el cielo”. Recordó que durante las 35 semanas de embarazo fue escribiendo un diario con los momentos más significativos de su maternidad.

Luego, recuerda el día en que le avisaron que el corazón de Rocío dejó de latir dentro de su vientre: “Ese 27 de febrero tuve el presentimiento de que algo no estaba bien. Más tarde recibiría la peor noticia de mi vida: el corazón de mi hija había dejado de latir. Con esa noticia se fue mi ilusión, mi vida soñada a su lado, todos los proyectos quedaron truncos. Una cuna vacía y una ropita que nunca se pudo usar”.

“Volví a mi casa con los brazos vacíos, con el sabor amargo de saber que mi hija y yo habíamos salido por esa puerta, pero sólo yo había regresado”, agrega.

Pero, a pesar del dolor que no olvida, decidió, después de un tiempo, volver a escribir y, en este caso, una carta dirigida a su hija. “Vos me hiciste conocer el amor y la felicidad más grande de todas, me diste el título del que me siento más orgullosa: yo soy la mamá de Rocío en el Cielo y la mamá de Martín en la Tierra… Me diste un motivo para luchar cada día”.